Cada miércoles un cuento en El Estafador

jueves, 8 de enero de 2009

Los Reyes, mejor, gracias




A pesar de nuestro republicanismo furibundo y combativo, celebramos los Reyes Magos por todo lo alto. Y Juan ni os cuento. El ritual lo hacemos por entero: agua y hierba para los camellos (recién recogida del descampado que hay enfrente de casa), un trozo de roscón para los Reyes, zapatos lustrosos para que sepan donde dejar los regalos (también en la casa de mi madre donde los Reyes son un despendole)...

Tuvimos mucha suerte y nos dejaron todo lo que pedimos. Eso suele tomarse como señal de que uno se ha portado bien, pero no sé, creo que es una falacia inventada por los padres y tener a los hijos asustados. Odio cuando escucho a alguien decir: Nene, portate bien o si no los Reyes no te traerán nada. Lo peor de todo es la tentación de recurrir a ese vil argumento, por suerte he sido fuerte y no lo he dicho.

Después de abrir los regalos, descubrí una cosa fenomenal: los camellos habían dejado huellas en casa. Las huellas iban desde la puerta a la salita, donde estaban el agua y la hierba. Se lo dije corriendo a Juan, quien, después de saltar de emoción llegó a una conclusión de lo más sorprendente. Según él, las huellas las habían dibujado los Reyes con tiza. Pero ¿por qué iban a hacer tal cosa? Todavía no me lo explico. Tomé fotografías para dejar testimonio gráfico del fenómeno:



A Juan le trajeron el avión de Playmobil. Mirá, mamá, dijo mientras lo montábamos, por fin un clic negro. Es verdad, tiene un montón de clic y ninguno era negro. Lo triste es que el clic negro no era el piloto, ni un pasajero sino un mozo de carga, el que lleva los equipajes. Prefiero no sacar ninguna conclusión.

A mí me trajeron varios tebeos de Bone, algunos discos (en vinilo) y unas desert boots, también llamadas safaris, también llamadas pero-si-eso-son-las-pisa-mierda-de-toda-la-vida-deserts-boots-deserts-boots-pero-mira-que-te-has-vuelto-imbécil-con-tanta-tontería-mod.

Bone es uno de los mejores tebeos que he leído en los últimos años. Tiene de todo: dragones, princesas, amor, aventuras, misterio, unos malos espectaculares (las mostrorratas), un dibujo encantador... Por si fuera poco, Fone Bone, el protagonista, está obsesionado con Moby Dick, ¡igual que yo! Además se puede leer con niños. A Juan le encanta. Totalmente recomendable.



Entre los discos había un capricho: la reedición de todos los EPs de Los Salvajes. Os dejo un video:




Voy a acabar con las últimas dudas que estas Navidades me han planteado: Si los Reyes vienen el día 6, ¿qué ansia de comprar de todo le da a la gente el mismo día 5? Mira que son acaparadores. Tengo otra: ¿Cómo pueden los Reyes comerse y beberse todo lo que les dejan sin reventar? Verdaderamente deben ser magos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Otro regalo de Reyes: me he leido tu primer libro y lo he pasado genial, y ya lo llevan leido dos amigos más, lo siento, si se entera la SGAE lo mismo me denuncia, o tú mismo, no sé. Feliz año de amo de casa.

elhombreamadecasa dijo...

¿Me estás diciendo que tus dos amigos se han leído mi novela sin comprarla? ¿Qué será lo próximo? ¿Leer algún fragmento de mi ensayo sobre el amor romántico en una boda? ¿Subir la novela en un archivo pdf al emule? O pero aún, ¿tomarla en préstamo de alguna biblioteca público, esos lugares malignos en los que se permite el robo masivo de la propiedad intelectual?

Ipso facto doy parte a mi representante y a mi prestigiosísimo bufete de abogados para que averiguen quienes sois tú y tus dos descarados amigos y os empapeles. Habráse visto.