Cada miércoles un cuento en El Estafador

sábado, 30 de mayo de 2009

Un recuerdo


Este mediodía nos hemos salido Juan y yo al patio a charlar. Él comía un yogur de coco, yo fumaba un cigar de liar. Le he contado que una vez nos comimos un coco de verdad después de que una niña lo abriera de un par de certeros machetazos (y después de que nos recuperarámos del pasmo). También le he contado cómo, por las tardes, nos sentábamos en el porche de la casa de M.A a masticar caña de azúcar y a celebrar que los cien hombres armados que iban a venir a quemarle la casa se habían acobardado a última hora. Luego nos contaban historias de paramilitares y guerrillas y escuchábamos canciones como esta:



(La foto podría parecer del campus de Oxford o algo por el estilo, pero está tomada en la finca ocupada de Lanquín II, en plena selva guatemalteca. Si girabas el objetivo de la cámara 180º, veías la asamblea del Comité de Unidad Campesina:



(Dejo el link de la canción por si no se pudiera escuchar: http://www.goear.com/listen/e78b2bc/Himno-del-CUC-Comite-de-Unidad-Campesina)

jueves, 28 de mayo de 2009

Demasido tarde (o Pero qué guapo es Guardiola (o No dejes para mañana el post que puedas escribir hoy))


Iba a escribir este post hace mucho tiempo, antes de que Guardiola se hinchara a ganar copas y lo que tenía que decir perdiera fuerza. Es tan fácil subirse al carro ganador. Iba a hacer chistes diciendo que de momento soy heterosexual, que mis padres fueron muy generosos y comprensivos conmigo aceptándome como soy, sin someterme a crueles terapias psicológicas para curarme y reconociendo que mi heterosexualidad no tiene perdón porque no es por enfermedad sino por vicio. Después iba a decir que si alguien pudiera hacerme cambiar de opinión era Guardiola. Pero ahora todo ese suena a oportunismo. Aún así, quisiera escribir algunas cosas:

1. Si fuera una adolescente, llevaría la carpeta del insti llenita de fotos de Pep.


2. Pero qué clase tiene este hombre, es que no se puede aguantar, siempre tan bien vestido, lo bien que habla, lo bien que jugaba, lo bien que hace jugar.



3. Mi calvicie incipiente sigue el mismo patrón que el de Guardiola. Esto me consuela y me hace concebir alguna esperanza: Uno puede ir quedándose calvo y ser tremendamente atractivo.

4. Impagable ese momentazo Eva Longoria hojeando displicente una revista pasando muy mucho del partido.




5. No he podido evitar acordarme de Vázquez Montalbán y pensar lo bien que lo hubiera pasado esta temporada.

Manos


Esta mañana, de camino a, cómo no, Mercadona para comprar algo con lo que acompañar el suflé de patatas con queso cheddar que toca en el menú, me he encontrado con V.

V. es una mujer que trabaja mucho, muchísimo, y que cuida de su nieta, que va al mismo cole de Juan. Vivió un par de meses al lado de casa. Dormía en una habitación que daba a nuestro dormitorio y se mudó a las pocas semanas de nacer Darío. Todavía me pregunta cada vez que me la encuentro si sigue llorando tanto por las noches. No sé, quizás hubo alguna relación causa-efecto.

Además de preguntarme por Darío, me habla de sus problemas. Necesita desahogarse. Hoy me ha dicho que pensaba que la gente que ha nacido para trabajar morirá trabajando. Miro a las mujeres que están allí, ha dicho señalando la atestada terraza del Bar Avenida, y pienso que dejan a sus hijos en el colegio y se pueden olvidar de que tienen familia y se quedan allí sin hacer nada, y miro mis manos (me las ha enseñado) y pienso que me paso el día limpiando casas.

Después ella se ha ido a trabajar y yo a hacer la compra.

PD: Pensaba comprar unas rodajas de calamar congeladas pero me he dicho: Qué demonios, un día es un día; y he comprado tres filetes de mero para hacerlos a la plancha.

PD al PD: He escrito el PD anterior para usar el punto y coma. Me encanta el punto y coma.

Tercer PD: Este blog empezó en el bar Avenida con ese primer (y último) café.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Servicio público: Botón de off


Antes de dejar entrar en casa a un juguete ruidoso, hay que cerciorarse de que tenga botón de off para poder apagarlo. Si no lo tiene, es mejor que se quede fuera. Nosotros no lo hacemos y por eso nos pasa lo que nos pasa.

