Cada miércoles un cuento en El Estafador

jueves, 5 de febrero de 2009

Campaña Jode a los bancos

El blog "A dos cms. del suelo" propone una campaña para joder a los bancos a la que este blog se suma. Se trata de acordar una fecha para sacar nuestro dinero. Así les recordaremos algo obvio que olvidamos siempre: que el verdadero poder lo tenemos nosotros, la ciudadanía corriente y moliente. Si no votamos a un partido político nunca ganará unas elecciones, si no compramos los productos de un empresario nunca será rico. Es bien sencillo. Más información aquí.



9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me sabe mal. Me irrita esa manía que tiene el ser humano de echarle la culpa al vecino de todos sus males (o de todos los males que asolan el planeta) como si con él no fuera la cosa.
YO ME ACUSO. Soy responsable de todo lo que me sucede.
Bancos: ¿quién depende de quién? Pues ambos del otro, así de sencillo. Ellos sacan beneficio de nuestros dinero, y nosotros del suyo.
¿Hay alguien ahí que haya comprado una casa, un coche o cualquier otra chuminada material a crédito? Pues que vaya dando gracias al banco, y que el banco le vaya dando las gracias a él.
Hermano, te aprecio y te admiro, pero fomentar campañas anti-bancos es una chiquillada (con mi máximo respeto).

Anónimo dijo...

Niegas la mayor Enrique al dar por hecho que lo que es hoy, fue siempre así. Todos, tu también, sabemos que no, que el origen fue otro, que uno a uno hemos ido teniendo que dejar nuestro dinero en los bancos, domiciliar un recibo porque de otra forma no te daban servicio, no te pagaban el paro. Por cierto, eso es mentira ademas de inconstitucional. Se puede vivir sin una cuenta de banco.
En fin, que me voy de vareta. Creo que se ha pasado por alto algo elemental. Cuando recurrimos a ellos según tu para que nos presten, ellos nos prestan NUESTRO dinero. Cuando lo haces tu, te prestan tu dinero, el mio, el de todos. Cuando lo hago yo lo mismo de lo mismo. Cuando lo hace el pequeño empresario para fabricar globos de cumpleaños, otra vez lo mismo. Esos globos se fabrican gracias a tu dinero, al mio, al de todos.
Ellos... NO TIENE DINERO. Y si no, hagamos la prueba. Saquemos el dinero,TODOS, y después vayamos, con todas las garantías, a pedir un préstamo.

Yo si me sumo, claro que lo mio no tiene merito. No tengo cuenta en ningún banco.

Stico1949

Anónimo dijo...

Amigo Stico: nadie está obligado a nada, eso es una falacia tremenda para rendirnos o para no asumir nuestra cobardía. Yo ya la tengo asumida hace tiempo, convivo con mis miserias, que por cierto son bastante parecidas a las del resto de la Humanidad.
Stico, no he cometido ningún error en mi reflexión: he dicho que los bancos nos necesitan, tanto como nosotros a ellos. Para no ponerme petulante ni académico, he puesto algunos ejemplos de necesidades esenciales que cubrimos los ciudadanos de "a pie" gracias al apoyo de los bancos. La banca, tal y como la conocemos hoy día, tiene su origen en el siglo XV, y te aseguro que no hubiera podido persistir de no haber cumplido alguna función de "utilidad".
Respecto a lo de que el banco me presta "mi dinero" o el "nuestro", como tú indicas... la verdad, no sé cuánto tendrás tú, pero te aseguro que en mi caso el banco me ha prestado el dinero de otros, más afortunados (nunca mejor dicho), para adquirir mi coche, mi casa o alguna que otra chuminada. Menuda gilipollez sería pagar entre un 20% y un 50% más por algo si fuera capaz de hacerlo al contado. A cambio yo le he pagado unos buenos intereses, gracias a los cuales él ha satisfecho a los que "sí" tienen dinero y ha generado algún beneficio propio.
Decir que el dinero de los bancos es "nuestro" suena muy bien, pero es mentira. El dinero que los bancos nos prestan es "de otros": ni nuestro ni del banco. Salvo que formes parte del "sindicato de mayores fortunas del mundo".
Insisto, necesitamos en el mundo actual a los bancos tanto como ellos a nosotros.
Un cordial saludo.

elhombreamadecasa dijo...

Hermano, por fin un poco de disenso. Bien, bien.

El discurso de la responsabilidad es interesante y complejo. No seré yo quien niegue la responsabilidad individual pero cada cual es responsable de lo que es responsable. Yo no soy responsable de la crisis. Tampoco soy responsable de las situaciones que veo en mi trabajo a diario. Tampoco tengo nada que ver con el racismo del gobierno italiano.

Es más, teniendo móvil y usando un coche que funciona con gasolina, no soy responsable de la guerra del Congo ni de la de Irak. A lo mejor tengo un porcentaje de responsabilidad por haber comprado un móvil hace dos años (los del departamento Renove de Orange andan locos por que lo cambie pero las llevan claras) o por usar el coche cada vez que me hace falta. Pero ese porcentaje es tan minúsculo enfrenado al porcentaje de los que deciden las guerras que es despreciable. Despreciable es una expresión usada en Matemáticas para convertir en cero una cantidad. Y las Matemáticas son una ciencia exacta.

