Cada miércoles un cuento en El Estafador

sábado, 29 de diciembre de 2012

Sin dejar de sonreír

Queremos reír, reír y hacer lo que nos manden los instintos.

(Panfleto contra la concepción de la vida en la República de Weimar, Raoul Hausmann)


(Graffiti en una ciudad alemana)






(Canción de la película Annie, John Huston)


Hoy todo debe ser serio, la política en primer lugar, la vida cultural y universitaria en segundo lugar. La adustez ceremonial de los hombres públicos es constatable por doquier; la norma excluye el humor y su correlato: la risa estridente. Los políticos, los hombres de cultura, los intelectuales deben mostrar su consistencia dejando traslucir su seriedad fundante.

("Espíritu de la pesadez, espíritu de la risa", Ángel Ganivet; citado por Quico Rivas en "Ciscarse de la risa" - Vacaciones en Polonia nº5)


Cafe frío,
sin dejar de sonreír
Sin azúcar,
sin dejar de sonreír
Agua sucia,
sin dejar, sin dejar de sonreír.

De un solo trago,
y sin dejar, sin dejar de sonreír,
sin dejar de sonreír.

Machacando,
sin dejar de sonreír.
Deshuesando
sin dejar de sonreír.
Con esmero
y sin dejar, sin dejar de sonreír.

Canibalizando,
sin dejar, sin dejar de sonreír,
sin dejar de sonreír.

Serpientes,
sin dejar de sonreír.
Con argucias,
sin dejar de sonreír.
Con veneno,
sin dejar, sin dejar de sonreír.

El domingo por la mañana,
elegante voy a la iglesia.
Con olor a hierro, con olor a sangre,
con olor a carne abierta

El domingo por la mañana,
elegante voy a la iglesia.
Con olor a hierro, con olor a sangre,
con olor a carne abierta.

(Sin dejar de sonreír, Surfin´Bichos)



(César Romero caracterizado como el Joker)



¡ALFON LIBERTAD!


En Espinardo, los muros lo tienen claro.



COMUNICADO DE LA ASAMBLEA 15M ESPINARDO EXIGIENDO LIBERTAD PARA ALFON

La mañana del 14 de noviembre, Huelga General, Alfonso Fernández Ortega, conocido como Alfon, fue sorprendido por varios hombres que lo llevaron a la fuerza al interior de un coche. De allí lo condujeron a una habitación llena de cerrojos donde le hicieron toda clase de preguntas y le contaron historias fantásticas sobre él mismo. Algunos días después, lo trasladaron a un gran edificio y le dejaron caer encima el terrible peso de cuatro siglas: FIES.

Algunos de los hombres que intervienen en el párrafo anterior llevan uniforme de policía, otros de jueces, es probable que alguno lleve bata blanca de psicólogo, tal vez salga hasta un educador. Todos representan al Estado opresor, perdón por la redundancia, que ha encarcelado a Alfon acusándolo de llevar una mochila con material para fabricar explosivos. En la mochila no se han hallado las huellas de Alfon, que no llevaba guantes en el momento de su detención. El montaje policial para incriminar a Alfon salta a la vista. Es uno más de una larga historia llena de ejemplos (como el de la barcelonesa Laura Gómez, detenida en relación a la anterior Huelga General).

El Estado manda un mensaje a través del encarcelamiento de Alfon. Es un mensaje de matón: Aquí mando yo y no dejaré que me toquéis las pelotas más de lo que me dé la gana. El Estado elige a una persona al azar, la señala con el dedo y deja caer sobre ella todo el poder de su absurdo. Detenido por las razones que ellos precisen, sin necesidad de que se ajusten a la realidad o al marco legal (no se puede, por ejemplo, pedir prisión preventiva por motivos como la "alarma social" y así se ha hecho en el caso de Alfon). El Estado es dueño y señor de nuestras vidas, o eso pretende, y quiere ponerlo de manifiesto con estos actos kafkianos. A esto en la prisión se le llama indefensión aprehendida: te puede pasar lo que sea en el momento que sea sin que tú puedas hacer nada en un sentido o en otro.

El Estado se está cebando con Alfon. La prueba está en que se le haya aplicado la situación de preso FIES (ficheros de internos de especial seguimiento). Se trata de un régimen de aislamiento aplicado a presos relacionados con terrorismo o grandes delitos. Alfon puede llegar a pasar en su celda 23´5 horas al día y solo dispone de media hora para pasear por un patio, posiblemente cerrado en el techo con una reja. Ahora, incluso, se le ha amenazado con el traslado a Canarias. Si bien esto puede parecer una salvajada, desde la lógica del Estado es más que razonable. Al fin y al cabo, para el Estado no hay delincuente más peligroso que aquella persona que desea y actúa por un mundo nuevo.

