Cada miércoles un cuento en El Estafador

jueves, 29 de diciembre de 2011

Annie, el musical

Ayer fuimos a ver Annie, el musical. Y no tuvimos que ir hasta la Gran Vía de Madrid, porque, qué cosas, de vez en cuando se hacen espectáculos chulos en Murcia. En Murcia región porque el musical se realiza en Alcantarilla, un municipio cercano, de curioso nombre y que últimamente sale mucho por aquí.


El lugar de la representación era el Centro Cultural Infanta Elena. Sus responsables tienen poca cintura y ningún reflejo. ¿Es que no saben que las infantas están caducas, demodés, out? Si ya ni siquiera van a la apertura solemne de la legislatura. Sobre este tema, andaba yo muy feliz pensando que Urdangarín estaba haciendo más por la Tercera República que Público y sus camisetas, aunque viendo tanta reverencia y tanto aplauso al Rey en el Congreso, no sé, la cosa sigue teniendo mala pinta (republicana).


Antes de salir, tuvimos uno de esos momentos familiares tan entrañables y dulces. Juan se empeñó en no ir y dijo que si lo llevábamos, sería a la fuerza y que se pasaría toda la representación mirando hacia atrás. Darío hizo lo propio y no paraba de repetir que quería que llegáramos tarde y nos lo perdiéramos. Dichosa adolescencia prematura. No nos queda por pasar.


Darío estuvo a punto de ver cumplido su deseo porque aparcar en Alcantarilla resultó misión casi imposible. Más de quince minutos que estuvimos dando vueltas y vueltas. Al final dejamos el coche a tomar por saco, básicamente.


Creo que si digo que éramos la única familia sin hijas y de las pocas sin familiares entre la compañía no me equivoco mucho. Y, lo digo ya, el musical merecía la pena, no había que ser primo de uno o tía de la otra. Fue un espectáculo brillante y divertido. De categoría. La gente no paraba de repetir cuánto habían trabajado y eso pero a mí lo que me gustó fue el resultado. 


Me chifló Carmen Martínez, la actriz que interpretaba a Miss Hannigan, con el rollo borrachuza y algo pendona de la versión cinematográfica de John Houston. Las niñas, claro, también estuvieron muy bien. Especialmente Molly, la más pequeña. 


Las adaptaciones de las letras, el asunto más peliagudo, me gustaron muy mucho. Respetaban bastante el sentido original y tenían momentos brillantes, como cuando Miss Hannigan le pide a dios que le mande DDT para fumigar a las huérfanas. Y como cuando hablo de Annie se me enciende la vena enciclopédica, va un rollo papatero. Hay una canción ("We´d like to Thank You Herbert Hoover") que cantan un grupo de vagabundos. Explican que antes las cosas les iban muy bien y que ahora andan robando carbón para poder calentarse. Era 1933 y todavía se notaban los efectos de la Gran Depresión. En la versión de ayer no le daban las gracias a Hoover pero sí al Presidente, sin nombres y apellidos. Pensar en Zapatero era inevitable. Hoover, trigésimo primer presidente de los USA, llegó a decir que la crisis sería pasajera y que la recuperación estaba a la vuelta de la esquina. ¿Qué demonios pasa? ¿Hemos estado siempre en crisis o qué?






Salimos del centro cultural de nombre caído en desgracia canturreando sin parar y más contentos que unas castañuelas. Nuestra más sincera felicitación a toda la gente que ha trabajado y actuado en Annie, incluida la orquesta, por supuesto.


PD: Todavía quedan algunas representaciones.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

La Duquesa

Para quitarnos el mal sabor de boca de la entrada anterior, vamos a hablar de La Duquesa. Pero no de una cualquiera que haya adquirido el título por azares del nacimiento y crueles guerras medievales. No, nada de eso. Se trata de una mujer que adquirió el título por méritos propios.


Resulta que Bo Diddley, ese gigante del blues, R&B y todo lo que haga falta, actuaba en directo con una guitarrista llamada Peggy "Lady Bo" Jones. Cuando esta dejó de tocar con Bo, el público no dejaba de murmurar y preguntar por la guitarrista. Así que, el bueno de Bo se puso a buscar una. Y encontró a Noma Jean Wofford (qué bello nombre). Norma Jean consiguió un apodo menos posesivo y más deslumbrante: The Duchess. 




Desde 1962 hasta que se casó (malditos matrimonios) estuvo girando con Diddley y dejando vídeos para la posteridad.






En la página que estoy usando para escribir esto, dicen de ella que era la encarnación del rock and roll duro pero glamuroso y que dominaba la escena con sus brillantes y largos vestidos (aunque en el vídeo sale con ¿mallas?). Y con sus poderosos acordes, también. Por no hablar de su hipnótico movimiento de pies.


Bo y La Duquesa se hacían pasar por hermanos, lo que le permitía a Norma espantar a los moscones. Además de ser una excelente guitarrista, tenía la cabeza en su sitio y Diddley le pidió que se encargara de guardarle el dinero. El músico siempre recordó lo bien que le trataba, con cariño, y sin la tontería esa de dejarse deslumbrar por la fama.