También se echa mucho en cara a la gente que pidiera créditos que no podía pagar. Vaya, qué mala es la gente. Pero imaginemos por un momento que estamos buscando casa, de alquiler, porque comprar no se nos ha pasado por la cabeza. Llamamos por teléfono pero nuestro acento nos delata. El casero, al otro lado de la línea, dice que la casa ya está alquilada. Harto de desprecios, pides la ayuda de una asociación como en la que trabaja Mercedes. Hacen las gestiones por ti, todo va saliendo bien, pero cuando vas a ver el piso, un nuevo casero racista se excusa diciendo que lo acaba de alquilar. Entonces descubres que un banco te da un préstamo y que ¡maravillas de la sociedad de mercado! la letra mensual sale más barata que el alquiler. ¿Qué haces? Pides el préstamo. La responsabilidad de esa persona en la crisis es más bien despreciable. Cero de nuevo.

Por ciero que yo vuelvo a no tener nada que ver con el racismo y codicia de los arrendadores.

Y sí, una caja de ahorros me ha prestado el dinero para comprar mi casa. Pero en vez de darles las gracias les voy a pagar un montón de dinero en treinta años. Ellos, hasta la fecha, no me han dado las gracias pero sí varias pequeñas trampas para cobrarme más dinero, que debería darles vergüenza.

Y si por chiquillada entendemos inocente, sí, tienes razón, la iniciativa es muy inocente. Harían faltan actos más contundentes pero la época de la clandestinidad la tengo en stand by mientras esté criando.

Stico, una situación extraodinaria la tuya. Vivir sin cuentas en el banco, vaya. ¿Te sitúa eso fuera de Matrix? ¿Duele?

elhombreamadecasa dijo...

Por cierto, Enrique, ¿qué fue de Owachy?

Anónimo dijo...

No fml. No duele. Mas bien duele a los demás. Le duele a la chica del paro cuando ha de ceder tras hacerme hablar con su jefe y decirme en que caja puedo ir todos los meses, es lo que quería evitarle, gracias monina, a cobrar el paro. Le duele a la niña de movistar cuando le digo que quiero la oferta con prepago y me dice que es mejor con cuenta de banco y le digo que no y pone cara de gilipollas. A mi...a mi no me duele. Ya me dolió cuando la tenia y la vaciaron al día siguiente de quebrar, por supuesto sin tener en cuenta lo que hasta esa fecha les había ido ingresando. Eso si dolió. Estar fuera de Matrix es casi un orgasmo. Virtual??? :-)

stico1949

Anónimo dijo...

El disenso, con respeto, siempre es bueno: me gusta tanto como a tí, hermano, porque hace trabajar mis destartaladas neuronas.

Hablemos de matemáticas: una cantidad "despreciable" multiplicada por, pongamos, seis mil millones, puede dar lugar a una cifra razonable. Un ejecutivo de una gran compañía aérea cobró una pasta por suprimir una aceituna de los aperitivos de abordo: un coste despreciable, comentaron algunos; ahorró millones de dólares a dicha empresa.
Cuando hablamos de la pequeña "mezquindad" de cada uno de nosotros sólo estamos ejemplificando que los que deciden son igual de "mezquinos", sólo que tienen más posibilidades. Nuestras ambiciones no suelen conocer límite, y disculpamos con facilidad nuestros "pecadillos" mientras nos apresuramos a lapidar al otro por los suyos (habitualmente idénticos a los nuestros).
Y de lo que sucede en el mundo es muy posible que no seamos "culpables", pero no me digas que no somos "responsables". Yo sí me siento responsable, por ejemplo, de lo que sucede en Irak, aunque no me suenta culpable. Resignarnos a nuestro papel de espectadores, sin responsabilidad ninguna, es dejar en manos de terceros lo que sucede... y entonces casi pasamos a ser culpables: por omisión. Me consta que no es tu caso, hermano, de modo que no confundas culpabilidad con responsabilidad.
Owachy sigue por ahí, pero cuando hablo de temas sesudos me gusta usar mi nombre y enlazar con El Editorial, sólo eso.
Un abrazo, y felicidades por tu compromiso social (aunque algún descerebrado puede considerarlo "despreciable", y le sirva como excusa para no hacer nada).

elhombreamadecasa dijo...

Yo también soy de los que piensa que todos tenemos nuestro lado mezquino, pero no deja de ser un juicio de valor. Todos los poderosos son personas. Todos los poderosos son mezquinos. Ergo, todos las personas nos mezquinas. Este razonamiento lógico hace agua por todas partes.

Y respecto a lo de la responsabilidad, habrá que poner cada una en su justa medida. Como en la frase tan repetida en los tebeos Marvel y que tanto atormenta a nuestro querido vecino Peter Parker: Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Y la responsabilidad de los que estamos abajo es recordarles a los que están arriba que también tienen de eso y que la vayan usando por el bien común.

Anónimo dijo...

Está entretenido el debate, jejeje.

Sólo estoy de acuerdo en el último párrafo (porque además coincide con mi sentido Universal de la palabra responsabilidad).

Es cierto que la mezquindad es mayor cuanto mayor es el poder, pero no por el pecado en sí mismo, sino por sus consecuencias.

El problema es que por lo general el ser humano adolece de la empatía necesaria como para asumir el sufrimiento ajeno o disculpar los deslices del otro. Yo, que desconfío hasta de mí mismo, considero que sólo a través de ciertas rigideces (y esto suena un tanto dictatorial) puede el sistema mantenerse sin excesivos sobresaltos.

Un saludo.

NOTA: el razonamiento no es en el orden que indicas... Sería: Todas las personas tienen un lado mezquino. Todos los poderosos son personas. Ergo, todos los poderosos tienen un lado mezquino.
Criticamos al poderoso su "mezquindad" de querer más dinero/poder (lo cual es razonable), pero lo hacemos descarnadamente, en lugar de darnos cuenta de que nosotros mismos, a nuestro nivel, también hacemos "cositas" no del todo "buenas" por acumular más dinero/poder.