La crueldad que el Estado está soltando sobre Alfon se extiende, en formas diversas, sobre las personas y colectivos en lucha. Ahí están las palizas policiales, las identificaciones, las multas (que ahora llegan a casa tras una simple identificación visual: que un poli diga que estabas en el sitio que sea es más que suficiente), contradenuncias a los que llevan a juicio a los policías torturadores... Nos quieren en silencio, dóciles, acobardados.

Pensamos en Alfon y se nos vienen a la cabeza las revueltas londinenses del verano de 1780. Una turba de miles de personas, hartas de malvivir, se lanzan a la calle dispuestas a acabar con la esclavitud y los privilegios. Seis de los siete presidios de Londres son destruidos y arden bellamente. Antes, las revueltas son inteligentes, se ha liberado a los prisioneros. No es probable que algo parecido ocurra aquí y ahora y la prisión de Soto del Real, nos tememos, seguirá intacta. En todo caso, acudiremos a la concentración convocada el próximo 28 de diciembre a las siete de la tarde frente a la Delegación del Gobierno (a.k.a. Gobierno Civil) exigiendo LIBERTAD PARA ALFON.

Animamos a todas las personas que lean esto a que difundan la situación de Alfon y se unan a la lucha por su libertad que, al fin y al cabo, también será la nuestra.


¡¡LIBERTAD PARA ALFON!!
¡¡ABAJO LOS MUROS DE TODAS LAS PRISIONES!!

Asamblea 15M Espinardo

Asaltar los diccionarios

Que las palabras puedan tener efectos mágicos es algo que se puede discutir pero no negar de entrada. Un niño lo sabe bien, le basta con decir en cualquier momento HIJO DE PUTA, CABRÓN o, simplemente, MIERDA  para que todo el mundo le preste atención, buena o mala pero atención al fin y al cabo. Los que ponen bombas confían en la metralla y el fuego pero no pueden evitar acompañarlas de un comunicado. La belleza y la conmoción de los comunicados de la Angry Brigade explotan más que las bombas que pusieron (*). Los que lanzan misiles también recurren a las palabras y se inventan sucias expresiones como "víctimas colaterales". Sus macabras manipulaciones nunca serán hermosas, alguna maldad será siempre horrible.




Dadá comprendió el poder de las palabras y, especialmente, su sumisión, de ellas, al Poder. Dadá era una fuerza anticivilizatoria que llegó a este mundo para acabar con todo, para ser amigo de todo látigo que azote al hombre sentado. Dadá dijo que era necesario oponerse al arte porque entendió que su engaño era una válvula de escape de seguridad moral. El arte como cómplice del sistema debía ser derruido, al igual que el propio sistema. Y las palabras eran parte esencial del arte.



Así, llevaron a cabo poemas fonéticos como los de Hugo Ball o poemas letristas como los de Raoul Hausmann. 

Del primero:

Gadji beri bimba
plandridi lauli lonni cadori
gadjama bim beri glassala
Glandradi glassla tuffm i zimbrabim
blassa galassasa tuffm i zimbrabim

Del segundo:

KP´    ERI     UM´    LP´    ERIOUM
NM´      PERIII        pernoumum
bpretiberrerrebee onnooooooooooh gplanpouk
komnpout   perikoul
rreeeeeEEEErreeeee      A
oapderre     mglpepadonou   mt    nou
         tnoumt

Con estos poemas sonoros queremos renunciar al lenguaje devastado y vuelto imposible por el periodismo. Deberíamos retirarnos a la alquimia más profunda de la palabra e, incluso, abandonar la palabra, reservando así a la poesía su dominio más sagrado...



Mustapha Khayati, miembro de la Internacional Situacionista y, por tanto, descendiente directo de Dadá, escribió un artículo titulado "Las palabras cautivas, prefacio para un diccionario situacionista" en el que decía cosas como: Cuando el poder economiza el uso de sus armas, es al lenguaje a quien confía la responsabilidad de mantener el orden opresor o La crítica del lenguaje dominante, su desvío, va a convertirse en la práctica permanente de la teoría revolucionaria. También calificaba a nuestros adversarios como los amos del Diccionario.

