Cada miércoles un cuento en El Estafador

martes, 3 de enero de 2012

Albacete

Ya estoy aquí. Es que hemos pasado unos días en Albacete y el ordenador de mis suegros me da mucha pereza. Las teclas no tienen el mismo tamaño que mi teclado y me lío al escribir. Con la edad, uno pierde el gusto por los cambios.


Albacete. Durante unos años, íbamos los veranos a acampar por la Sierra del Segura y alrededores. Éramos un hatajo de jóvenes postadolescentes y algo desmadrados y no salíamos del tópico. Eso de la rima de Albacete y vete. Pero, ah, luego vino el amor y Albacete se convirtió en la Perla de La Mancha. ¿He dicho ya que Mercedes es manchega?


El caso es que he tomado unas fotos y me gustaría comentarlas.


Foto1: Albacete también ha puesto carriles bicis en aceras y calles que no estaban preparadas para ello. La convivencia entre coches, ciclistas y peatones es endiabladamente difícil. En la Avenida de España hay un buen tramo de carril bici, en verde. Pero está pegado al sitio donde aparcan los coches. De tal forma que es muy fácil abrir la puerta del coches, así, sin maldad, y llevarte un ciclista por delante.




Foto2. En la misma Avenida de España hay una churrería de la que he hablado en otras ocasiones. No sé si sus churros son los más buenos del país pero sí sé que son los más buenos que he probado yo. La mujer que está detrás de la barra es algo formidable. Eficacia es la palabra. Cobra, pone cafés, ordena pedidos... a la velocidad de la luz y sin un solo fallo. Verla trabajar es alucinante. La foto no es de ella, me daba vergüenza pedirle que posara.




Foto3. En España se dice "minorías étnicas" por no decir "pueblo gitano". Yo pensaba que se decía "grandes almacenes" por no decir El Corte Inglés, hasta que descubrí Almacenes Navarro. Son un must de Albacete. Hay que visitarlos sí o sí. Su sección de ropa de caza no tiene igual y la sección de juguetes, todos excedentes descoloridos de hace varias décadas, es bizarra hasta decir basta. Cierran a mediodía.




Y ahora una postdata. Estábamos Darío y yo esperando a que Mercedes saliera de una tienda. Darío sentado en un portalico y yo, niquelado, con mi parka mod y mis botas Pikolinos. En eso que se nos acerca una mujer y me dice: Señor, yo le daría algo pero está con el niño y no le voy a dar. Me quedo mirándola sin entender nada. Ella, de repente, abre mucho los ojos y me dice: No estás pidiendo, ¿verdad? Pues no, le digo yo. Ella se disculpa algo azorada. Le digo que no pasa nada y que ha hecho muy bien en decirme lo del niño. Es ruin usarlos para pedir. Hasta ese momento, había defendido varias veces que no se parece en nada el estilo mod al pijo. Puedo decir mil diferencias sin pensar. Pero argumentar que mi estilazo no tiene nada de pordiosero... eso no sé. La conclusión a la que llegamos Darío y yo es que hemos visto tantas veces Annie que se nos ha puesto cara de huérfanos lastimeros.


PD a la PD: Que no lo he dicho porque lo daba por entendido pero por si acaso: Darío también iba hecho un figurín.



5 comentarios:

Avelina García Colmenero dijo...

Bienhallado en Albacete. Te falta entrar en Ferretería Legorburo o en La labradora. Tién de tó. Feliz año.

Paula Martínez dijo...

Los churros de la calle Los Baños tampoco están mal. Y habría que aclarar que aquí, cuando hablamos de churros nos referimos a porras (de medio metro de largo)
Lo de Almacenes Navarro merece post aparte. Un gran misterio albaceteño...

Anónimo dijo...

¡Se me han adelantado con los churros de la calle de Los Baños! De matrícula de honor.

elhombreamadecasa dijo...

Gracia, La Labradora es todo un clásico en mi familia política.

Paula, anónimo, he tomado buena nota de lo de la calle Baños.

stico1949 dijo...

Te tengo dicho que no uses a Dario para la mendicidad, y en todo caso, hazlo aquí, en Gijón. No somos tan escrupulosos.