Cada miércoles un cuento en El Estafador

lunes, 23 de enero de 2012

Etta James

Los márgenes también tienen márgenes, aunque parezca que no. En la obra magna ("tocha" también vale como adjetivo) de Ted Gioia titulada "Blues. La música del Delta del Mississippi" no hay hueco para Etta James. En "La gran enciclopedia del Blues", a pesar del rimbombante título, tampoco. Solo una mención en el índice de nombres del final que remite a un artículo... sobre otro músico. Por suerte, Buzzy Jackson escribió "Disfruta de mí si te atreves" y dedicó un capítulo entero a Etta James (bueno, lo comparte con Aretha Franklin, más vale bien acompañada que sola).






Voy a compartir algunas citas de ese libro, sin hablar de infancias terribles, colores de piel, kilos de más o de menos, enfermedades ni drogas. Solo música y, qué demonios, sexo.


La joven Jamesetta Hawkins creció con rhythm and blues. Su tía Cozie afirmó que, cuando tenía un año, Jamesetta iba gateando hasta la máquina de discos y "gritaba hasta que alguien metía una moneda en la ranura" y sonaba la canción: "Honky Tonky Train Blues" que tocaba el legendario pianista de Boogie-Boogie Meade Lux Lewis.






Junto a tres amigas, Etta James formó un grupo vocal: The Creolettes. Una de sus canciones favoritas en aquella época era "Work With Me, Annie", work funciona como eufemismo sexual. Sobre esta canción, dijo James:


A todos los chicos les entusiasmaba esta canción, una canción guarra para menear las caderas. Algunos padres no nos dejaban poner el disco en casa, lo que evidentemente nos hacía ponerlo más.





Jamesetta escuchaba y componía. Su respuesta a "Work with me, Annie" fue "Roll with me, Henry". Lo dicho para work vale para roll.






Etta James siempre tuvo bien clara su valía como mujer. En ese sentido, fue una pionera, un ejemplo que luego siguieron raperas chulescas como Missy Elliot, allá, o Arianna Puello, acá. A Muddy Waters también le respondió. Él fardaba de masculinidad en "Mannish Boy" y ella de feminidad en "W-O-M-A-N":






La madre de Etta adoraba a Billie Holiday, ¿y quién no? Cuando descubrió las cualidades de su hija, hizo todo lo posible por hacer que cantara Jazz. Pero Jamesetta era mucha Jamesetta y sólo sabía ser ella misma


Etta James llegó a conocer a su adorada Lady Day y su única preocupación fue no parecer una groupie alocada y recitar bien la frase que se había preparado: "Hola, yo soy Etta James y tú eres Billie Holiday, y mi madre te adora y yo también te adoro".






El capítulo dedicado a Etta James acaba hablando de la persona que tomaría el testigo de la que un día fue apodada Peache: Y no había una sucesora en mejor posición que la hija de un predicador de Detroit: Aretha Franklin


PD: En los lejanos tiempos en los que me tenía trabajo remunerado, tuve un compañero con el que no compartía ningún gusto músical... excepto Etta James. Y es que hay artistas, pocas, que están por encima de la simplicidad mainstream o de la tontería snob. En ese sentido Etta James se parece mucho a Amy Winehouse.

4 comentarios:

Joserra dijo...

Brillante. You don´t forget Amy!Ahora me voy a la radio a hacerla un homenaje como merece. Como dice Lu: una de las tipas que cantaban "con el coño" y en su caso no es grosería.

U-topia dijo...

Muy buen post. Adoro a Etta James, Billie Holiday y Winehouse...

Un abrazo!

U-topia dijo...

Ahhh... visto lo visto, me quedo. Pasaré con más calma...

elhombreamadecasa dijo...

Joserra, I don´t. Qué bueno lo de Lu, me lo apunto.

Laura, qué bien que te quedes, espero que lo pases bien.