Cada miércoles un cuento en El Estafador

domingo, 19 de septiembre de 2010

En Barcelona, viendo a Eels.



Toma aire:

A Mark Oliver Everett le gustan mucho los pájaros. A mí los pájaros ni fu ni fa pero Eels me vuelven loco. Mark Oliver Everett, también conocido como Mr. E, es el hombre detrás de Eels, el grupo al que ha estado dedicada la nueva sección La semana de... La nueva sección se explica prácticamente por ella misma. Eels actuaron en Barcelona el día 17. La telonera de Eels tenía nombre de pájaro. La telonera de Eels era Alondra Bentley. Alondra Bentley vive en Murcia. Yo vivo en Murcia. Alondra Bentley tenía un osito de peluche que se llamaba como Yyo. (Reviso y veo que he puesto "yo" con mayúscula. Un acto fallido del que, ahora, me siento incapaz de sacar conclusiones, más que nada porque no es oro todo lo que reluce.) Alondra Bentley, que salió sola con su guitarra al escenario, reconoció que estaba algo asustada porque venía de un camerino bastante "peculiar". También dijo que era difícil salir a actuar después de un ventrilocuo y antes de Eels. Antes de Alondra Bentley, estuvo en el escenario un ventrilocuo. Parere raro. Pero es verdad. También fue enternecedoramente decadente. La gente decía que Alondra no pegaba nada con Eels. La gente que estaba al lado mío, quiero decir. No estoy de acuerdo. Hay mucha conexión entre la música dulce y arpegiada de Alondra y muchas de las canciones del loco de los pájaros. A pesar de que Alondra parece frágil y los de Eels eran una banda de barbudos, hoscos y serios. Seguro que ni Alondra es tan frágil ni los hombres tan duros. Alondra lo hizo muy bien. Después, Eels hicieron lo que quisieron con nosotros. Mark Oliver Everett es un genio. Sus canciones son buenas a más no poder y encima del escenario es tremendo. ¿Cuántas versiones puede ahcer de "My Beloved Monster"? ¿Cómo es poisble que cada uno sea mejorq ue la anterior? Esto debe romper varias leyes de la lógica y del cosmos, seguro. Mr. E daría miedo si te lo encontraras a solas en un callejón, de vez en cuando lo confunden con un terrorista pero es un tipo entrañable. Hay que leer su gran autobiografía y escuchar sus discos. Lo haces y confirmas que sí, que es entrañable, y te preguntas cómo es posible no haberlo conocido antes. Y sabes que tiene razón cuando dice en una entrevista que lo que pretende es convertir el limón en limonada. Y eres feliz porque lo has descubierto y porque te has liado la manta a la cabeza y te has ido a Barcelona a verlo. Barcelona está muy lejos y suelo ir en avión. La frase anterior puede dar lugar a confuciones. Pareciera que voy mucho pero solo han sido dos veces en los últimos, no sé, diez años. La primera vez me quitaron un botellín de agua. Esta vez, la espuma de afeitar. No me explicaron por qué era peligrosa pero no podía subir con ella a bordo. El viaje en avión dura menos de cincuenta minutos pero yo tardé casi siete horas desde mi casa a la casa del editor de Morsa. ¿Veis?: no es oro todo lo que reluce. El editor de Morsa es mi amigo y me deja su casa. Morsa es una editorial molona. Mientras comíamos comida japonesa hicimos planes de sacar una segunda edición de Cuentos pop. Vale, dijimos que las segundas ediciones son de cobardes. Pero rectificar lo es de sabios. También hicimos planes para un nuevo libro, quizás después del verano que viene. Al ritmo que van Eels, habrán sacado dos discos nuevos para el verano que viene. O tres. Quise comprarme su último disco en el kiosco que pusieron en el concierto pero había mucha gente. Me dio esa mezcla estupenda de agorafobia y claustrofobia. Tuve que salir corriendo al exterior. En el exterior conocí, por fin, a Joserra. Ya iba siendo hora. Me gustaría hacer una crónica del concierto hecha y derecha. Pero tendría que sentarme, recordar los detalles, hacer un borrador, corregir, confirmar los nombres de las