Cada miércoles un cuento en El Estafador

miércoles, 27 de mayo de 2009

Servicio público: Botón de off


Antes de dejar entrar en casa a un juguete ruidoso, hay que cerciorarse de que tenga botón de off para poder apagarlo. Si no lo tiene, es mejor que se quede fuera. Nosotros no lo hacemos y por eso nos pasa lo que nos pasa.

El Baby Mickey piloto de la foto parece estar equipado con alguna clase de sensor de movimiento y cuando detecta presencia humana a su alrededor se pone a dar grititos y hacer ruido de motor. Mola un montón cuando has conseguido dejar a los niños durmiendo, intentas salir de la habitación silencioso como un ninja y la abominación Disney se pone a gritar a pleno pulmón: ¡¡¡YU-HUUU!!!

También tenemos una ranita que no se calla ni debajo del agua. Hace un ruido que se parece remotamente al croar de un batracio pero que, además, da mucho miedo porque es bastante siniestro. La tenemos enterrada en el fondo del cajón de los peluches y, de vez en cuando, se pone a cantar insistentemente con ese sonido de ultratumba que nos acongoja. A veces, incluso se raya, y suena como si estuviera remezclada por Danger Mouse, los Beastie Boys o los mismísimos Portishead. Deberíamos tirarla antes de que nos provoque un infarto.



Encima, estos juguetitos del demonio parecen no gastar pilas. La rana tiene casi cinco años y sigue como el primer día.


PD: El Baby Mickey piloto pienso guardarlo hasta que mis hijos sean mayores. Entonces lo colocaré estratégicamente en la puerta de casa para que los sorprenda cuando vuelvan a las tantas de fiesta, algo perjudicados y andando de puntillas para no despertarnos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Por su mirada parece que sabe lo que hace y cuándo hacerlo (lo de molestar, digo)

Patricia dijo...

Casi todos los juguetes en general cuentan con una música ratonera taladracerebros , y además el q peor cancioncilla tiene es el q más le gusta al canijo en cuestión y mas veces aporrea para q suene (por lo menos al mío). Y cuando te das cuenta vas por la calle tarareando las cancioncillas jugueteriles....

elhombreamadecasa dijo...

Anónimo, es posible que sí, que sepa lo que se hace, pero prefiero no pensarlo, sería escalofriante.

Patricia, tienes razón, a veces vas por ahí canturreando cancioncillas de esas. De hecho, a veces me descubro imitando el ruidito de la rana.

Sheila Cárdenas. dijo...

jajajaja rei mucho..esos juguetes son la onda..solo cuando estàs de buenas. Justo a mi hija de año y medio, su bisabuela le acaba de regalar un mentado pajarito que se cuelga en el techo y cuando oye algun ruidito empieza a trinar la oda a la alegrìa o cancioncillas de ese tipo. lo peor es que mi niña se da cuenta cuando està apagado y pide a gritos que sea encendido. ni modo...gajes del oficio. suerte, bye