El Baby Mickey piloto de la foto parece estar equipado con alguna clase de sensor de movimiento y cuando detecta presencia humana a su alrededor se pone a dar grititos y hacer ruido de motor. Mola un montón cuando has conseguido dejar a los niños durmiendo, intentas salir de la habitación silencioso como un ninja y la abominación Disney se pone a gritar a pleno pulmón: ¡¡¡YU-HUUU!!!

También tenemos una ranita que no se calla ni debajo del agua. Hace un ruido que se parece remotamente al croar de un batracio pero que, además, da mucho miedo porque es bastante siniestro. La tenemos enterrada en el fondo del cajón de los peluches y, de vez en cuando, se pone a cantar insistentemente con ese sonido de ultratumba que nos acongoja. A veces, incluso se raya, y suena como si estuviera remezclada por Danger Mouse, los Beastie Boys o los mismísimos Portishead. Deberíamos tirarla antes de que nos provoque un infarto.



Encima, estos juguetitos del demonio parecen no gastar pilas. La rana tiene casi cinco años y sigue como el primer día.


PD: El Baby Mickey piloto pienso guardarlo hasta que mis hijos sean mayores. Entonces lo colocaré estratégicamente en la puerta de casa para que los sorprenda cuando vuelvan a las tantas de fiesta, algo perjudicados y andando de puntillas para no despertarnos.

"Educadora soy..."


Una amiga dice cada vez que le toca hacer en el trabajo alguna cosa inesperada, rara o incluso peligrosa: "Educadora soy, donde me mandan voy". La rima está en el verbo y no en el sustantivo por lo que se puede cambiar el género sin que pase nada, aunque la verdad es que yo me he acostumbrado a repetirla literalmente. Quienes usamos dicha frase lo hacemos porque consideramos que la profesión de educador no conoce límites, es un poco como ser tripulante de la Enterprise.

Educadora soy, donde me mandan voy, en concreto a un centro comercial, con la monitora del taller de baile moderno y con dos de las chiquillas bailarinas, a comprar los trajes para la exhibición que estamos preparando para fin de curso.

martes, 26 de mayo de 2009

Post autodestruido


Con algo más de una hora de retraso sobre el horario previsto (urgía comprar calcetines tobilleros contra el calor y slips porque los boxers no molan nada con pantalones pitillo ajustados), ha explotado el post autodestructivo.

Si queréis ver cómo ha quedado hacer clic aquí.

La onomatopeya de la explosión es el título de una canción de The Creation. He encontrado un vídeo bizarrísimo de una versión hecha por Furnaceface (ni idea de quiénes son) que pongo a continuación:



PD: Los calcetines que he comprado no son tobilleros. Son algo así como calcetines mínima expresión que supongo que se llamarán sueleros porque la suela es lo único que cubren.

lunes, 25 de mayo de 2009

Concursos

Hasta hace una semana, había ganado dos concursos en la vida. El primero fue en la EGB con un dibujo de Dulcinea (vaya, de nuevo el Quijote) y el segundo hace tres años cuando conseguimos la adjudicación pública del proyecto en el que trabajo.

Haber ganado dos concursos en la vida es un dato que en sí mismo no dice nada. Podría ser un tipo de lo más afortundo si solo hubiera participado en esos dos concursos. Pero no, porque he participado en innumerables concursos literarios. No llevo la cuenta pero la cosa alcanza las tres cifras sin haber conseguido nada de nada.

La semana pasada probé suerte en el blog de un programa de radio en el que sorteaban una entrada doble para un concierto en Murcia. A los pocos días me llegó un e-mail diciendo que había ganado. Tenía que presentarme en la puerta del local con mi DNI porque mi nombre estaría en una lista con otros afortunados. Al principio me puse muy contento pero enseguida desconfié. Qué queréis, tengo así el carácter. Primero pensé que solo había participado yo. Luego investigué y descubrí por qué había ganado el concurso (la clave está en la palabra remarcada en amarillo):


Ni que decir tiene que no fui.

Nabokov y un libro sobrevalorado


Ayer nos echamos una partidita al Trivial. Aparte de cabrearte por la estupidez de agunas preguntas, se puede aprender algo. Por ejemplo: ¿Cuál fue el libro que quemó Vladimir Nabokov en el Memorial Hall ante más de 600 alumnos negando que fuese una obra maestra?

