miércoles, 9 de diciembre de 2009
Carta de no recomendación
El martes por la mañana, mientras paseábamos por Albacete, tuvo lugar una conversación que voy a contar a continuación. Voy a hacerlo tipo obra de teatro que creo que no he usado hasta ahora este truquito. Podría acabar con algún comentario o incluso algún juicio de valor, pero mejor no lo hago. Ahí va:
Exterior. Día. Cuatro personas caminan contra un decorado que recuerda la Avenida de España de Albacete. La mujer empuja un carricoche con un niño dentro. El hombre intenta caminar con un niño de la mano. Hace un agradable frío de Otoño. Todos van muy abrigados, quizás excesivamente abrigados.
Hombre (impostando la voz): Juan, ya verás, vamos a hacer un juego. Voy a hacer que soy Papá Noel y tú me vas respondiendo. ¿Vale?
Niño mayor: Vale.
Hombre: Pero tienes que decir la verdad porque a lo mejor Papá Noel nos está escuchando y los Reyes Magos y lo que digas lo van a apuntar.
Niño mayor: Que vale.
Hombre: Jo, jo, jo. Hola, Juan.
La mujer sonríe, mitad de verdad, mitad de compromiso.
Niño mayor (con voz nerviosa, como si por un momento creyera de verdad que quien le habla es Papá Noel): Hola.
Hombre: Estoy recogiendo cierta información sobre tu padre, ya sabes, para ver el tema este de los regalos. Dime, ¿cómo se ha portado?
Niño mayor: Mal.
Hombre (sorprendido y asustado): ¿Mal?
Niño mayor: Sí, mal.
Hombre: Pero, ¿muy mal?
Niño mayor: Sí, muy mal.
Hombre: Entonces, según tú, ¿se merece que le traiga regalos?
Niño mayor: No.
Hombre (conteniendo el llanto): Bueno, bueno. Tomaré nota.
Mujer: Eso te pasa por preguntar.
Las cuatro personas siguen caminando. El niño mayor da algunos tirones de la mano de su padre. El padre se lleva la mano libre a la cartera, como si quisiera calcular si va a tener dinero para comprarse él mismo los regalos que este año, al parecer, no se ha ganado. Cae el telón.
Publicado por
elhombreamadecasa
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest


Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
9 comentarios:
Sin duda, decir la verdad está sobrevalorado.
Estoy con la mujer: eso te pasa por preguntar. Mejor actúa como si esa conversación-representación nunca hubiera existido...y aprende para la próxima.¡Que c. pueden ser las criaturicas!
prueba a preguntar mañana, según te hayas portado ese día lo mismo Papá Noel se arruina! La memoria de los niños aún se asemeja a la de los peces (afortunadamente)
Casi me meo!!!, así da gusto empezar el día. Por cierto tu mujer como casi siempre (99,99%) tiene razón, ¿para que preguntas?. Que pases un buen dia
aprendiendo la lección de lo que has expuesto, yo mejor no preguntaré...
Pues pregunté porque supuse que diría que me he portado bien y que me merecía algún regalo, la verdad. Pero teniendo en cuenta todas las veces que le digo NO al cabo del día... entiendo su respuesta.
Diosssss, a Juan hay que enseñarle a mentir pero ya!!! o eso o acabais en el psiquiatra a base de pastis....
Me ha gustado esta nueva técnica.
Ya veo que lo que dicen de los niños y los borrachos es cierto... :D
Publicar un comentario