La Duquesa murió en 2005. The Animals hablan de ella en su "Story o Bo Didley":






(atención al minuto dos, se puede ver el nacimiento de un baile que arrasaría años después: La Macarena).


PD: Supe de La Duquesa gracias al facebook de El Sótano.

martes, 27 de diciembre de 2011

20.000 euros

Me había olvidado de recargar la batería del mp3. Caminaba por Espinardo sin escuchar música y, lo que es peor, oyendo las conversaciones de la gente. Delante mía iban dos hombres. Cincuentaytantos. Hablaban de un tercero que se había ido a vivir a la huerta. Solo. Después de toda una vida viviendo en el centro de Murcia. Murcia no es Madrid pero es una ciudad. Al fin y al cabo. Este tercer hombre estaba desesperado. Simpaticé con él. Yo no vivo solo en mitad de la huerta. Pero antes vivía en pleno centro de Murcia. Y ahora, en Espinardo. Uno de los hombres de cincuentaytantos dijo la siguiente frase: "Si me pasa eso a mí, me la llevo palante". Hablaba de la razón que había arrastrado al tercer hombre a la soledad huertana. Hablaba de una mujer. Si le pasaba eso a él, buscaba a un rumano, aunque le cobrara 20.000 euros, y se la quitaba de en medio. Me tuve que parar. Me volví hacia ellos y les dije brutos, salvajes y no sé cuántas cosas más. Lo curioso es que el otro intentó justificar las palabras del uno. Es que la mujer se ha enamorado de otro y... Les dije que ya había escuchado mucho más de lo que quería y aceleré el paso. Déjalo, déjalo, dijo el uno. Como si el bicho raro o el loco fuera yo. Alguna gente sigue viviendo en las cavernas. En pleno siglo XXI.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Cesta de Navidad

Mercedes es de ese tipo de personas que revisa papeles. Los extractos del banco los repasa con lupa y las facturas de teléfonos pasan una inspección exhaustiva. Esto tiene sus pros y sus contras. Llevaba varias noches de insomnio, estaba cansado, ¿cómo iba a suponer que se trataba de un timo? Nadie llamaba, la pregunta era facilísima y pensé que esos 3000 euros serían míos en menos que canta un gallo. Si Mercedes no hubiera revisado aquella maldita factura, esta vergüenza hubiera quedado escondida junto con tantas otras. Pero, en fin, pelillos a la mar.


Decía que tiene sus pros y sus contras. En la vida se me iba a ocurrir a mí revisar las papeletas de la rifa de la cesta de Navidad de la Comisión de Fiestas de Espinardo. Pero ella sí lo hizo. Y, mira tú por dónde, nos había tocado. Muérete de envidia, Fabra.




PD: Ahora pensaréis que quiero seguir abusando de este personaje patán y entrañable en las desgracias que me estoy forjando. Pero os juro por los derechos de autor que salía descalzo del cuarto de baño, algo distraído, cuando tropecé con el arcón de navidad. No sé si he dicho que la cesta era en realidad un arcón. Un arcón con las esquinas reforzadas. Si no me he roto uno de los dedos del pie derecho, ha faltado poco. Doler duele una barbaridad.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Tetas

Prólogo A: ¿A cuento de qué se habrá puesto este ahora a recomendar libros? se habrá preguntado alguien. Ha llegado el momento de saber la verdad. Todo ha sido un plan tan maquiavélico como brillante dirigido a incluir la palabra "tetas" en el título de un post. De esta manera, me aseguraré millones de visitas vía buscadores. De aquí a la conquista del mundo, resta un paso.


Prólogo BE: Tal y como dije, he reseñado tres libros antes del sábado. Y no os penséis que tenía las entradas redactadas con antelación. No, no. Las he ido escribiendo sobre la marcha, como un campeón.


Y ahora, el libro.




"Tetas" forma parte de una colección que incluye otros títulos igual de atractivos como "Costras" o "Agujeros de la nariz". Y todos ellos forman una colección publicada por Media Vaca, una editorial con un logo sin despercidio:




Entre "Tetas", el logo y la publicación de "El arroyo", un texto del sabio, geógrafo y anarquista Élisée Reclus, esta editorial se ha ganado mi amor incondicional.


Pero la cosa iba de "Tetas". El libro es obra del japonés Genichiro Yagyu, al que de pequeño llamaban "gafas de nabo". Quizás le recordéis por otros libros como "¿Qué es la orina?" o "El libro de las enfermedades". En "Tetas" se explica la razón de ser de estos imprescindibles elementos corporales. Los bebés tienen tetas, los chicos tienen tetas, las madres tienen tetas, los luchadores de sumo tienen tetas. Ah, pero solo las de las madres sirven para amamantar a los bebés. Y esto se explica hasta con algún que otro corte longitudinal de una glándula mamaria. 


Algunos párrafos son odas a la lactancia materna:


"Las tetas de las mamás son redondas, son suaves, cálidas y además huelen bien. A los bebés les encantan las tetas maternas, tan redondas, tan suaves y cálidas, y con un olor tan agradable."