Yo no lo sabía pero me paré a pensarlo y di con la respuesta. El Quijote. No podía ser otro.

PD: Destruir libros es una actividad que se llama biblioclastia y si bien es propia de fascistas y fauna por el estilo también la han practicado gentes más respetables, como mi queridísimo Carvalho, el detective de Vázquez Montalbán. En cuanto tenga una chimenea en casa, haré como él y la prenderé usando libros. Y para que no se diga, empezaré con alguno mío.

domingo, 24 de mayo de 2009

Bestiario del hombre ama de casa: El tiburón



Y llegó el día en que Macoma, Dios del agua y de la sal, Dios del cansancio y el sudor y Dios de todo lo demás que existe y que no existe, se hartó de las burlas de los tiburones.

Macoma, único Dios en aquellos lejanos tiempos, no paraba ni un segundo. Muchos eran sus poderes y muchas sus obligaciones. Cada segundo tenía que resolver un problema nuevo, a cada instante se estropeaban cosas que había que arreglar, continuamente le llegaban quejas de aquí y de allá de asuntos que iban mal. Corría sin cesar, con la lengua fuera y la cabeza aturullada, escuchando las risas que los tiburones se daban a su costa. Odiaba ver a esos peces gandules, acomodados en sus lechos de coral, disfrutando de sus batidos de sangre fresca y de sus tapas de pescadito frito, mientras él se moría por una buena siesta. Entonces cayó en la cuenta de que ninguna ley obligaba a que existiera un Dios único y decidió compartir sus poderes.

Se os ve muy agusto, les dijo a los tiburones. Hoy me he levantado generoso, continuó, y he decidido cederos algunos de mis atributos. Desde este mismo momento os declaro dioses del movimiento y la dinámica. Un rayo brillantísimo surgió de su mano derecha y fue a estrellarse contra los sorprendidos tiburones. Y ahora, sentenció Macoma, Dios de la palabrota y del insulto, a reiros de vuestra puta madre, cabrones.

Desde aquel día, los tiburones fueron víctimas del gran poder que les otorgó Macoma y, siendo Dioses del movimineto y la dinámica, no pudieron estarse quietos ni un segundo. Aquellos que dejaban de nadar, se iban al fondo del mar y morían irremediablemente.

A veces, confesó en cierto ocasión elhombreamadecasa, pienso que mi mujer es un prodigio de la naturaleza y en vez de dar a luz a dos niños, parió a dos tiburones.


Próxima entrega: El gato II

miércoles, 20 de mayo de 2009

Plan de fuga



En los últimos tiempos me dedico a cosas que antes no hacía. A saber: fumar y correr. Pueden parecer actividades contradictorias pero solo aparentemente.

He estado pensando al respecto (conmigo no sirven los típicos chistes precocinados que se le sueltan a alguien cuando dice que ha pensado porque yo me paso el día con la cabeza dale que te pego, de hecho la tengo como el pavo del dibujo) y he llegado a una conclusión. Ambas acciones permiten tener abierta la posibilidad de escapar, cuanto más lejos mejor. Cariño, salgo un momento a comprar tabaco... y nunca más se supo. También puedo irme una tarde a correr y no parar como un Forrest Gump cualquiera.


(Recuerdo al margen. Vimos "Forrest Gump" en Cuzco. Vivíamos en el hospedaje San Rafael, muy recomendable, y teníamos bastante tiempo libre. Esa noche echaban la peli y antes de verla nos fuimos a un supermercado que había cerca de casa que se llamaba "El tigre" o algo similar escrito con tipografía china. Compramos un montón de patatas fritas, doritos y similares y un par de botellas de Crush, la Fanta de Pepsi. Nos dimos un buen festín viendo a Tom Hanks.)

(Apunte de moda, también al margen: Los mods acostumbramos a abotonarnos la camisa hasta arriba del todo, lo que a veces puede darnos una imagen algo paleta, ver la foto del corredor algo más arriba)

martes, 19 de mayo de 2009

Nuevo método de aprendizaje de español para (menores) extranjeros


Ya conté que la ropa de colores, especialmente si la llevo yo, motiva a los chavales del barrio en el que trabajo. Ayer me presenté allí con mis pantalones pitillo color morado. Un chico recién llegado me preguntó en cuanto me vio:

- Maestro, ¿es pantalón de chico o chica?

Me acerqué a él y le respondí con otra pregunta:

- ¿Yo soy un chico o una chica?

