Cada miércoles un cuento en El Estafador

martes, 24 de marzo de 2009

Darío el vengador


Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. O, en su versión hogareña: un gran poder conlleva usarlo con cuidado. Juan no atiende a esta máxima y corre arriba y abajo por la casa a velocidad match3. Se cree Bala de cañón pero, a diferencia del mutante, él no es invulnerable cuando corre como un loco.


Así que, el otro día, al golpearse en la frente contra el pico de la encimera de la cocina se puso a gritar y a llorar como un loco. En estos casos su grito es peor que el de Canario Negro. Darío y yo acudimos raudos como el viento a ver qué había pasado. Darío se quedó un par de segundos desconcertado, pero enseguida supo qué hacer. Primero consoló a su hermano con unos besos y luego impartió justicia propinándole varios golpes a la taimada encimera. Cada golpe lo acompañaba con un grito: Ah, ah. Bien podría haber gritado: ¡VENGADORES, REUNÍOS! Siguió así todo el día (y pa mí que se hacía daño con los puñetazos que le daba pero, bueno, él sabrá).




Su afán por hacer justicia e impartir el bien crece sin cesar. Ayer, la comida estaba muy caliente y se quemó. Conseguí hacerle creer que no fue un despiste mío sino una jugarreta de la comida, mala como ella sola. Para que comiera tuve que cantarle las cuarenta a la comida. Pero no una vez, ni dos, ni tres... sino antes de todas y cada una de las cucharadas que se comió desde ese momento.

Lo peor de todo es que Darío es un niño de costumbres y hoy he tenido que repetir el paripé. ¡Comida, mala! ¡Si vuelves a quemar a Darío te las verás conmigo! ¡Reza lo que sepas, malvado plato de puré, pues ha llegado tu hora!

(Me pregunto si seré tan friki como parezco de vez en cuando).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí (;P), hermano, ya tengo lo último de nuestros queridos PSB.

Te lo recomiendo, y estoy seguro de que ya andará entre tus manos.

Estos cabrones al menos matienen la calidad en sus creaciones.

Respecto a los golpes y a las sopas... me gusta que sean superhéroes, y que tú seas un poco friki, pero eso no es incompatible con que tus hijos sepan que si se dan un golpe o si se queman con la sopa la culpa no es de nadie más que... de ellos mismos (que jodida que es la vida... o que maravillosa; según se mire).

Salu2

Anónimo dijo...

Me pregunto si seré tan friki como puedo parecerlo de vez en cuando

Espero que si.
Tus referencias son nuestras referencias!!

elhombreamadecasa dijo...

Owachy, los padres tenemos que apoyarnos mutuamente en la dura tarea de la crianza pero la culpa de que Darío se quemara fue mía que no comprobé la temperatura de la comida. Pero que no se entere él, por dios.

Anónimo dijo...

Jajaja... Tus ataques de sinceridad me tronchan... En ese caso, es mejor echarle la culpa a la sopa, ¡el mito del padre infalible es mejor que caiga en la adolescencia!

(Aunque lo verdaderamente bonito sería que no cayese nunca, o que, al menos, se volviera un mito, como en Big Fish).