Pero no es un libro radical. La última página, redactada por el Doctor Makoto Yamada, está dirigida a los niños y niñas que no han tomado leche de sus madres y dice cosas como "Aunque tu madre no haya podido darte de mamar, lo que importa es que te crió estupendamente y te dio cariño y todos los cuidados que necesitabas".


Yo lo tengo claro, para Reyes me pido la colección entera.


Darío afirma


Publicidad: "Cuentos Pop"

En estas fechas entrañables en las que tanto dinero cambia de bolsillos, no me importaría que alguno acabara en los míos. Pero no es plan de pedirlo así, sin más. A cambio se ofrece una estupenda colección de cuentos y de ilustraciones basados en canciones guays del paraguay.






Razón aquí.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Cena de Nochebuena (y otros asuntos de sumo interés)

Anoche puse a marinar dos trozáncanos de salmón de kilo y medio (un poco menos) cada uno. Ahí están con su coñac brandy, su pimienta en grano de colores (monísima), su mostaza en grano (hasta el club gourmet de El corte inglés me tuve que ir a por ella), su eneldo fresco, su azúcar, su sal, su pimentón, su ralladura de limón y su cariño, mucho cariño. Ya están en marcha los preparativos para el cenorrio de Nochebuena.


(He pensado acompañar el salmón con una ensalada sueca de patatas pero antes tendré que saber cómo demonios se "disuelven los rabanitos en leche". Así, de entrada, diría que es imposible.)


PD: Ayer volvió a casa la muchachada de la UCAM para grabar nuevas escenas del documental sobre un hombre amO de casa. Me enseñaron lo que llevaban hecho. Quedo como el culo, así, sin matices. Salgo de dos maneras: o enseñando la coronilla, despejadísima, o enseñando las entradas, ídem. Y tengo una serie de frases brillantes del tipo de: Nada de jugar con los clicks, si queréis hacer algo podéis ver la tele o Darío, no puedes llevarte eso al cole (él se pone a llorar) veeeenga, vaaaale, te lo puedes llevar. También salgo preparando una elaboradísima cena a base de salchichas frankfurt.


PDII: Sabéis que me gustan muchos las deserts boots. Pero están malditas. Primero me cargué las blancas. Y ahora, las que tengo de color marrón claro me rompen los calcetines. Pensé que era cosa de la uña del pie, mal cortada o algo por el estilo, pero después de concienzudas investigaciones y varios calcetines sacrificados, puedo afirmar que son las botas. Hala, a zurcir.


PDIII: La receta del salmón la he sacado de El comidista. Un blog que mola por varias razones, algunas como esta.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Un vikingo en el jardín

Las recomendaciones de ciertas personas son palabras mayores. Por ejemplo, si Joserra me dice que me compre un disco, me falta tiempo para salir echando chispas a la tienda. Algo parecido me sucede si Biblioactiva me recomienda un libro. Que fue lo que pasó con "Un vikingo en el jardín". Y es lo que yo voy a hacer ahora.




Un amigo me preguntó qué le regalaba a Juan para su último cumple. Yo le dije que "Un vikingo en mi jardín". Me llamó desde la tienda y me dijo que si estaba seguro de que sólo quería eso. Somos de hacernos regalos de cierta entidad. Le dije que sí, que sabía que era un libro barato (siete u ocho euros) pero que estaba seguro de que nos iba a gustar mucho. Digo, le iba a gustar mucho.


Y así está siendo. Todavía no lo hemos terminado. Cada noche leemos cuatro o cinco páginas y algunas veces tengo que dejar de leer porque me asaltan auténticos ataques de risa. Como cuando Sof agarra a las dos vecinas impertinentes de Tía Patente y las lanza contra las flores del jardín. Troncharse es la palabra.


Pero comenzaré por el principio. Tía Patente, una mujer decente que vive en un barrio decente y todo lo demás decente, decide plantar unos perales en su jardín trasero. Empieza a excavar y encuentra un antiguo jarrón al que no da mucha importancia. De hecho, se deshace de él. Pero esa misma noche, un vikingo hecho y derecho aparece en su casa dispuesto a recuperar el jarrón que, en realidad, era una urna de sacrificios. 


En ese momento empieza un carrusel de disparates que incluye un gallo muerto a flechazos en un jardín trasero, señoras volando sobre los parterres, el Movimientos de Impulsivos, robos a medianoche y no sé cuántas cosas más.


El texto tiene la cantidad justa de palabras, no le sobra ninguna. Es más, algunas, especialmente los adjetivos y algunas interjeciones, están colocadas de forma estratégicas. Parecen uno de esos rayos láseres que al pisarlos se dispara la alarma, solo que en este caso lo que se dispara es la risa.


Un ejemplo: El notario Nop y el señor De Vries salieron de la tienda donde se alquilaban disfraces. Siguiendo los consejos de sus respectivas mujeres (las lanzadas sobre el césped), habían decidido ponerse unos cuernos y una piel de animal.


Vamos por algo más de la mitad. El vikingo y Tía Patente están huyendo de la policía e irrumpen en pleno recital de un virtuoso del violonchelo. Espero que Sof, así se llama el vikingo, pueda recuperar la urna y volver al Valhala. Aunque algo me da que la vida de Tía Patente será muy aburrida si Sof se marcha.


