El viernes por la tarde fuimos a Ikea a comprar el árbol de navidad y sus correspondientes adornos. Es lo que tiene la convivencia basada en el consenso y la democracia: tus ideas se ven arrinconadas y las de los seres pequeños que viven contigo se imponen. Juan quería árbol y ya tiene árbol. Cuando vamos a Ikea aprovechamos para merendar y quedar con unos amigos, también muy de Ikea, y con hijos de edades parecidas a las de los nuestros. Metemos a Juan y a su amigo al parque de bolas y disfrutamos de una hora de semitranquilidad. En este caso semi es un prefijo completamente exacto: la tranquilidad es la mitad porque un hijo se queda dentro y el otro fuera con nosotros.
Pero todo esto es irrelevante, lo que importa es lo que sigue. Estábamos merendando, yo daba buena y culpable cuenta de una tarta de almendra, cuando por los altavoces se escuchó la siguiente advertencia: Atención a todos los trabajadores y trabajadoras de Ikea, se les advierte de que ha sido activado el código 1000. La cosa sonó seria. Al poco tiempo, un pequeño ejército de jóvenes posmodernos vestidos en azul y amarillo empezó a moverse rápidamente de un sitio a otro. Hicimos algún chiste sobre el tema y, a duras penas, mantuvimos la calma. Yo no dejaba de pensar en la voz fría y femenina de la Nostrosmo que, después de que la teniente Ripley activara la secuencia de autodestucción, llevaba la terrible cuenta atrás: Quedan sesenta segundos para la explosión.
Antes de que mis nervios se desmadraran, volvió a sonar el altavoz: Atención a todos los trabajadores y trabajadoras de Ikea, se les advierte de que ha sido anulado el código 1000. Uf, respiré aliviado, no sé de qué pero nos libramos por los pelos.
Mis visitas a Ikea darían para una serie más larga que "En el dentista" pero, no sé por qué, no suelo sacarle mucho provecho. Será algún resto de remordimiento revolucionario por ir tanto a una transnacional tan malísima como la susodicha. Y hablando del dentista, la otra noche estuve de cena y hablamos de implantes. Un amigo superfumador me dijo que la cosa es no fumar mientras se está con el implante. Yo me fumaba los porros por la nariz, me dijo. Brrrr. Me hizo sentir como un ser débil y enfermizo incapaz de imponerse a una miniadicción como la mía. Me he propuesto no volver a fumar hasta que acabe el rollo este del implante. A ver qué pasa.
Rankin de películas más vistas en mi vida: Peter Pan, El libro de la selva, Esta casa es una ruina, La tentación vive arriba, Aliens y Matrix.
4 comentarios:
Pues parece ser que un código 1000 es un plan de evacuación en caso de emergencia, mira aquí.
Cambiando de tema, el otro día me acordé de ti, en el H&M he visto unos calzoncillos con el dibujo de la cara del mono furioso que tiene Chris Griffin en el armario.
Ya sabía yo que no era nada bueno. Pues menos mal que la cosa quedó en nada.
Me voy corriendo a H&M.
Buenas!!Soy trabajador de IKEA y, realmente, no es un plan de evacuación. Simplemente damos ese mensaje por megafonía para indicar a la brigada de incendios y seguridad la zona donde se ha activado la alarma. Generalmente el anuncio por megafonía es así: ''Atención personal de ikea, Código 1000 activado en la oficina de logística''. Eso quiere decir que algo no funciona allí. O bien una papelera incendiada que ha hecho saltar los sprinkles(rociadores anti-incendio del techo) o bien un paquete sospechoso. Ellos se dirigen allí y son los que deciden si se debe evacuar la tienda o no. Pero hasta que no se de el mensaje de evacuación, no hay de qué preocuparse. Espero haber servido de ayuda...
Espero entiendan que no debo dar esta información, por eso me muestro como anónimo. Gracias por comprenderme
Efectivamente como ex trabajador de Ikea el codigo 1000 significa que todos los empleados tienen que ir a su puesto de trabajo, no importa si esten en el descanzo, en el baño, o en otra parte de la tienda. Todos a sus puestos. Para que?, prepararse para una posible evacuacion del local. Normalmente (excepto en simulacros) el codigo 1000 es cancelado a los pocos minutos.
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