Lo pensó durante unos segundos y respondió:

- Un chico.

- Pues ya está, son pantalones de chico.

Estoy pensando en desarrollar un método para estimular a los chiquillos y chiquillas que acaban de llegar al barrio y necesitan practicar el español. Lo llamaré "Aprende español metiéndote a placer y sin ninguna clase de respeto con el maestro feder".

PD: Considero que no merezco el calificativo de Maestro. Cuando me llaman así respondo: Dime, joven padouan. Pero el frikismo de Los Rosales va por un lado distinto al mío y no suelen pillar mi referencia a Star Wars.

lunes, 18 de mayo de 2009

Bestiario del hombre ama de casa: El gato



Al poco de acabar la carrera de Veterinaria, elhombreamadecasa trabajó en una clínica de A., cerca de Murcia. Allí era el chico para todo o, como le dijo una vez un cliente, el obrero de I. (que así se llamaba la dueña de la clínica). Atendía la consulta, ponía vacunas, vendía piensos y collares y le cortaba el pelo a los perros. Esto último no entraba en el temario de la carrera, ni siquiera como créditos de libre configuración. Mira que para esto soy muy torpe, le advirtió elhombreamadecasa a I. No importa, te apañas como puedas, dijo ella.

La primera en la frente. La señora dejó a su perro para que le cortaran el pelo y quedó en recogerlo por la tarde, por suerte. Lo primero que pasó cuando elhombreamadecasa metió la tijera fue que le dio un buen corte en la oreja. Aquello no paraba de sangrar. Había un producto muy socorrido que, supuestamente, cortaba las hemorragias. Elhombreamadecasa gastó varios frascos sin resultado alguno. Al final, a fuerza de vendajes compresivos y litros de aquel producto, la hemorragia cesó y por la tarde, cuando vino la dueña a por su perrito, el corte apenas se veía.

Rara era la semana en la que no traían varios perros para cortarles el pelo y más rara aún la semana en la que I. no recibía dos o tres llamadas de queja de dueñas indignadas por el estropicio que su obrero le había hecho a sus queridos perritos. Soy veterinario, no peluquero, se defendía elhombreamadecasa.

Y cuando parecía que la cosa no podía empeorar, llegó una señora con su gato. Vengo a que le cortes el pelo. Elhombreamadecasa no dijo nada pero en cuando la señora salió de la clínica, llamó a I. ¡Me han traído un gato par que le corte el pelo! gritó por teléfono. ¿Y? respondió ella desde el otro lado de la línea telefónica. ¿Cómo que y? ¡SOY ALÉRGICO AL PELO DE LOS GATOS!

La dueña se mostró comprensiva pero contundente. Sentía mucho el problema de elhombreamadecasa pero había que cortarle el pelo al gato sí o sí.

Elhombreamadecasa llevó al gato al sótano de la clínica, donde estaba la peluquería. Le administró un calmante al gato y un buen chute de antihistamínicos a sí mismo, llevando cuidado de usar jeringas distintas. Cuando los dos estuvieron relajados, elhombreamadecasa se puso una mascarilla, guantes de látex y una bata de cuerpo entero. Mientras buscaba la cuchilla del tres, suspiró y pensó: Y para esto saqué matrícula de honor en Patología Médica y de la Nutrición.
Próxima entrega: El tiburón.

jueves, 14 de mayo de 2009

Servicio público: Ventiladores de techo


Los ventiladores de techo son muy socorridos para combatir el calor del verano. Casi todos llevan dos posiciones para hacer que el aire suba o baje según haga calor o frío pero no creo que nadie los use en invierno. Eso hace que se pasen varios meses sin usarlos y el polvo se acumula en sus aspas a base de bien. Si uno no tiene en cuenta lo anterior y los pone en marcha después de mucho tiempo sin usarlos se puede liar parda. Por eso, recordad, es imprescindible limpiarlos antes de una nueva temporada veraniega.

PD: A mí nunca me ha pasado eso de poner en marcha un ventilador de techo y que kilos de polvo se esparzan por toda la habitación porque yo los limpio cada semana, los use o no porque soy muy limpio y apañao. Eso le pasó a un amigo mío, que conste.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Una cosa que me ha pasado


El lunes fui a la biblioteca a buscar al azar un libro que leer. Vi uno de título irresistible, "Llega un hombre y dice", y lo saqué. No me fijé en nada más, ni reseña, ni autor (atención al masculino genérico que ahí está el quid del post, con perdón), ni editorial...