La autora es Anni M. G. Schmidt. Incluye ilustraciones de Teresa Novoa. Está publicado por El Barco de Vapor.


PD: He visto que en algunas páginas muestran dos resúmenes del libro. Uno para niños y otro para adultos. Si fuera capaz de incluirme en alguna de esas dos categorías, sospecharía y daría por hecho que el mejor resumen es el de los otros. Y que me ocultan algo.

martes, 20 de diciembre de 2011

Fiesta de Navidad

Esta entrada va dedicada a Verónica que se ha perdido la actuación de Navidad. Vaya mala suerte.


Cada año hablo de este tema y defiendo la importancia de actividades así. Hoy no va a ser menos. A eso de las ocho de la mañana, Darío ya estaba despierto pidiendo ser maquillado para la función de Navidad. Luego, una masa incontrolada de padres, madres y demás familia sacudía las puertas del colegio para que les dejaran pasar y coger buen sitio. La media era de tres aparatos grabadores por cabeza. Que el cole despierte tanta emoción y buen rollo es necesario. Sirve un montón para toda la comunidad educativa. Que no se pierda.


Este año ha sido muy divertido. La nueva megafonía ha hecho mucho. Por no hablar de la pizarra electrónica con sus power points molones. 


La clase de Darío ha bailado "Un belén de cuento". Los protagonistas eran los personajes de los cuentos: Caperucita, Blancanieves, el Gato con Botas... hasta el Lobo Feroz ha ido al portal de Belén a postrarse a los pies del Jesús. Darío, el más guapo, of course, iba de Pinocho.


Mercedes se hizo cargo de todo lo relacionado con el vestuario y el atrezzo pero, por cuestiones de horario, a mí me ha tocado el maquillaje. Las pocas veces en mi vida que he tenido que maquillar o peinar, se ha apoderado de mí un terror inexplicable. Me tiemblan las manos y se me nubla la mente. Solo tenía que ponerle mofletes y pecas. He necesitado varios intentos y que Mercedes me guiara por teléfono.


Si el baile de cuatro años ha sido original y chulo, el de la chiquillada de 5 años ha sido la bomba. Iban vestidos de trogloditas y cantaban al ritmo de "Meet the Flinstones". Los Reyes Magos iban montados en dinosaurios, se dirigían a Piedra Dura y, en el clímax final, San José gritaba ¿Maríaaaaaaaaa, abre la puerta! Sigo sin dar crédito.






Al mismo nivel de guapura y saber hacer de Darío, ha estado Juan. Su clase ha recitado un poema largo y con rimas de las que no dan vergüenza ajena, algo difícil con la Navidad de por medio. Lo iban recitando en grupos de cuatro y se han turnado brillantemente. Y la entonación... qué entonación. Nadie diría que estábamos en Murcia.


Y para acabar voy a decir que el trabajo de la seño teacher ha sido memorable. Los seis cursos que han pasado por el escenario han cantado un villancico en inglés. Se lo ha currado y bien.


PD: Precisamente estos villancicos han hecho que se esfumara todo mi espíritu navideño. Todavía gruño por los rincones por no haber entendido nada de las letras de canciones de Infantil y Primaria. Orejas tengo pero oído no.


PDII: El jueves vienen los Reyes o unos enviados suyos, más bien. El año pasado no pudieron repartir chuches. Todavía quedan algunos miembros en el Comando Chuche que creen en el diálogo y llevaron el tema al último consejo escolar. Los argumentos eran dos. El primero se basaba en el hecho de la magia. Los reyes son magos y no hay que justificar sus acciones. El segundo argumentos estaba basado en una tira de Calvin&Hobbes:




Nos dio mejor resultado que a Calvin y este año los reyes repartirán chuches. Hemos ido a un almacén supuestamente mayorista pero que vende a quien sea. Si vierais cómo llevo el maletero de chuches, os daba hiperglucemia súbita. Fijo que no pasaría un control policial. 


PDIII: Y sí, me ha quedado una entrada muy así.

lunes, 19 de diciembre de 2011

El topo que quería saber quién se había hecho eso en su cabeza

Voy a hacer tres recomendaciones de aquí al viernes. No es un reto muy grande, así que espero cumplirlo. Lo recomendado serán libros infantiles (*), por si Santa o los Reyes Magos necesitan ideas. Y empezaré con un éxito seguro, infalible: "El topo que quería saber quién se había hecho en su cabeza".




El título no engaña y se trata de un libro en el que un topo, nuestro héroe, sale a ver si hace sol y, en ese preciso momento, le cae en la cabeza algo "gordo y marrón; se parecía un poco a una salchicha". Ese "algo" es el "eso" del título y es, también, lo que estáis pensando. Si alguien tiene dudas, puede mirar la portada (arriba). Enfadado, el topo clama venganza y busca al marrano agresor. Es tanta la rabia que le embarga que se olvida de quitarse "eso" de la cabeza y va perfumado a todas partes.


