Cada miércoles un cuento en El Estafador

sábado, 5 de diciembre de 2009

Sobre las huelgas de hambre

En cierta ocasión formé parte de un grupo de apoyo a una huelga de hambre. Fue el último recurso, después de semanas de varios encierros en iglesias y una acampada frente a la Delegación de Gobierno. En la asamblea en la que se tomó la decisión, habló una persona y dijo cosas muy emocionantes difíciles de olvidar. Explicó que una huelga de hambre era un acto de violencia que en vez de dirigirse contra el otro, el que había causado el problema, el que se merecía el dolor, se dirigía, en un gesto de gran dignidad, contra uno mismo.


Aquello tuvo un final feliz. Espero que lo de Aminatu Haidar también lo tenga.

3 comentarios:

Ana dijo...

Ojala así sea...

Enrique Laso dijo...

Comparto muchos de los objetivos de Aminatu, pero en absoluto sus feroces críticas a nuestro Gobierno. Esa actitud la radicaliza y hace que pierda gran parte de los solidarios apoyos con los que cuenta.
Este Gobierno, con sus enormes defectos, es de los pocos que realmente se preocupa y trata de actuar en pos de favorecer a los más débiles del planeta.
Deseo una pronta recuperación a Aminatu, que pueda al fin reunirse con sus hijos (en su ciudad, o donde sea) y que su causa (que es también la de muchos españoles) triunfe algún día.

isa navarro dijo...

Yo tambien espero que acabe bien, pero me temo que nosotros lo teniamos más fácil de lo que lo tiene ella ahora.