Cada miércoles un cuento en El Estafador

lunes, 27 de junio de 2011

Juan Madrid



Hace tiempo, me leí una novela de Juan Madrid. No recuerdo mucho de ella. Entorno los ojos y pongo esa esxpresión de esfuerzo difuso que se pone al pensar con fuerza y solo me llegan extraños recuerdos de un aeropuerto. Supongo que la leí en uno de ellos. Que esto no llame a engaño. Se pueden contar con los dedos de las manos las veces que he volado en avión y solo he ido tres veces a recoger a alguien a un aeropuerto. En fin, que es lo de menos dónde la leí. Me gustó pero nada más.

Público ha empezado a vender una colección de novela negra los sábados y la primera entrega era "Adiós, Princesa" de Juan Madrid. Y esta no solo me gusto, también me sacudió el estómago con el vértido de los grandes descubrimientos. No superé las pruebas para entrar en la tripulación del Enterprise porque me mareo hasta andando pero no me hace falta para hacer grandes descubrimientos. De vez en cuando, doy con un músico, un dibujante o un escritor que no conocía y me siento como el Capitán Kirk ante una nueva frontera.



"Adiós, Princesa" es una novela de dos personajes habituales de Juan Madrid, el exboxeador yex policía Toni Romano y el escritor Juan Delforo que es algo así como un trasunto del propio autor. Madrid consigue algo sumamente difícil, escribir género con casi todos los elementos obligatorios pero dotarlos de personalidad. El tipo sabe de lo que escribe. Y hace honor a su apellido porque la ciudad es una de las protagonistas de la novela. Me atrevería a decir que Juan Madrid es a la capital del reino lo que Vázquez Montalbán a Barcelona. El respeto por los personajes que aparecen en sus historias también es algo que tienen ambos autores en común. Me gusta que el autor respete a sus personajes, que sean buenos, malos, asesinos, banqueros, prostitutas pero que tengan todas esas aristas propias de las personas.

El título de la novela se debe a que la asesinada es una periodista que cuenta en su diario que era la novia del Príncipe de Asturias. El morbo es inevitable. Salen varios de los resortes del poder: la Moncloa, la Iglesia, los ricos a los que no les cabe tanto dinero... De uno de los malos se dice lo siguiente: Era sabido que en su despacho tenía dos retratos enmarcados: uno de Hitler y otro de Franco. En 1974, había retirado los retratos de esos personajes de su despacho y comenzado a coquetear con la derecha moderada. Se convirtió en editor de libros de texto para escuelas y en un demócrata centrista... No es un secreto para nadie que posee el diario de máxima difusión en España, canales de TV, editoriales, fundaciones culturales y cadenas de radio. Um, ¿de qué me suena a mí esto?

No suelo leer dos novelas seguidos de un mismo autor. Pero al acabar "Adiós, Princesa", salí corriendo a una librería a conseguir más cosas de Juan Madrid. Sólo encontré dos libros y me acordé del párrafo anterior. Supongo que escribir cosas así, se paga. Por suerte, conseguí el primer volumen de la edición en forma de novela de los guiones de la serie de TV Brigada Central, de la que Juan Madrid fue guionista único (publicada por Ediciones B). Esta serie fue censurada en su momento, gobernada el PSOE. Luego fue censurada una película que pensaba rodar, gobernada el PP. Cuenta el propio Madrid que las series y pelis en las que se usan símbolos de la policía deben contar con su visto bueno.

Brigada Central es una pasada. El protagonista es un inspector jefe llamado Manuel Flores. Es gitano. Manejar a un personaje gitano es difícil porque lo previsible es que la mente del lector esté llena de estereotipos y prejuicios sobre el mismo. Madrid, sin embargo, los sortea todos sin renegar a ciertos lugares comunes. Brillante.

Vaya un rollo que he soltado, ¿no? Creo que la razón es que me da rabia que autores como Madrid no tengan el reconocimiento que mereces y otro, que no son mejores ni por asomo, vendan tanto y tanto. 

5 comentarios:

biblioactiva dijo...

Pues no se te ocurra leerte uno de LIJ que Alfaguara le encargó para una colección fallida que quisieron sacar "Alfaguay", en la pedían a autores consagrados de literatura adulta, que escribieran algo infantil y el resultado fué: DESASTROSO.

mona dijo...

¡Que interesante!y yo leyendo los cuentos de Mica-editorial Santillana-
de mi niña,son la lectura obligada en la clase de 3años.En mi opinión,son un asco.No me extraña que los niños odien leer,los tratan de imbéciles,encima los padres pagamos por ellos ya que la educación infantil,no esta subvencionada.

elhombreamadecasa dijo...

Biblioactiva, veo que no me perdonas que haya usado iniciales de vez en cuando. Pero, por lo que más quieras, ¿quién es LIJ?

Mona, cuánta razón tienes, algunos autores se piensan que los niños son tontos. Es como la gente que les habla siempre con voz aguda y balbuceando tonterías.

Coral dijo...

LIJ significa Literatura Infantil y Juvenil, si tuiteas tienes que usarlo pa que te quepa en los 140 caracteres.
No hay nada peor que los LIJ con "valores" y moraleja de los programas de educación infantil

elhombreamadecasa dijo...

Coral, y yo venga a hacer combinaciones de nombres. Completamente de acuerdo en lo horribles que son las historias con los valores metidos con calzador.