Cada miércoles un cuento en El Estafador

lunes, 6 de septiembre de 2010

Lemon pop 2010 (1 de 2)




Nota: El Lemon pop es un festival de música independiente que se realiza en Murcia a comienzos de septiembre. Y esto NO es una crónica musical.

Primer día.

Por la tarde paso un rato trabajando en el libro "Enseñanza de habilidades interpersonales para adolescentes" para programar algunas sesiones con los chiquillos de mi trabajo. Es que los tengo muy gritones y bordes. Noto algo duro entre las páginas. Son dos fotografías en las que salen algunas compañeras de la carrera de Educación Social pasándoselo bien en un viaje a Marruecos. Esa misma noche, en lo que iba a ser la presentación del libro Club45 de Cooper, me encuentro a una de ellas (que se pasa por aquí a menudo, por cierto). Casualidad y alegría.

La presentación del libro se ha cambiado al día siguiente. Es un fastidio porque hemos tenido que hacer el típico despliegue familiar para poder ir pero no es grave: Mercedes ya se había pedido el día por asuntos propios.

Por ahí anda Ángel Sopena, factotum del bendito Lemon Pop. Dile algo, me anima Mercedes. Pero yo hago como si no tuviera ganas de hablar. Es que me da cosa que no se acuerde de mí (me entrevistó por los "Cuentos pop"). Pero me ve y me dice: ¡Hey, Montalbán! Uf, mi ego no tiene nada que envidiarle a Usain Bolt. Es más, pulveriza todos sus registros: de 0 a 100 en décimas de segundos. ¡Hey, Montalbán!

(Además, siempre me ha gustado mucho que me llamaran por el apellido. Lo hacía una profesora de las buenas y lo hace una amiga, también de las buenas-mejores.)

Vemos más hijos además de los nuestros. La modernidad se reproduce.

Segundo día.

Mañana.

Vamos por la mañana a la presentación de Club45. Llegamos tarde y me tengo que salir con Caín y Abel para que no boicoteen el acto. Cuando acaban, nos acercamos para que Alex "Cooper" nos firme el libro y los discos.

Salimos algo desorientados y sin saber qué hacer. Es la hora del aperitivo pero también la de la comida de los hijos. Por suerte, nos llama G. que nos está esperando en la Plaza de las Flores con sus dos hijos. Allá que no vamos.

Juan y L., un amigo de su edad, y a la sazón hijo de G. ( a estas alturas, los dientes de Biblioactiva ya estarán rechinando con tanta inicial) son tan parecidos que a veces dan miedo. Las autoridades competentes ya los conocen y suelen reforzar la seguridad ciudadana allá donde saben que se van a juntar. Bajo la atenta mirada de dos policías bien pertrechados, van arrancando y amontonando varios adoquines de la plaza. No sabemos si quieren confirmar que la playa está debajo o si solo quieren romper por romper. Decidimos pedirnos otra caña y hacer que no vemos. La policía también se hace la loca. Mientras, Cooper pincha música de la buena.



Mercedes se ha echado al bolso un libro de "Cuentos pop" por si se lo quería regalar a Cooper. Le digo que no, que no puedo andar regalando mi libro, que así nunca me haré rico y blablabla. Al final se lo doy con ojos llorosos de la emoción. Esto confirma, al menos, dos cosas: (1) soy un ser voluble y (2) Mercedes me conoce mejor que yo mismo. 


Noche.

A las nueve en punto estamos en el Parque de Fofó, recinto habitual del Lemon Pop. El Parque de Fofó, para quien no lo conozca, es un parque que se llama así porque tiene una estatua de Fofó.

El sensor que tienen los hijos para captar cuando estamos interesados por algo, vibra a tope. Por suerte, mi santa madre vive al lado del Parque de Fofó y hemos tomado su casa al asalto. En cuanto termine el primer concierto, los llevaremos con ella.

Single.

Empieza el grupo de Teresa Iturrioz. Ella es de lo más simpática. Juan y Darío hubieran disfrutado de su concierto si no hubieran estados empeñados en batir el récord de cantidad de veces que se dice ¿Cuándo nos vamos? sin respirar en medio. Organizamos una fiesta con nuestra canción favorita:



Single son unos suertudos y todas sus portadas se las hace el mejor, Javier Aramburu:



Atención: también ilustra libros (y son un regalo ganador).

Klaus &Kinski

Ya sin hijos, veo por cuarta vez en poco más de medio año a uno de mis grupos favoritos. Madre mía, y no me canso. Les pasa una cosa muy "graciosa": el bajista viene de Barcelona y se retrasa el tren. Se incorpora al concierto a la tercera canción.

Si me pusiera ahora a citar versos que me encantan de sus canciones, no paraba.

Su discográfica, Jabalina, tiene un puesto en el minimercadillo. Pregunto por un disco de versiones que había visto en un blog. Pero resulta que es algún disco pirata.

The Chemistry Set

Antes de que empiecen, llegan G., ahora sin hijos, y D., su churri. Ya me he acostumbado a ir solo a los conciertos pero con amigos es mejor.

