Cada miércoles un cuento en El Estafador

lunes, 23 de febrero de 2009

Autorretrato, más o menos

Como la de la ilustración era yo hasta hace no mucho:


Pero mi médico de cabecera, en una decisión de todo punto incomprensible y que nos pesará, vaya que si nos pesará, ha decidido suspenderme la medicación. Lloré, supliqué, le arranqué el fonendo de un tirón, rompí uno a uno todos los depresores linguales, me salieron espumarajos por la boca, le insulté en idiomas que nunca antes había hablado, giré la cabeza 360º, correteé por el techo de su consulta pero todo fue en balde. Te tomas media pastilla al día durante dos semanas, luego media pastilla en días alternos otras dos semanas, después media pastilla un día sí y dos no dos semanas más y acabas. ¿Lo has entendido? Sí, señor, lo he entendido, lo que usted diga, consentí mientras la seguridad privada del centro de salud público me chafaba la cara contra la pared y me inmovilizaba con una llave dolorosísima.
Y así fue como empecé a dejar de ser como la de la ilustración.


PD: Gracias a la amiga y lectora que me trajo esta postal tan estupenda de Londres.

PDII: No me había parado a ver la página que he linkeado en la postdata anterior. Ahora lo he hecho y es divertidísima. Echadle un ojo si podéis.

3 comentarios:

Irimia dijo...

Ahhh... bendita fluoxetina...

Anónimo dijo...

Tenemos (como sociedad) lo que nos merecemos...

Hermano, respecto al cine, no te pierdas El Luchador, te va a encantar, y tampoco El Intercambio, por su excelente factura.

Por cierto, ¿has visto Zodiac? Pedazo de filme de David Fincher que no fue nominado a nada el año pasado.

elhombreamadecasa dijo...

Irimia, ¿Y qué me dices del escitalopram? Por no hablar del clorazepato dipotásica.

Owachy, no he visto ni la última de Batman, con eso te lo digo todo. Tomo nota de las recomendaciones para verlas cuando me jubile o así.