Cada miércoles un cuento en El Estafador

martes, 25 de mayo de 2010

Llamadas telefónicas (y II)





Mercedes aguantó su anterior móvil hasta que el pobre ya no dio más de sí. De hecho, fue el mismo teléfono en persona el que le pidió clemencia. Las teclas le dolían, la batería apenas le aguantaba unas horas, la pantalla se veía a trozos. Abandóname, le dijo, y sálvate tú. Era un teléfono algo teatrero, todo sea dicho.

Como a los niños, y a los mayores, les encantan estos cachibaches, Mercedes jubiló al aparato como teléfono y le dio una nueva vida como juguete de Darío. Darío, claro está, juega a que es un teléfono.

Al principio era muy discreto y le daba el número solo a unos pocos. Familiares cercanos y Pippi. Ella es la que más llama. Papá, dice Darío de vez en cuando acercándome el teléfono, es Pippi. Cuando me doy cuenta llevo un rato teniendo una conversación de lo más natural con una interlocutora imaginaria. A veces, sujeto el teléfono con el hombro y sigo conversando mientras cocino.

Darío está aumentando su círculo de amistades y cada vez llama más gente al teléfono. Hablar con Pippi es divertido pero con otros, uf, es un coñazo. Por ejemplo, con Mowgli. No es que llame mucho pero cada vez que lo hace nos pone la cabeza loca contándonos todos sus achaques. La cuadrilla está envejeciendo mal y cuando no nos relata con todo tipo de pormenores los resultados de su último análisis de orina, nos cuenta la visita al reumatólogo de Bagueera o la cantidad de pastillas que tiene que tomar Baloo al cabo del día. Al final, acabamos poniendo alguna excusa y colgando. Creo que se ha dado cuenta porque la última vez estuvo un poco seco y cuando le preguntamos por su salud, apenas sí dijo dos o tres palabras.

Ya no están para estos trotes:

7 comentarios:

Leia Organa dijo...

JAJA! Baguira con achaques! Me ha encantado.

owachy dijo...

La mejor película de la Disney de todos los tiempos. La animación es de mediados de los ´60, pero usa un lenguaje y una temática absolutamente rompedoras.
La sensibilidad que destila es también extraordinaria, con un discurso filosófico en segundo plano que a mí, personalmente, me resulta ideal para un niño.
Cuando María era pequeña (y tú bien sabes que los nanos no conocen la palabra "repetición", todo siempre es nuevo) era la única película que podía ver con ella mil veces seguidas sin rechistar... siempre es nueva, porque siempre me está enseñando algo.

La pintorería dijo...

Claro, si es que el video es del 67, y yo del 69, pero vamos, no te cuento mis achaques que soy más pesada que Mowgli, de hecho llevo el brazo morado del gotero de este fin de semana. Asqueroso estress, me quiero ir a la selva, o mejor al balneario. Feliz semana

lapatachunga dijo...

Vaya, lo cuentas tan bien que dan ganas de que el pesado de Mowgli llame también a mi casa... No sabrás nada de Ka, ¿verdad?

LA TETA REINA dijo...

Me encantan las historias de Dario. Es que es tan tierno...

Vagabunda dijo...

Mowgli no sabe apreciar lo que tiene... quien no se cambiaría unos días por vivir allí??

Esta canción anima a cualquiera!! :D

elhombreamadecasa dijo...

Leia, pues él lleva fatal lo de no poder subirse a los árboles como antes por culpa del lumbago.

Owachy, diría que es de esas películas que toman plena independencia del libro en el que se inspiran. No solo porque la inspiración es muy lejana sino porque es un peliculón.

Maite, ¿te han puesto antiestrés en vena? Cuídate todo lo que te permitan las circunstancias y si no que vayan ellas al médico.

Patachunga, Kaa es de esas que se niega a ponerse al teléfono. Lo que peor lleva, según me cuentan, es haber perdido garbo en gracioso ondular.

Teta Reino, pues tendrías que oírlo soltando palabrotas por esa boquita tierna.

Vagabunda, es una de mis canciones favoritas (es tan buena que aguanta casi todas las versiones que se han hecho de ella).