En su búsqueda aprende cómo lo hacen las vacas, las cerdas, las cabras, los caballos... todo un mundo de sensaciones al alcance de la chiquillada. Mitad atlas de zoología, mitad guía de naturalista. Aquí un ejemplo:




Las ilustraciones están muy bien pero las onomatopeyas alcanzan niveles sublimes. ¡Plas! ¡Pof, pof! ¡Ra ta ta ta ta! ¡Chaf! ¡Flop! Ni que decir tiene que es un cuento para leer en voz alta y, a ser posible, gesticulando todo lo que se pueda.


El final, perdón por el spoiler, es feliz. Y el topo consigue su tan buscada venganza. A veces, la vida es justa.


Además, "El topo que quería saber quién se había hecho eso en su cabeza" es un libro que se puede leer una y mil veces. En cada nueva lectura se descubren toda clase de matices nuevos.


Por cierto, hay una versión pop-up, en este caso pop-buargh.


Autores: Werner Holzwarth / Wolf Erlbruch
Editorial: Alfaguara Infantil.


(*) Lo de infantiles es porque lo pone en la portada y eso. Para nada quiere decir que los libros que vaya a recomendar sean solo para menores de tal o cual edad. Este mismo, el del topo, es disfrutado a tope por un servidor y por mi sobri de dos años, expertos desde hace unas semanas en excrementos animales.

domingo, 18 de diciembre de 2011

El cuento supremo (como poco)

El jueves y el viernes pasado estuve en un cole público de Alcantarilla haciendo varios cuentacuentos y talleres de cuentos. Sí, en Murcia hay un pueblo que se llama Alcantarilla pero esa es otra historia. Con Infantil y el primer ciclo de Primaria hice cuentacuentos y con el segundo y tercer ciclo de Primaria hice los talleres.


Los talleres consistían en la creación de un cuento entre toda la clase. Lo hice mezclando la idea del binomio fantástico de Rodari y el cadáver exquisito de los superrealistas. Antes de explicar nada, le pedía a la muchachada que cada cual pensara una palabra. Luego las copiaba todas en la pizarra, la seño decía un número entre 3 y 5 y esa era la cantidad de palabras que elegíamos de la pizarra. Las palabras elegidas tenían que salir en el cuento. Para organizar las intervenciones, usé un ovillo de lana. Empezaba un niño o niña sujetando el ovillo, contaba su parte y después le lanzaba el ovillo a quien quisiera, sin soltar el hilo de lana. De esa forma, se iba formando una red de lana entre la clase. Lo del ovillo no es del todo necesario pero introduce un elemento divertido y crea una imagen de la narración, un efecto material de la ficción y bla-bla-bla.


El cuento que crearon los chicos y chicas de la clase de 4º de Primaria del cole Campoamor de Alcantarilla fue espectacular. Diría que el mejor cuento que ha salido en todas las veces que he hecho este taller. Voy a intentar transcribirlo respetando un poco el estilo de narración de la muchachada. Las palabras eran: hámster, castillo, zombi y nazi.


Érase una vez un zombi que paseaba tranquilamente por unas dulces praderas que rodeaban un castillo. Las praderas eran dulces porque estaban llenas de chuches, al igual que el castillo, que estaba construido con nubes, regaliz, gominolas, piruletas y cosas así. El zombi estaba muy feliz porque era un zombi chuchívoro. Todos los zombis se alimentan de cerebros humanos pero a este le gustaba comer solo chuches. Es que cuando su madre, que también era una zombi, estaba embarazada de él, fue un día a comprar chuches a una tienda. Una de las que compró se le cayó al suelo y al cogerla, se la comió sin querer. La chuche se quedó dentro de su estómago y se fue pudriendo al lado del feto zombi. Y por eso este zombi solo quiere comer chuches.


Entonces empezó a comerse el castillo. El castillo era de un hámster nazi. El hámster era un matón desde que nació. Un día se cansó de estar con su madre y sus hermanos y se fue por ahí a ver mundo. Conoció a una banda de hámsters nazis y se unió a ella. Se pasaban un montón con toda la gente y no paraban de hacer cosas malas. Pero un día, unos chicos más malos que ellos mataron a toda la banda menos al hámster nazi. Entonces, el hámster decidió elaborar un plan maligno. Robaría todas las chuches del mudo, con ellas construiría un castillo y llenaría todas las praderas de alrededor. Cuando lo tuviera todo listo, llamaría a los niños de ese país para que se las comieran y se les pusieran los dientes negros y llenos de caries. 


Cuando el hámster nazi vio que el zombi se estaba comiendo su castillo, se enfadó mucho. Cogió un rifle y le disparó, pero como era un rifle tamaño hámster con balas minúsculas, no le hacían nada. El zombi agarró al hámster y le soltó un bocado. El hámster se convirtió en zombi. Ahora era un hámster nazi zombi. Los dos se unieron para llevar a cabo el plan maligno de las chuches.


