Cada miércoles un cuento en El Estafador

viernes, 7 de noviembre de 2008

Yo antes no era así


Hasta hace no mucho tiempo podía decir que tenía una buena memoria y una manía por la seguridad. Por ejemplo, en la universidad leía las convocatorias de exámenes. No olvidaba el día ni la hora pero lo comprobaba varias veces antes de la prueba. Tengo un recuerdo difuso que no sé si es cierto o es una simple mini-leyenda que ha fabricado mi imaginación. Una vez, de forma completamente irregular, adelantaron la fecha de un examen y yo fui de los pocos que se entero gracias a mi manía de comprobarlo todo una y mil veces.

Pero las cosas ya no son así. Me olvido de casi todo, sea muy o poco importante, y mi manía se ha relajado hasta tal punto que raramente compruebo algo. Sin ir más lejos, esta noche íbamos a ir al concierto de Clovis. Ya lo tenía todo apañado y anoche me metí en la página web donde anunciaban el concierto para ver si había novedad. Para mi disgusto descubrí que el concierto fue ayer. No habían cambiado la fecha, es que yo recordaba mal el día. Eso antes no me hubiera pasado.

La única forma que me va quedando de no olvidar las cosas es apuntarme el asunto en la mano. Lo que pasa es que me pongo un par de letras a modo de mensaje cifrado y no siempre recuerdo lo que querían decir. Sé que debo acordarme de algo pero no de qué. Esta semana había quedado en llevarle a uno de los chiquillos de mi trabajo el Need For Speed de la PS2. Para que no se me olvidara me escribí en la mano NFS. Y luego me las vi y me las deseé para recordar qué diantres querían significar aquellas tres letras.

Envejezco.

1 comentario:

lapatachunga dijo...

Hay otra teoría que explica estos hechos. Incluso diría tras reflexionar nuevamente que son dos teorías que se combinan: los hijos y la falta de sueño continuo.