Esta mañana, mientras dormía a Darío, he empezado a leerlo. Al abrirlo he visto la foto del autor y he pensado: Coño, si es una tía.

Vale, estadísticamente es más probable que al tomar un libro al azar sea de un escritor que de una escritora pero no está bien presuponer que, por defecto, el autor será un hombre. Yo me proclamo feminista y, a pesar de eso, mis esquemas mentales siguen siendo machistas. Al fin y al cabo, me excuso, vivo en una sociedad que es machista. Luego dirán que el masculino genérico no es malo y que buscar formas igualitarias para escribir es una chorrada bien pensante. Pero no está bien que el lenguaje invisibilice a una parte de la población. Es necesario hacer lo posible para cambiarlo.
Por cierto, la autora se llama Nicole Krauss y es la de la foto.

martes, 12 de mayo de 2009

Gigante


1. Vimos a Antonio Vega actuando en un Lemon Pop hace un montón de años. Todo el concierto nos pareció irreal porque lo que veíamos no acababa de encajar con lo que escuchábamos. Cuesta entender lo que llega a nuestro cerebro de forma incoherente. Hay que decidir cuando uno no puede quedarse con el término medio. Huímos del equilibrio y nos quedamos con lo que escuchábamos.

2. De vez en cuando, en la biblioteca de nuestro pueblo aparecen joyas desubicadas. Un día Mercedes encontró "3000 noches con Marga", el disco que Antonio Vega dedicó a su mujer. Lo cogió prestado y lo perdió. Quiso comprar otro y devolverlo pero las normas de la biblioteca no lo permitían. Le pusieron una sanción de un mes y le dijeron que si quería podía donar un ejemplar nuevo. El mismo día que lo compró, apareció el CD prestado.

3. Un amigo escuchaba mucho a Nacha Pop. Eran los tiempos de BUP. Creo que lo primero que escuché de ellos, y que nunca olvidaré, son estos inesperados versos: Y es que no hay nada mejor que formular / La física es un placer. Sería un bicho raro, pero no estaba solo.

4. La protagonista de la canción que Antonio Vega hizo en el disco homenaje a Serrat (Romance de Curro El Palmo) se llamaba Merceditas. Y yo que soy muy de empatizar, me ponía tristísimo al escucharla.

5. Cuando me hacía cintas recopilando canciones, no dejaba de incluir Se dejaba llevar por ti.

6. Antes de quedar subyugados por la película, Mercedes y yo escuchamos hasta hartarnos la banda sonora de Amores Perros, donde está la canción que sigue:




Fuera de lugar


Esta mañana hemos despedido a Mercedes en la puerta. Allí estábamos los tres, Darío llorando amargamente, Juan preparado para demostrar que podía correr más rápido que el coche de su mamá y yo agitando la mano como un amantísimo esposo mientras hacía cálculos mentales temiendo que no me diera tiempo a vestir a los niños, darles el desayuno, hacer las camas, ir al cole... La escena era de lo más entrañable pero yo me he sentido un poco fuera de lugar, tal vez como el marido de Ángela Merkel en la foto.


lunes, 11 de mayo de 2009

Malísimo


Estoy malísimo. Tengo lo que según mi médico de antes es un proceso viral que todos los adultos pasamos dos o tres veces por años. Los virus son muy socorridos para los médicos, siempre tienen uno del que echar mano en consulta.

Recuerdo la última vez que me puse malo a placer. Mercedes y yo vivíamos en nuestro primer piso de alquiler. Estaba en el centro de Murcia pero los muebles eran viejos y oscuros. Por eso nos gustaba y no nos gustaba a la vez. Acababa de empezar a trabajar como veterinario en una agrupación ganadera de cabras murciano-granadinas. Me dio una fiebre terrible y fantaseé con tener brucelosis. Antes, de adolescente, con lo que fantaseaba era con tener tuberculosis. Me parecía muy romántico eso de tener que irme a un sanatorio suizo de alta montaña. Creo que también me parecía muy romántico lo de escupir sangre, pero no podría asegurarlo.

Me pasé varios días en cama viendo la tele. El edificio tenía antena parabólica y pillábamos Cartoon Network. Vi horas y horas de dibujos animados, bien tapadito hasta los ojos, sin preocuparme de nada. Ay, quién pudiera ahora hacer lo mismo.

domingo, 10 de mayo de 2009

Oposiciones & Cía.