Lo bueno de la música es que no tiene fin y siempre se pueden descubrir grupos nuevos. A estos no los conocía y me gustan bastante. Hacen una psicodelia ruidosa que me cautiva. Algo me pasa cuando un concierto se pone ruidoso, es como si algo en mi interior se despertara. Y no sé si es algo esférico y oscuro o alguna especie de pequeño mamífero que se desperaza después de un largo sueño.

Proyectan imágenes en una pantalla. Veo tantos búhos de ojos amarillos, globos aerostáticos multicolores y corazones palpitantes dando vueltas que me dan ganas de aderezar el tabaco de liar. Pero hace tiempo que cambié las sustancias ilegales por la química con receta.

Llevan shitar pero programado en el Mac.

Al final, vemos a otros amigos. Hablamos de la huelga general del día 29. Volveré sobre ese tema. Dejo a medio la conversación para irme a la primer fila. Van a tocar

Lucky Soul

Hay problemas con el teclado. Los técnicos se ponen nerviosos. Por algún altavoz se oye a uno de ellos: Pues no hay teclado, que se busquen la vida. Mercedes y yo hemos adoptado ya la frase como propia y la usaremos cada vez que algo no salga bien y no queramos complicarnos la vida. Al final la cosa se arregla: Vale, ya lo tengo tó, me cago en dió.

Andrew Laidlaw, el hombre que convierte la tristeza y los problemas en canciones luminosas y alegres, eso es alquimia, lleva unos pantalones Sta-prest con la raya marcada a tope. Y un Pork Pie Hat de reglamento. 



Ali Howard, la cantante, es toda una estrella. Después de un rato de fijarme mucho en sus rodillas sin saber muy bien por qué, me doy cuenta de que es que parecen dibujadas por John Romita Jr. Su nariz también.




Disfruté tanto que se me hizo cortísimo. No tocaron dos de mis canciones favoritas: "Get Outta Town!" y "Ain´t Nothin´ Like  a Shame To Bring It All Back Home".

Cosas que molan en los conciertos (I): Unir dos canciones, cuando una va acabando y te preparas para aplaudir y unos segundos de descanso, la música vuelve a subir y debes seguir bailando. Sin descanso.

A Lucky Soul los vimos por primera vez en el Lemon de hace tres años (¿o cuatro?). No sabíamos nada de ellos pero quedamos subyugados.

Cornershop

A estos tampoco los conocía antes del Lemon. Pero como soy un alumno muy aplicado, en cuanto los vi en el cartel de este año me fui a estudiar la asignatura. Tienen un disco de gran título "Judy Sucks a Lemon for Breakfast". Rajoy desayuna un "kibi" y Judy un limón.


Segunda sesión de psicodelia de la noche pero esta vez con shitar de verdad.

Cosas que molan en los conciertos (II): Llevar la última canción al modo bucle y que los miembros de la banda vayan saliendo uno a uno. A ser posible, las guitarras deben quedarse distorsionando a su aire. Los Cornershop lo hacen, dejando solos a la shitarista, el teclista y el baterista. Gran final.


The Peppers Pots

La treintaseiscitis empieza a hacer de las suyas. Estoy tan cansado que ni me tengo en pie a pesar de las ganas que tengo de ver a los Peppers Pots. Miro a Mercedes con cara de pena y le digo que parece muy cansada y que si quiere podemos irnos ya. Claro, me dice, lo que tú digas, vámonos a dormir.

Mientras:

4 comentarios:

Pepitilla dijo...

... me gusta la descripción de las fotografías "pasándolo bien en Marruecos" :) y me encantó como "presentó" Marina de K&K el lemmon pop, "el festival de los reencuentros postvacacionales" doy fé, también me encantó que se celebrara one more time en el parque fofó :)...

Nino dijo...

Acabo de descubrir el blog buscando informacion y criticas sobre el Lemon Pop 2010 y me ha encantado saber que "los padres de familia" tambien tenemos derecho a que nos guste la "buena" música y sobre todo a intentar que les guste a nuestra progenie. Por todo ello y mucho más seguiré tu blog y espero verte en algun concierto porque yo cuando a alguno suelo hacerlo solo. Un saludo desde Murcia.

biblioactiva dijo...

Sí, sí, sí mis dientes chirrían por las iniciales, pero también por la envidia... Yo no consigo apaño para mi hijo y es demasiado pequeño para llevármelo...

elhombreamadecasa dijo...

Pepitilla, Marina también dijo que hay gente con la que estás deseando volver a verte y otra con la que no. Evidentemente, la gente que uno no quería ver, no estaba en el Lemon pop. Y sí, el Parque de Fofó es su lugar.

Nino, bienvenido. Pues sí, también tenemos derecho, aunque haya que hacer toda clase de piruetas para poder ir de concierto. Eso de ponerle a los niños la típica música de niños es un churro. Mis criaturas escuchan la música que aparece en este blog y suele gustarles mucho.

Biblioactiva, G. y yo siempre decimos que habría que organizar conciertos adapatados a los niños. Podrían ir los mismos músicos pero se podría hacer de día, con la música más baja, podrían pinchar un barril de zumo de naranjas recién exprimidas...