Para los situacionistas, teoría y práctica eran lo mismo. Dadá reclamó la lucha por la vida cotidiana (¡¡¡DADÁ ESTÁ POR LA PROPIA VIDA DE CADA UNO!!!). Teniendo en cuenta todo esto, además de la máxima dadaísta de que cualquier puede ser dadaísta, propuse dedicar una sesión con el grupo de mujeres con el colaboro una vez a la semana a destruir el diccionario, nuestro pequeño acto de rebeldía cotidiana. Elegimos palabras al azar, palabras raras y jugamos a inventarnos su significado.

Algunos resultados:

Lampo: Interjección que se grita antes de abofetear a alguien. / Campo grande donde la gente va a descargar su furia.

Gnóstico: Persona diplomática y recta.

Rearme: Prenda de ropa interior que se pone el hombre en Nochebuena. / Enredadera gigante.

Azafate: Azafata pequeña.



(*) En los comunicados de la Angry Brigade, nuestra rabia está organizada, se podían leer cosas como: Hermanos y hermanas, ¿cuáles son vuestros deseos reales? ¿Estar sentado en la cafetería, con la mirada distante, vacía, aburrida, bebiendo un café que no sabe a nada... o quizás volarla o pegarle fuego. (Ninguna de sus bombas mataron a nadie: Atacamos la propiedad, no a la gente.)

Tres paseos psicogeográficos


(En el nº1 de "Internationale Situationiste", se incluye un artículo titulado "Definiciones". Ahí se puede leer lo que es la deriva y lo psicogeográfico:

Psicogeográfico. Relativo a la psicogeografía. Lo que manifiesta la acción directa del medio sobre la afectividad.


Deriva. Modo de comportamiento experimental ligado a las condiciones de la sociedad urbana: técnica de paso ininterrumpido a través de ambientes diversos.)


Primer paseo. Estábamos con mi hermana y mis dos sobris y nos fuimos a pasear por el centro de Murcia. Al acercarnos a la Avenida de la Libertad, donde está El Corte Inglés, uno de ellos, se nos empezó a encoger el estómago. Un paseo realizado una y mil veces nos sorprendía con un pellizco de miedo. Algunas sensaciones tienen mala fama y se ocultan pero lo que sentimos, entre otras cosas, fue miedo. Y es que recordamos lo que pasó el día de la última Huelga General y la carga de la policía contra unos pocos compañeros que se habían quedado charlando en la puerta de los malditos grandes almacenes. Por supuesto que había más sentimientos, como rabia, pero el miedo está ahí, lo aceptemos o no. 


En la Avenida de la Libertad hay un efecto psicogeográfico que ya viene siendo un clásico. Cuando la remodelaron, colocaron un par de zonas de juegos infantiles con un rollo muy pijo. Y la gente que va allí cumplen con el papel que se espera de ellos y van vestidos de pijos, se comportan como pijos, hablan como tales. La conciencia de clase nos brota a lo loco cuando estamos en esos parques. Y, en este caso, no es precisamente miedo lo que sentimos.


Segundo paseo. A mediados de diciembre, nos dimos un paseo por Albacete. En este caso practicamos la deriva. Pero no sucedió nada. La ciudad parecía muerta, no transmitía nada. Si hubiera pasado por allí Jack Hawksmoor, el personaje de The Authority que habla con las ciudades, se hubiera muerto de aburrimiento. Tal vez si nos hubiéramos decidido a seguir la ruta de belenes la cosa hubiera sido distinta.




Tercer paseo. Volvíamos de Historietas. Este dato no es banal. Primero porque Historietas mola, my favourite shop, y segundo porque acababa de comprar el último disco de Los Marañones, que también mola. Era el 21 de diciembre, supuesto fin del mundo. Estaba ya oscuro y, de repente, se fue la luz en buena parte de la ciudad. Caminar por la ciudad entre una oscuridad inesperada dispara los efectos psicogeográficos. Los comentarios que se oían eran todos en el mismo sentido: fin del mundo, fin del mundo. Mis sensaciones tuvieron que ser moduladas con cierta calma porque iba con los dos hijos y se agobiaron. Mientras mis hijos se apresuraban por llegar al coche y la gente se acordaba de los mayas, yo imaginaba tantas y tantas posibilidades que ofrece la ciudad a oscuras.


Paris by Night, Asger Jorn

lunes, 3 de diciembre de 2012

No trabajes nunca


¿Acaso no es cierto, por lo demás, que en la actualidad trabajar no supone tanto hacer alguna cosa como ser una cosa, y sobre todo estar disponible?

(Contribución a la guerra en curso, Tiqqun)

PD: Ya me gustaría a mí predicar con el ejemplo pero ser un proletario, en el sentido estricto del término, es lo que tiene.