Pensaron que podían fabricar una maquichuche que repartiera gratis chuches para que todos los niños comieran sin parar hasta que se llenaran de caries. Pero resulta que una célula de la maquichuche estaba mal y explotó. La explosión mató al hámster nazi zombi y al zombi chuchívoro. Pero también llamó la atención de todos los niños del país que se acercaron a ver lo que pasaba. Entonces, descubrieron las praderas llenas de chuches y el castillo construido con chuches. Se pusieron a comer chuches como locos y, al final, a todos se les pusieron los dientes negros y llenos de caries.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Desahucio en Murcia

Hace unos días, Mercedes participó en la negociación con un banco para suspender un desahucio. Fue, por parte del banco, una farsa porque el director de la sucursal se mostró amable y comprensivo pero nada más. Falso como una serpiente bíblica. Se quitó el problema de encima y punto. Iba a trasladar el asunto a sus superiores a ver qué decían ellos. Estos miserables siempre tienen alguien por encima para cubrirse las espaldas y declararse irresponsables.

Aviso ya que no pienso contenerme y si digo barbaridades... ahí quedarán, no voy a rectificar.

La gestión con la sucursal del Banco de Valencia quedó en nada y hoy se debía ejecutar la orden de desahucio de una familia con dos hijos de tres y un año. Miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca acudieron temprano para intentar impedirlo. 

Ayer por la tarde, Mercedes y yo hablábamos del tema. Nuestra conclusión fue que hasta que la Delegación del Gobierno no pasara al PP, no habría follones. Error. Quizás habíamos olvidado que el actual delegado del gobierno (las mayúsculas no se las merece) es el mismo que mantuvo en prisión a un chaval acusado falsamente de haber golpeado al consejero de cultura.

Este canalla ha dado la orden de que se efectuara el desahucio a la fuerza. Él es el responsable de los golpes que la policía ha repartido y del hecho de que la pareja y los dos niños estén en la puta calle. ¿Que los niños tienen tres y un año? A él qué le importa, lo importante es atender los deseos de un banco de mierda que ya está intervenido y que pronto nos costará millones y millones de euros.

Se llama Rafael González Tovar y esta es su cara:



El tipejo tiene carné del PSOE, las mayúsculas es porque son siglas. Qué pena de socialismo. Le quedan unos pocos días en el cargo y quiere irse cubierto de gloria, perdón, mierda. Algunos rumores apuntan a que se presentará como candidato a secretario general del PSRM. Quien lo apoye, tendrá su parte de responsabilidad. Que lo tengan claro.

¿Dónde ha dejado toda esta gentuza su dignidad? ¿No les da vergüenza ser los esclavos del poder una y otra vez?

La policía, en ocasiones así, hace buena la canción de La Polla, eran hombres, ahora son polis. Les pagamos nosotros... para que nos peguen. Pero que se jodan, una y mil veces, que a uno de los que han pegado será rey mago en el cole de mis chiquillos la semana que viene y otra será recibida en casa (cuando llegue porque mientras escribo esto está colaborando en la búsqueda de casa para la familia desahuciada) como una heroína, porque eso es lo que es.

La empleada de los juzgados ha entrado y salido de la casa oculta tras una capucha. Como los terroristas, los pederastas, los violadores y demás delincuentes. Ella misma ha elegido la analogía. ¿Que la leche del bebé se ha quedado detrás de la cerradura nueva? Que se joda por ser el hijo de unos padres pobres. Ella es responsable de lo que ha hecho. Porque la excusa de las órdenes no sirve, si acaso solo para las imbéciles. 

Este mujer, que ni es mujer ni es nada, cuando le han pedido que pusiera de su parte para detener el desahucio porque, entre otras razones, en la casa vivían dos menores, ha respondido que ese no era su problema, que llamaba a los servicios sociales y que se los llevaran, por estar en riesgo. Lo dicho: que se jodan por ser hijos de pobres.

Este es un mundo de mierda y tiene muchos culpables. 

PD: En este enlace se ve un vídeo que me da la razón:

http://www.laverdad.es/murcia/20111215/local/murcia/unos-vecinos-acogen-familia-201112151224.html

PDII: Por cierto, el delegado del gobierno se incorporará en un par de semanas al centro de salud en el que trabaja. El mismo al que acude la familia que ha ordenado desahuciar. Y los mirará a los ojos como si nada. Y podrá dormir por las noches. Hay gente que perdió el estómago junto a los escrúpulos.

PDIII: (escrita en 11/11/12) Pues no se reintegró a su anterio trabajo. En vez de eso, se ha hecho secretario general del PSOE murciano. El mismo partido que ahora luce las pegatinas de la PAH en las manis o que estuvo en la concentración del 25S.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Durruti amo de casa

(Nota: Buenaventura Durruti fue uno de los líderes del movimiento anarquista español de primera mitad del siglo XX. Líder y anarquista suena contradictorio pero es lo que hay. Fue miembro de la CNT-FAI. Estuvo al frente de la revolución española del 36 que derrotó, temporalmente, al alzamiento fascista y murió en el frente de Aragón en plena Guerra Civil. Más aquí.)




