Cada miércoles un cuento en El Estafador

lunes, 23 de noviembre de 2009

La vida secreta de Juan






 Ayer por la tarde, vinieron a casa mi madre y mi hermana pequeña. Cuando hay visita, los niños se vuelven locos exhibiéndose. Mira lo que hago de Fama, dijo Juan. Y empezó a hacer unos pasos de baile espectaculares. Nos quedamos a cuadros. Pero si Juan solo ve ClanTV. ¿Qué sabe él de Fama? Ese programa en el que todos visten tan mal. ¿No es bastante con que en el recreo aprenda cosas de Pressing Catch? ¿No hay nada que se pueda hacer contra la influencia perniciosa de los iguales?

Y para mantener el delicado equilibrio del ecosistema familiar, contaré algo de Darío y de Mercedes.

Hoy, Darío, después de que Mercedes le contara que cuando éramos pequeños estaba el Plato Chino (filipino), me ha explicado a mí cómo se jugaba a eso porque, según él, yo no sabía nada del asunto y él sí. Creo que debemos ir al pediatra para que le revisen los niveles de Protagonismo. Diría que los tiene muy altos.

Desde que no trabajo, el Astra (a.k.a. Coche viejo) lo usa solo Mercedes. Ahora lo lleva siempre como los chorros del oro. ¡Hasta le ha puesto un ambientador! ¿Por qué no hacía esas cosas cuando lo usábamos los dos?

5 comentarios:

Mª Antonia dijo...

¡Ah,la influencia perniciosa de los iguales!O no iguales porque si fueran iguales tu hijo no conocería Fama. Cuando los míos eran pequeños no los dejábamos ver Kunfú pero ellos lo sabían todo mejor que nosotros.
En cuanto a los niveles de protagonismo de Darío no sufras. Peor sería que se escondiera cuando viera a alguien. Para bien o para mal hace falta ser así ,no sólo para triunfar, simplemente para sobrevivir.Además tú¿nunca has creido saber algo mejor que tus padres aunque se trate de su época?

Chelo dijo...

¿a vosotros os dejaban ver "La bola de cristal"? A mi si, pero en mi colegio había muchas niñás a las que no le dejaban verlo y yo les contaba todo con pelos y señales, que si la bruja Avería, que si los rayos catódicos, el librovisor, el hada Truca (y el resto de electroduendes)...

Zoom, zoom..., culombio, culombio
zoom, zoom..., y me pego un voltio

Zoom, zoom..., faradio, faradio
zoom, zoom..., y me importa un vatio
que tiene esta bola que a todo el mundo le mola.

Lulu dijo...

Aún no he llegado a lo de la influencia perniciosa de los iguales, creo, estaremos a punto de llegar a esa etapa. Claro que ahora que lo pienso, cuando le dijo a uno de sus peluches "edes bazura" (eres basura) de algún lado lo tuvo que sacar. En casa nunca usamos esa expresión y en el puñetero Mickey Mouse tampoco sale.

A lo del Astra, si eres como mi medio limón, te diré que Mercedes hacía las mismas cosas antes pero no le lucían.
¿También te pone a ti de los nervios lo de los ambientadores? a mi me encantan, pero si mi medio limón va a usar el coche en breve, procuro no ponerlo por no oirle: "¿a qué leches huele esto?", "¿qué ha costado la tonteria esta del ambientador? seguro que una pasta y no vale pa' na'", "lo de llevar ambientador en el coche es de tias, que mira que sois pijas".

elhombreamadecasa dijo...

MªAntonia, como todo buen hijo que se precie, yo pensaba que sabía de todo más que mis padres.

Chelo, sí me dejaban ver La bola de cristal y me acuerdo de la rabia que me daban las críticas a Los electroduendes (por cierto, voy a presumir, mi hermana la mayor escribió uno de los capítulos del libro que sacaron hace un par de años sobre La bola.)

Lulu, reconozco que soy algo desordenado con las cintas de casette en el coche pero nada más. Además, en mi casa es al revés, soy yo el que quiere ambientadores y ella la que los odia.

m dijo...

Y lo bonito que es que tu tsunami que no levanta un palmo del suelo se ponga en plan maestro contigo... no hay que reírse, porque les enfada, pero por dentro... Esos momentos tienen que alargar la vida seguro.
Yo veía la bola y me encantaba, y he salido muy normal, ¿había cosas "malas" aparte de los pelos de la bruja?
Yo intento que no vea cosas violentas, pero con 3 años convierte un simple globo en un arma de destrucción masiva, es lo que tienen los recreos.