canciones, buscar metáforas sin explicación y comparaciones oscuras. No tengo tiempo. Además, seguro que Joserra hace una crónica cojonuda. Cojonudo fue el prólogo que escribió para Cuentos pop. En agradecimiento, y porque básicamente me apetecía, le regalé el último disco de Los Marañones. Haciendo patria. Las crónicas de Joserra no tienen comparaciones oscuras ni metáforas sin explicación. Las crónicas de Joserra son estusiastas y apasionadas. Por eso me gusta tanto cómo escribe de música. Yo no escribo de música. A veces pienso que yo solo escribo de yo. Hasta me da por hacer entradas rollo "monólogo interior". Tal vez porque me doy cuenta de que las últimas entradas tenían párrafos muy breves. No hay que repetirse. ¿Habrá alguien que haya llegado hasta aquí? Yo no puedo con los párrafos que no dan tregua. Yo, yo, yo. Me gustaría poder escribir de otras cosas. Mejor dicho: de otra forma. Escribir desde una atalaya lejana y aséptica. Sin nervios ni corazón. No siempre pero sí de vez en cuando. Pero no me sacudo el punto de vista. A veces, incluso, pienso que a todo el mundo le pasa lo mismo pero yo lo disimulo menos. O no lo disimulo. La subjetividad es pegajosa. Pegajoso era también el ambiente dentro de la sala Bikini. En la sala Bikini es donde actuó Eels. Cuando llegué a la sala Bikini, llovía mucho. Llovió bastante este fin de semana. De hecho, un trueno tremendo me despertó el sábado a las ocho en punto de la mañana. Despertador celestial. No me hizo falta la alarma de mi nuevo reloj Casio. Es que ahora han vuelto a ponerse de moda los relojes Casio de toda la vida. Mercedes y yo pasamos todo el verano dilucidando si los relojes Casio eran modernos o casposos. Decidimos que casposos. Pero nos equivocamos. He solventado el error y, siguiendo la máximo de Rimbaud, me he comprado un reloj Casio porque son modernos. Compré un reloj Casio y compré un libro de las tres mellizas en catalán porque darío lleva todo el verano pidiendo uno. Ir de compras por Barcelona es muy peligroso. A la que te descuidas acabas entrando sin querer en una tienda Desigual. Desigual es un horror. Fui precavido y me mantuve alejado. El libro de las tres mellizas era sobre el primer día de escuela. Y es una coincidencia porque el primer día de escuela de Darío es mañana. "Escuela" en catalán se dice "escola" y "llorar" se dice "plorar". Tengo un agobio tremendo porque Juan va a entrar por una puerta del cole y Darío por otra. Me toca dejar solo a Juan pero no quiero hacerlo. No sé si tendré apaño. A Darío le compré ese libro y a Juan le busqué un click con barretina pero no encontré ninguno. Así es difícil acabar de construir una identidad nacional, las cosas como son. Le compré una niña clicka con pañuelo y dos cabritillas. A Juan le ha gustado mucho porque puede sumarlo a todo lo que tiene de la granja de los clicks. En la granja de los clicks hay muchos pájaros y a Mr. E le chiflan los pájaros y la telonera se llama Alondra y a mí me encanta Eels.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé cómo he llegado a este blog pero me quedo!

biblioactiva dijo...

Ni una frase de más de 10 palabras. Ni una inicial. Me encanta. ¿Es una de tus nuevas ideas? Tengo propuestas...

Paco dijo...

Yo (yo)no soporto a los pájaros pero seguro que habría soportado a Eels.Escribes regularcillo pero merece la pena el esfuerzo de leer entera tu entradilla.Para los detalles musicales me voy a la land de rockandrodri,¿no?Salud.

elhombreamadecasa dijo...

Madame Yasemin, muy bien que haces.

Biblioactiva, las ideas que traigo de Barcelona son de esas destinados a ahcernos ricos pero que acaban, incomprensiblemente, costando dinero. Me alegra que te haya gustado la escritura uniparrafal.

Paco, atención: http://www.youtube.com/watch?v=4M7rPL7NW3k&feature=related

Lulu dijo...

Me estoy poniendo al día y jo! es agotadora esta entrada!