Una tarde fuimos a visitarle y lo encontramos en la cocina. Llevaba un delantal, fregaba los platos y preparaba la cena para su hijita Colette y su mujer. El amigo con el que había ido trató de bromear: "Pero oye, Durruti, esos son trabajos femeninos". Durruti le contestó rudamente: "Toma este ejemplo: Cuando mi mujer va a trabajar, yo limpio la casa, hago las camas y preparo la comida. Además, baño a mi hija y la visto. Si crees que un anarquista tiene que estar metido en un bar o un café mientras su mujer trabaja, quiere decir que nos han comprendido nada".


Manuel Pérez en ¡Campo! (revista campesina); extraído de El corto verano de la anarquía, vida y muerte de Durruti de Hans Magnus Enzenberger.

martes, 13 de diciembre de 2011

Baño (gélido) de realidad

Estaba comprando en el Mercadona. Era lunes. Me sentía profundamente asqueado de hacer lo mismo una y otra vez. Una y otra vez. En esas andaba, cuando me encontré con una vecina. Yo llevaba el carro más o menos lleno. Sin caprichos extravagantes pero sin faltas notables. Ella llevaba dos o tres cosas en las manos. Nos saludamos. Me quejé de lo aburrido que era hacer la compra todas las semanas. Lo que es aburrido, dijo ella, es no poder comprar lo que necesitas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Cumpleaños vírico

No conseguí explicar bien nuestra intención. Pretendíamos que la fiesta de cumpleaños fuera doble, por un lado para las criaturas indómitas y por otro para los sacrificados padres y madres. Para eso cambiamos el horario habitual de los cumples, y en vez de quedar por la tarde, quedamos por la mañana. Cuando los cumples son por la tarde, los adultos nos miramos desconcertados unos a otros porque no sabemos si es hora de merendar, de cenar o de qué y nos limitamos a comer con desgana. El año pasado ya celebramos el cumple de Darío por la mañana, rollo aperitivo y vermú. Este año queríamos hacer lo mismo pero creo que nos faltó dejarlo bien claro para que los adultos invitados vinieran con ganas de fiesta. Además, muchos dejaron a las criaturas y se fueron. No se les puede culpar.


Tal vez la idea de ponernos un poco piripis y descuidar a las criaturas sonaba algo arriesgada. Pero, demonios, un día es un día.


El domingo me levanté bien temprano. Revisé que las botellas de Martini estuvieran en buen estado, que la cantidad de cubitos fuera suficiente y repasé las recetas de los aperitivos. A las ocho de la mañana ya tenía encendidos varios fuegos, la campana extractora zumbaba a tope y varias manchas nuevas ensuciaban mi delantal.


En esas estaba cuando Darío apareció por la cocina pidiendo agua. Mi sentido arácnido de padre se puso a vibrar a lo loco. 




Maldición, me dije, este niño está malo. Mercedes y yo cruzamos miradas de preocupación y decidimos hacernos los suecos. Le dimos una sobredosis de Dalsy y seguimos con los preparativos.


A las once en punto lo teníamos todo listo, más o menos, y empezaron a llegar los invitados. En mi opinión, más importante que la habilidad a la hora de cocinar o la calidad de los alimentos (dentro de unos límites) es la habilidad de acertar con lo que se prepara. Diría que no acerté plenamente en las tapas que elegí hacer. He tomado nota para el año que viene.


Faltaba poco para sacar la tarta de chuches cuando Darío se me acercó. Tengo que reconocer que es un profesional en eso de ponerse malo. Se vuelve ultramimosín, los ojos se le agrandan con un brillo especial y se acurruca entre tus brazos de manera infalible. Hubo que recurrir al Apiretal para llegar a la piñata.


Cuando los hijos se ponen malos, se me pone cara de boxeador noqueado. Miro desconcertado sin saber qué hacer. Y ayer, en concreto, me dieron unas ganas enormes de echarme a la cara a los malditos virus para poder darles un buen gancho de derechas y luego otro de izquierdas.


sábado, 10 de diciembre de 2011

Casi todo listo para...

... el cumple de Darío.





PD: La tarta ha sido elaborada en los talleres clandestinos del Comando Chuche.


PDII: Y los globos nos los hemos hecho traer de una granja de cría y engorde de globos en extensivo. Todo muy ecológico, con alimentos naturales y respeto escrupuloso a los derechos del plástico. De momento siguen muy atontados porque el transporte les estresa una barbaridad y hay que sedarlos.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Servicio público: Truquillos de limpieza

Uno. Nuestras parejas son listas, más que nosotros/as/xs/@s, habitualmente y, siempre, más de lo que quisiéramos. Por eso saben dónde mirar para descubrir si hemos cumplido bien con nuestras tareas del hogar. Pero a esto se le puede dar la vuelta. El día que no os apetezca limpiar a fondo pero queréis hacer creer que sí lo habéis hecho, basta con que barráis ese rincón detrás de la puerta donde se dejan los zapatos y que siempre está medio sucio. Vuestra pareja llegará, se quitará los zapatos, lo verá limpio y os felicitará por haber limpiado a fondo la casa.


Dos. Uno puede ser muy pulcro pero siempre hay detalles que se escapan. Un día, hay invitados. Se limpia la casa a conciencia durante toda la mañana. Llegan los invitados y a uno se le ocurre mirar en los recovecos de las sillas y descubre un montón de polvo acumulado. Y es que ese es uno de esos sitios que uno tarda en descubrir que también hay que limpiar.