Ayer en el examen para acceder a la bolsa de trabajo de educadores sociales del Ayuntamiento de M. (¿por qué no escribo el nombre completo de mi ciudad? ¿a qué vienen estos excrúpulos tardíos de privacidad? ¿es que me creo que esto es una novela del siglo XIX donde todas las ciudades y personajes eran una inicial? ¿es que no quiero que nadie del Ayto. me pida cuentas? ¿no había mejor abreviatura para Ayuntamiento que Ayto.? ¿no son todas estas preguntas una vil estratagema para inflar el post y aparentar que es más de lo que es?), descubrí una cosa de capital importancia: el pomelo es tan diurético como me advirtió la vecina que me regaló una bolsa de ídems. Mira que me lo dijo: El pomelo es buenísimo porque es muy diurético (esto es bueno para quien necesite tomar algo con efecto diurético, que no es mi caso, dicho sea de paso). Pero, el sábado por la mañana, con los nervios del examen, lo olvidé y pensé solo en tomarme un zumo fresquito bien cargado de vitaminas y de energía de rápido consumo. Cuando llevaba una hora encerrado en el aula, escribiendo y escribiendo, empecé a sentir las urgencias del efecto secundario del pomelo. Joder, menudo ratico pasé hasta que me dejaron salir. A punto de renunciar a todo (no se podía abandonar el aula hasta que ellos lo dijeran) y salir corriendo a los aseos.


Como habréis podido suponer, y a pesar de mis reticencias, me presenté al examen. Antes de hacerlo, el día anterior por la noche, estudié 13 minutos. Mi intención era estudiar 10, pero se me fue un poco la mano. No estoy vacilando ni nada, de verdad, me limito a dar un dato. Yo era todo un profesional del estudio. Estudiaba diez, doce, catorce horas diarias. Respetaba las horas de sueño, mínimo siete. Tenía una técnica depuradísima con una serie de pasos que cumplía siempre. El día antes de la prueba me iba a pasear, al cine o a comprar tebeos a Historietas mientras mis compas de clase me odiaban. Llegaba al examen sabiéndomelo todo al dedillo. Y menos de un 8,5 era un fracaso. Pero eso era antes, claro. Antes de necesitar un baño de color (en el pelo, por las canas), antes de vivir con dos criaturas del averno disfrazadas de niños, antes de ocuparme de una casa y un trabajo... antes de ahora, vamos. Para este examen no podía estudiar y lo asumí. El día antes no merecía la pena complicarse y decidí seleccionar tres o cuatro cosas que leerme. Cosa que hice en 13 minutos. Y menos mal que no me esforcé más.

El exámen era dos casos prácticos en los que contaba más lo que supieras por estar trabajando que lo que se hubiera estudiado. Considero que me salió bien. Aprobando se queda uno en la bolsa de trabajo y eso creo que está conseguido. Je, ahora tendrá que valorar mi título de Veterinaria y, más difícil todavía, mi título de "Experto Universitario en identificación electrónica animal". Qué orgulloso estoy de él, por cierto.

Conseguí controlar el estilo panfletario con el que suelo abordar según qué temas. De lo que no estoy muy seguro es de haber impedido que algunos párrafos me salieran con el estilo del blog. Quizás puse alguna referencia friki o hablé de música sin necesidad alguna. O fui irreverente con algo con lo que no tenía que ser irreverente. Intento recordar y no puedo. En todo caso, da igual, ya está hecho.

Con el buen resultado, cambia mi opinión sobre el tema. Soy así, cual veleta dejándose mover por el viento de turno, sin voluntad, sin criterio propio. También soy un poco fantasioso y ya me veo el primero en la bolsa. ¿Por qué me moveré siempre en los extremos? Ser yo es algo agotador, os lo advierto. Quiero dar las gracias a todas aquellas amigas que me presionaron para que me examinara y a mi falta de personalidad, tan útil en algunos momentos.

Sé que os morís por saber qué llevaba puesto. Solo os diré que estrené una camisa Merc que mola un montón con el preceptivo tercer botón en la parte de atrás del cuello. También os diré que aguanté el tirón con el cuello abrochado hasta bien arriba, como manda el exigente canon mod.

Otra cosa. Hoy domingo no habrá Bestiario. Las ideas no fluyen tan rápido como me gustaría. Bueno, miento. Sí fluyen pero caóticamente. Surgen una tras otra pero no se ajustan a mis necesidades. Así que prefiero dejar semanas en blanco que rellenar con cosas sin fuste.

