El apagón se produjo justo después de que Alexis marcara el primer gol de BarÇa y un poco antes de que Mercedes llegara a la mitad del cuento de por la noche.
En Murcia decimos "se va la luz". En Albacete "se han llevado la luz". Aquí pensamos que la luz es algo con vida propia y autonomía, que igual se queda que igual se va. Y en Albacete pues, no sé, tal vez sean muy desconfiados y crean que alguien les ha quitado la energía eléctrica. En este caso, el instinto manchego parece más fiable.
El apagón de cinco minutos contra la subida de la luz está previsto para hoy (15 de febrero) a las 22:00. Pero Iberdrola, siempre tan ecológica y solidaria con sus clientes, lo adelantó un día. Y para demostrar que son los mejores de los mejores, nada de cinco minutos, dos horazas. Que se note el poderío.
A mí los apagones me traen siempre dos recuerdos. El primero es la casa de Mazarrón que mis abuelos maternos construyeron a base de esfuerzos y esfuerzos. Al principio de veranear allí, la luz se iba cada dos por tres. Así que teníamos listos unos candelabros hechos con botellas vacías de Estrella de Levante (la cerveza murciana por antonomasia). El segundo recuerdo es de una vez que se fue la luz en casa de mi madre cuando mi hermana pequeña lo era en términos absolutos y relativos. Ella estaba en una punta de la casa y yo en la otra. Empecé a decir, fuerte para que me escuchara: ¡Marina, qué haces aquí, por qué me miras de esa manera, no, noooo! Menudo pasmo se llevó. Ahora nos reímos mucho al recordarlo. Bueno, ella no tanto.
En cuanto se fue la luz, ya se ha acabado el flashback, salté del sofá y dije que no se preocupara nadie, que yo me hacía cargo de las velas. Pudo parecer hombría y arrojo pero lo que pasaba es que las velas están en la estantería más alta del salón y siempre me da pereza limpiar el polvo por las alturas. Si las hubiera cogido Mercedes, habría descubierto mi secreto y dos dedos de polvo. Las velas que tenemos son de esas de colores y aromatizadas. No hemos comprado ninguna. Todas nos las han regalado. Y eso que no nos gustan. Así que, la casa se llenó de luz titilante y de una mezcla de agradables aromas.
Llamé a Iberdrola. Ganas de perder el tiempo que tiene uno. Llamé al teléfono que pone que es para emergencias. Después de hacerme esperar un buen rato (era un 902, claro), me salió un menú de esos del demonio: si su llamada es para tal pulse cual. Pasando por alto que para entender algunas de las opciones que te ofrecían debías ser doctor en ingeniera de telecomunicaciones, me pregunto: ¿si es el teléfono de emergencias para qué diantres son todas las otras opciones?
Tras una serie de incidentes familiares de los que se lavan en casa, conseguimos irnos a la cama. Y entonces se produjo un interesantísimo momento... ¿Cómo se llama cuando en una película hay un fallo temporal tipo que en una peli del Oeste salga un vaquero con un reloj Casio? ¿Asincronía? Pongamos que sí. Sigo. Y entonces se produjo un interesantísimo momento asincrónico: me puse a leer en mi kindle a la luz de las velas.
8 comentarios:
Jajaja casi despierto a mi hija que está durmiendo en el cochecito! Marina porqué me miras de esa manera? Ayyyy!
Es la primera vez que comento, hace tiempo que te leo. Ayer hice el bizcocho re volucionario y me quedó buenísimo, y eso que mi marido decía que separar las claras de las yemas daba igual. Está claro que las abuelas son lo más.
Un saludo de otra murcianica.
Inma
Ahh y en la casa de la playa de mis abuelos había velas en botellines de sidra jay-alai que eran verdes pop.
Inma
Cómo mola!! yo también quiero vivir un apagón, pero no solita... que me da miedo ;-)
Genial lo del Kindle a la luz de las velas.
Me ha gustado lo del Kindle a la luz de las velas. Una simbiosis perfecta entre modernidad y romanticismo...
¡Qué romántico,leer a la luz de las velas!
Sinceramente pensé en un nuevo baby boom.
En Asturias somos también del "se fue la luz". Nunca lo había pensado, pero tienen mucho más sentido los manchegos, dónde va a parar!
Inma, yo no soy muy repostera pero hasta el detalle más pequeño es importante. Al último que hice le eché canela antes de tiempo y salió regular.
Isa, no sé, los hijos pusieron en marcha mecanismos de defensa contra el miedo algo primitivos. ¿Qué necesidad tienen de vaciar el estómago para salir corriendo si no van a venir hienas a comérselos a la cueva?
Mi álter ego, o entre modernidad y primitivismo.
Anónimo, en lo que a mí respecta, nada de baby boom, yo ya he colaborado bastante a la renovación de la especie.
Paparracho, la Mancha esconde mucha sabiduría.
Aunque ya te lo había leído en twitter tengo que decirlo aquí: genial kindle + velas. ¡Momentazo total!
Si tuviera que pensar en una persona en esta situación creo que tú serías la elegida...
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