Cada miércoles un cuento en El Estafador

sábado, 14 de enero de 2012

Sanear

Hace unos días escribí, una entrada sobre calefacción y radiadores y acabé diciendo que no había (casi) nada que no se pudiera arreglar con masilla. Pues ha resultado que ese casi, a pesar de ir entre paréntesis, era muy grande.


Al final, como decía Usillos en "El milagro de P. Tinto", hemos tenido que sanear. Entiéndase el plural de forma mayestática. La foto que puse se ha quedado en nada comparado con el estado actual de cosas. Creo que basta con decir que, una vez puestos, he tenido que quitar dos de ellos y ha faltado un pelo para que me pusiera a hacer rozas y todo. Como escarpias se me ponían los pelos de imaginarme rozando.


El "hazlo tú mismo" que ponía en las cajas de radiadores ha ido más allá del taladro y aquí ando, en faenas de electricista y pintor. De momento no ha saltado ningún fusible, nada se ha quemado y las manchas de pintura no son muchas.


He tenido que ir a la ferretería a por unas piezas que me faltaban. Y el ferretero me ha dicho que las suyas sí que era buenas porque eran piezas españolas. Otro momentazo Usillos:





2 comentarios:

paparracho dijo...

Vales pa todo, Fede! Ama de casa, electricista, albañil, rozador... menudo chollo encontró Mercedes!

elhombreamadecasa dijo...

Bueno, rozar no he rozado todavía pero un verano enjarré el patio. Y, las cosas como son, ya hemos puestos los radiadores y no se ha incendiado nada. Lo que me pasa es que no sé decir que no.