Acabo con unos minutos musicales. Podéis bailar si os apetece.

jueves, 7 de mayo de 2009

Los punsetes



Lo primero que pensé cuando conseguí quitar el plástico con el que la Fnac envuelve los CDs, que más que plástico parece kevlar, y la funda de cartón con la que ahora adornan las cajas para que parece que el CD es más de lo que es, fue: Vaya mierda, no me vuelvo a comprar un CD en mi puta vida. Perdonad por los insultos pero ya sabéis que mi literatura es hiperrealista y que me ciño a los hechos al milímetro. Hablando soy más cuidadoso pero cuando pienso me dejo llevar y suelto todas las palabrotas que me apetecen. Al fin y al cabo nadie puede escuchar mis pensamientos gracias a unos inductores de estática psíquica que me implanté en el cerebro hace ya unos años y que impiden que ningún telépata me lea la mente. Mano de santo, os los recomiendo. ¿Y a qué venía todo esto? Me he perdido. Voy a releer a ver de qué estaba hablando.

Ya. Vale. Pues eso, que me encontré con un CD patatero, con unas hojillas miserables, unas fotos feísmas, sin las letras, sin los títulos de las canciones... un desastre. Estaba cabreado como un mono hasta que lo escuché y todas mis quejas se evaporaron súbitamente. Pedazo de disco el que han hecho Los Punsetes. Me encanta. Llevo quince días escuchándolo una y otra vez para horror de Mercedes, que no puede escuchar un disco con una frecuencia superior a una vez por año.

Muchas de sus canciones se han convertido en himnos inmediatos (juraría que esa expresión la acabo de copiar del Rockdelux). Queridoalberto: No los conozco y los odio / Mis odios no son exigentes / Ya no soporto a la gente / Si eres feliz eres deprimente. Lo natural: Lo natural es desconfiar / Lo natural es que salga mal / Lo natural es la entropia / a lo mejor no lo sabías. Y otras las he adoptado como himnos madiatos después de varias escuchas. Maricas: Quiero morir en una discoteca llena de maricas / quiero morir bebiendo vino a morro de una barrica / quiero morir en el preciso instante en que lo diga una chica (no es compliquéis con correcciones políticas, es de buen rollo). Otras canciones no serán himnos pero están fenomenal: Fondo de armario, El fin del mundo, Dos policías.

La cantante canta como sin inmutarse. Y además canta en masculino, algo que no sucedía desde Ana Torroja y Mecano. Parece que no se le va a entender porque la voz suena flojito y la música ruidosa pero se le entiende a la perfección. En otros casos, hay letras que se retuercen incómodas con la música pero en este caso fluyen felices. Las rimas no están nada forzadas (ejemplo de rima forzada:
Serán las luces de esta habitación / Será el poder de una canción / Pero esta noche moriría por vos) y mi hipótesis sobre el ritmo (todavía no me he puesto a contar los versos) es que está cuidado y ajustado al detalle con la música.

Y ahora tres cosas que no pueden faltar en una reseña musical que se precie:

Las comparaciones: El comienzo de "Fondo de armario" me recuerda a Triángulo de amor bizarro y por ende a Surfin´Bichos.

Las pegas: Yo no pondría ninguna pega pero si hay que hacerlo, diré que solo hay una canción en todo el disco que no me gusta, por suerte es una versión.

La calificación: Esto se hace mucho pero no es imprescindible como las dos cosas anteriores. En estrellitas le doy cuatro y media sobre cinco y en número le doy nueve y medio sobre diez (al continente, no al contenido).

Pues ya está. Ahora a disfrutar:


miércoles, 6 de mayo de 2009

Un nuevo periodismo


Esta mañana he recibido un correo en el que me invitaban a convertirme en redactor de un nuevo periódico digital. No me entendáis mal, no es que alguien me haya leído, le haya parecido genial lo que escribo y me haya hecho una oferta personalizada. Era uno de esos correos masivos que no sé muy bien qué intención tienen. La cosa iba de buscar un patrocinador, publicar tus noticias y ponerte a ganar dinero, al parecer a espuertas. Ya me veo revolucionando el periodismo digital con noticias encabezadas con titulares tan especuaculares como estos:

¡Por fin! Mercadona se tira al rollo y vende frutas y verduras al peso.