Tres. Este es made in Mercedes. Si se lavan las cortinas, con un buen chorrazo de suavizante, y recién sacadas de la lavadora, se colocan en su sitio, se irán planchando mientras se secan y dejarán un agradable olor en toda la casa. (Evidentemente, esto sirve cuando se tienen cortinas normales y corrientes, si se tienen cortinajes de marqués mejor no hacerlo y pedirle al mayordomo que se haga cargo.)

martes, 6 de diciembre de 2011

Seis de diciembre

Dice Juan que hoy es el cumpleaños del libro de la asociación española. Iba a corregirle algunas matices pero desistí. No iba a ser capaz de hablar de la Constitución sin usar palabrotas.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Inteligencia esquimal




Por lo visto, los esquimales no tienen ninguna palabra para llamar al color blanco. En lugar de eso, tienen tropecientas, una para cada tono de blancura. A ellos no les habría pasado lo que a mí, seguro que siempre aciertan con el tipo de grasa que deben usar para mantener sus botas de piel de foca lustrosas como el primer día.


Mis desert boots blancas estaban ya algo sucias, así que decidí limpiarlas. Y, listo de mí, no se me ocurrió nada mejor que usar espuma limpiadora blanca Bosque Verde. Pero un blanco era el de mis botas y otro blanco el de la espuma. Conclusión: un desastre. 


Vale, las botas eran de Springfield, y sí, me costaron 9,99 en segundas rebajas. Pero, jolín, me gustaban.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Saturday Morning

Llueve a ratos en Espinardo. Salgo a la puerta. A lo lejos ha salido el sol e ilumina entre las nubes las montañas de la Sierra de El Valle y Carrascoy que, por un momento parecen, no sé, Cuzco o Los Alpes. Unas palomas coloreadas de forma llamativa revolotean alrededor de unas líneas de alta tensión. Se posan, de vez en cuando, en los cables. Cuando era pequeño, imaginaba que la corriente eléctrica entraba por una pata, recorría todo el cuerpo y salía por la otra pata como si tal cosa. No sé por qué pero pienso en dispararles. Una escopeta con mira telescópica. Una paloma de alas amarillas y pecho fucsia rodeada por una diana, como en las películas... más o menos. Disparo justo cuando están posadas en los cables, cerca de la torre, arriesgándome a provocar un cortocircuito en toda la ciudad. A veces, nuestros pensamientos son extraños. Perdón por el plural mayestático. Tal vez quiera comprobar cuánto hay de cierto en la mala fama de los palomistas. Cuidado con ellos, si les tocas a una de sus palomas, te pueden despellejar. Esos animales valen miles de euros y sus dueños no conocen los escrúpulos. En Terra Natura, a pocos cientos de metros de casa, un ciervo levanta orgulloso, eso lo digo yo, su ornamenta. Qué cosas. Empieza a sonar esa música de jardín japonés, con carpas, nenúfares y puentecitos, con la que nos torturan desde el hilo musical del zoo. Un jabalí hoza la tierra. No va a encontrar trufas. Fijo. Alrededor, la niebla o las nubes bajas. En el salón, Juan ensaya un villancico aporreando las cuerdas como si se apellidara Ramone. A veces, con la realidad es suficiente.


Y para justificar el título:


viernes, 2 de diciembre de 2011

Juan pregunta


El prefijo adecuado




Ya he escrito alguna vez que me encantan los prefijos. Pero hay que saberlos elegir porque los prefijos dicen mucho de quienes los emplean. Así pues, no es lo mismo la antipoesía que la postpoesía. La primera revela una actitud envidiable y urgente: hay que estar en contra. Porque estar en contra quiere decir muchas cosas: reconocer lo que hay y valorarlo en su justa medida, sentir (aunque sea insatisfacción), desear algo distinto... Parra rules (¿cuánto de mal queda poner una expresión inglesa al hablar de un premio Cervantes?). Por su parte, la postpoesía dice poco, y suficiente, de sus autores: anhelan estar más allá, ser más guays, verse por encima de lo existente. Así les acabará yendo.

Los postpoetas se creen novedosos y únicos. Los antipoetas no se preocupan por esas tonterías. Dice Nicanor Parra (ver foto) sobre el término que creyó inventar: «Bauticé los Poemas y Antipoemas posteriormente. Había comenzado a escribirlo en 1938, pero sólo di con el título en 1949 o 1950, en Inglaterra. Andaba rebuscando por una librería cuando me fijé en A-poèmes, libro del poeta francés Henri Pichette. ¡De modo que la calificación de "antipoema" se había empleado en el siglo XIX —aunque probablemente los griegos ya la usaran! En cualquier caso, el término me vino a posteriori; o sea, yo no escribí la obra de acuerdo con una teoría completamente articulada desde el principio» (cita tomada de wikipedia).

Lo dicho: Parra rules.


PD: Mercedes va camino de la sede de un banco, sita en una urbanización de lujo, para ocuparla y animar a su director a que negocie, en vez de desahuciar. ¿Cómo no voy a quererla?