Cada miércoles un cuento en El Estafador

miércoles, 25 de marzo de 2009

Servicio público: Atender una llamada de televenta



Las personas que llaman a nuestras casas para vendernos un seguro de vida, un préstamo ultrarrápido a un interés tan bueno que no hace falta saberlo o un ADSL infalible pueden molestar mucho pero están trabajando. Por eso hay que intentar responder con educación. Yo lo hacía, aunque alguno se ponía tan pesado que no me quedaba más remedio que acabar la conversación en mal tono.


Ahora les ha dado por llamar a la hora de la comida y de la cena. Como en la pantallita del teléfono sale lo de "número desconocido" he decidido dejar de complicarme. Descuelgo y cuelgo. Fin del asunto.


Hay un método mejor: el absurdo. Mercedes lo puso en práctica una vez poniendo a Darío al teléfono. La persona al otro lado lo intentaba una y otra vez pero no consiguió sacar de Darío más que un "am", que es su forma de decir hola. Quien fuera llamó cuatro o cinco veces hasta que optamos por no cogerlo.


No es mal método pero no siempre se tiene un niño de un año a mano. En ese caso hay que seguir la propuesta de Calvin & Hobbes. En una de sus tiras (ya sabéis que no las escaneo por miedo a que se me descomponga el librito) se ve el teléfono sonar. Calvin lo descuelga y, sin dar tiempo a que su interlocutor diga nada, le suelta: "Quiero una pizza con doble ración de salami", y cuelga. No hace falta decir lo mismo, basta con hacer un encargo de comida a domicilio. El teleoperador no sabrá qué ha pasado y, con suerte, desistirá de seguir llamando a nuestra casa para vender lo que sea que venda y que no queremos comprar.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tengo solucionado el problema.
Como tengo fax, cuando llamas, salta autómaticamente. La gente que me importa lo sabe, y nunca me llama al fijo.
Como yo también tengo un blog y se lo que mola que te pongan comentarios y todo eso, ( y lo que desespera ver que entra y entra gente sin decir ni pio ¡y sin saber quienes son!)te digo desde aqui que hace poco que te sigo, pero que me encanta tu blog, lo suelo leer los sabados por la mañana mientras desayuno y me rio un montón.
Se lo estoy recomendando a mis amigas mamas.
Besinos.
Nevada.

Arantza dijo...

Hola, he querido corresponder a tu visita, y me ha gustado mucho lo que he visto por aquí. Veo que eres un camarada superhéroe de lo cotidiano. Sin ánimo de autopromoción, sólo porque me ha hecho gracia esta coincidencia, te dejo este enlace a mi solución particular al problema de las televentas:
http://micocinaenmontreal.blogspot.com/2008/08/sonata-para-telemrketing-en-do-mayor-n.html

Lleva tiempo, pero puedes sacarte unos dineros ;-)

Irimia dijo...

Yo he intentado de todo... primero pensaba lo mismo, que estaban currando, que no tenían la culpa... pero me acabé cabreando y contestando malamente. Ahora que estoy más zen he optado por colgar y descolgar cuando no conozco el número.

Aunque a veces en un ataque de maldad, cuando veo que es un número privado, lo cojo y con voz de mala leche contesto "Comandancia de la Guardia Civil, buenos días, dígame" y se quedan calladitos y cortados...

Bilbotín dijo...

A mí últimamente, me llaman los contestadores de Telefónica, ni siquiera los teleoperadores, así que no tengo ningún remordimiento al colgar.

Cuando son personas, ni soy el titular ni el cabeza de familia ni nada parecido, así que me preguntan cuando pueden volver a llamar y no lo hacen.

Laura dijo...

Pues a mi cuando me llaman los de Telefónica o cualquier compañia, siempre hago lo mismo, empiezo a decir en un tono un pelín elevado: ¿cómooo?? ¿qué? no le escucho bien eeeh... ¿hola? y cuelgo

y si lo haces en un transporte público ya es lo más! XD

Srta. Aristas dijo...

Yo no tengo ningún truco, bueno, suelo decir que no está el titular y que llegará más tarde, error, más tarde también llaman ellos, pero ahora estoy deseando que llamen para poder decir todo lo que habéis escrito, que por cierto, al leer tu post me has recordado que no sé dónde tengo ( no acepto que lo he perdido) mi libro de Calvin & Hobbes, snif, snif.

elhombreamadecasa dijo...

Anónima, es cierto: los comentarios dan mucho gustico, confirman que te leen de verdad.

Chicos y chicas, mucha atención al método propuesto por Arantza.

Irimia, un amigo respondía siempre al teléfono de la siguiente manera: Ave María Purísima. Daba un mal rollo...

Bilbotín, lo de los robots de televenta son ya el colmo. A uno le dije de todo, me quedé en la gloria.

Laura, a mí me dan ganas de hacerme el sordo con muchas llamadas, incluidas un montón que no son de televentas.

Srta. Aristas, no seas así, si lo has perdido, cómprate otro, mujer.

Anónimo dijo...

Cuando llaman a casa preguntan por el titular de la línea (que eres tú) que no sueles estar porque cuando estoy yo tú no estás (recuerda que tenemos horarios complementarios)y seguidamente se interesan por mí ¿es usted la esposa de FML?, no. ¿es usted la hija de FML? no (qué mal rollo). Es usted familiar de FML? No (en sensu stricto no soy tu familiar sólo soy la madre de tus hijos)y ya aburrida me dejan. Aunque a algunos les quedan ganas y me preguntan hay algún familiar de FML y entonces es cuando les pongo a Darío.

Anónimo dijo...

Está claro lo mucho que nos altera el temica, por el nº de comentarios. En mi casa siempre las llamadas son en la siesta y sacan lo peor de mí. Yo no tengo ningún truco pero conozco dos que funcionan: 1. El del niño pequeño (muy bueno Mercedes), pero en mi casa como no hay niños, lo hace "miamortangrande", que tiene 52, pero le sale la voz genial.
Y 2. ¿ Está el titular? Respuesta : No, ha fallecido. Duro, pero infalible.

lapatachunga dijo...

Ostras i.sana, éste lo pienso usar en la próxima llamada. A ver si de una vez consigo que dejen de llamar en 6 meses mínimo, que ahora los tengo una vez por semana.
Me gusta tu estilo.