Mi cocina ha permanecido limpia y ordenada durante toda una hora.

Avistada en Espinardo una persona joven y bien vestida.

La comida de hoy me ha quedado de rechupete.

En el último combate cuerpo a cuerpo de los hermanos, ganador Juan a los puntos.

Ascienden hasta el centenar los conductores imbéciles a los que he insultado hoy.

Abortada a última hora la compra por Internet de camisas Ben Sherman porque no tenían de mi talla.

martes, 5 de mayo de 2009

Oposicionándome


Me opongo a opositar, grito airado de vez en cuando. Estupendo juego de palabras, me responde mi interlocutor de turno (mintiendo vilmente porque el juego de palabras es un churro), pero piensa en tu futuro, es una gran oportunidad y tralarí tralará.

Las oposiciones son el sábado que viene y el premio para los que saquen mejores notas es: ¡un puesto en una bolsa de trabajo! Sí, señor. El Ayuntamiento de Murcia, no contento con privatizar gran parte de los servicios públicos, se ha lanzado a una innovadora campaña de precarizar hasta los puestos de funcionarios. Porque, gran invento, los que ahora están de interinos (o como se diga) también tienen que hacer el examen y si suspenden, a la calle.

De momento no he estudiado nada, literalmente. Sé de qué va la cosa pero no me puedo poner a detallar por escrito las diferencias entre tutela, custodia, patria potestad... Tampoco me sé las leyes ni los indicadores de...

Vaya, se acaba de despertar Darío de su microsiesta mañanera. Tengo que ir acabando. ¿Habéis probado alguna vez a escribir mientras un niño golpea salvajemente el teclado del ordenador? ¿No? Pues hacer la prueba, es divertidísimo. Iba a seguir echando pestes de las oposiciones, psicoanalizar las razones por las que me pone enfermo pensar en ir el sábado al mismo sitio que cientos de personas desesperadas por entrar en una vil bolsa de trabajo y acabar con un postdata poético en relación a una imagen muy romántica que se me ha ocurrido esta mañana mientras hacía la cama. En fin, otra vez será.

Lo dejo antes de que Darío atine a encender el mechero cerca de su osito de peluche altamente inflamable.

lunes, 4 de mayo de 2009

El lado oscuro nos acecha

Juan es de mucho soñar, también por las noches. A veces tiene pesadillas feísimas (hay quien dice que los sueños son una especie de Sala de peligro en la que ensayamos cómo actuar en determinadas situaciones... según eso, Juan deberá afrontar todo tipo de monstruos en la vida y yo todavía ando esperando a que nos invadan los marcianos de La guerra de los mundos). Otras se despierta superdecepcionado: Jo, he soñado que estaba en Gijón y era mentira. Despertar hace buenos los malos sueños y malos los buenos sueños. Así de retorcida es la realidad.

Hace poco se despertó muy contento. He soñado con Skywalker, me dijo, peleábamos juntos. ¿Y de qué color era tu espada láser, verde, azul...? le pregunté. Roja. ¡¿Roja?! un escalofrío me recorrió el cuerpo. Sí, es que le daba un puñetazo a ese que va de negro y le quitaba su espada.

Desde entonces no paro de darle vueltas al asunto. ¿Querrá eso decir que mi chiquillo está a punto de pasarse al lado oscuro? ¿Dónde está Yoda cuándo se le necesita?

viernes, 1 de mayo de 2009

Bestiario del hombre ama de casa: La mamá cabritilla


Si hay algo que lee el hombre ama de casa, más que prospectos de medicamentos infantiles, tebeos sacados al peso en la Biblioteca Regional, novelas de Murakami, tablas de calorías, folletos de supermercados, blogs, revistas musicales y etcétera, son cuentos infantiles. Suele leerlos en voz alta y a la hora de dormir.

De estas ingentes lecturas ha aprendido una cosa: No hay nada que mamá cabritilla no haga por sus hijos cabritillos (atención sino al detalle señalado de la ilustración de abajo). Por eso el hombre ama de casa quiere felicitar a la mamá cabritilla en este, su día.



Próxima entrega: Ya se me ocurrirá algo (que no es el nombre de un extraño animal sino la consecuecia de que voy atropellado, dando tumbos y a salto de mata porque no hay forma de planificar con tantas cosas como tengo que atender y es que el que mucho abarca poco aprieta y bua, bua, bua.)

Juan pregunta.