Cada miércoles un cuento en El Estafador

martes, 27 de octubre de 2009

El lapsus y la decisión


Le doy alguna que otra vuelta en la cabeza y cuando tengo pensado más o menos qué voy a decir y cómo, me pongo a escribir a lo loco. Mi escritura es como de guerrillas: cuando el campo está despejado, asalto por sorpresa el ordenador, escribo rápidamente y vuelvo a desaparecer entre la espesura de la vida diaria. Apenas puedo releer lo que escribo para corregir errores. Ayer en un lapsus que pone en evidencia alguna que otra cosa, escribí:

Tengo que tomar una decisión muy importante en mi trabajo. Básicamente se trata de seguir en unas condiciones muy desfavorables (casi intolerables) o seguir a pesar de todo porque el proyecto merece la pena.

Cuando tenía que haber escrito:

Tengo que tomar una decisión muy importante en mi trabajo. Básicamente se trata de seguir en unas condiciones muy desfavorables (casi intolerables) porque el proyecto merece la pena o no seguir porque lo que se nos exige es demasiado.

La decisión era seguir o no seguir y yo había escrito que la decisión era seguir o seguir.

El caso es que ya sé el final del sueño que conté ayer. Como suele pasar en estos cosas, Mercedes ya no era Mercedes sino A., mi compañera de trabajo. Resulta que no era la primera vez que el panadero intentaba colarnos una barra mordida. De hecho, llevaba cinco años haciéndolo. Demasiado. Así que le dijimos lo que pensábamos del asunto y nos marchamos de allí sin comprar el pan. (La metáfora deja mucho que desear porque no explica ni mucho menos cómo han pasado las cosas, pero es lo que hay).

PD (que podría titularse "Más vale sola que mal acompañada"): Esta mañana, después de otra reunión fallida con las madres en el cole (de las más de veinte que había convocado para ver si encontrábamos una solución al tema de las actividades extraescolares, hemos ido cuatro o tres y yo, como prefiráis), nos hemos ido Darío y yo a un parque. Hemos visto pasar a un grupo de tres mujeres y un hombre. Una de ellas se ha tenido que parar a vomitar. Al parecer estaba embarazada y las nauseas estaban haciendo de las suyas. El hombre (quizás el padre de la futura criatura) se ha mantenido a una distancia prudencial, cincuenta metros, como si la cosa no fuera con él. De vez en cuenta decía alguna tontería en voz alta del tipo: Sujetadle la cabeza. Las otras dos mujeres tampoco ayudaban mucho: Si es que te has tomado un cruasán entero, qué esperabas; Anda, hija, que te vas a quedar a gusto...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No te preocupes, hombre ama de casa porque la lectura también es de "guerilla" y hemos leido comprensivamente lo que querías decir y no lo que literalmente decías. ¿es que piensas que tus lectores somos personas ociosas con tiempo para la reflexión y el relax? Pues no. Te equivocas, vamos todas con el mismo ritmo frenético.

Owachy dijo...

Hermano, no sé si hoy estás melancólico, jodido, triste o hasta los cojones... o quizá tu estado de ánimo sea más próximo a un mosaico de todo lo anterior.

En cualquier caso, y desde los 400 kilómetros y más de seis años sin vernos que nos separan, hoy te grito: ¡Te quiero!

La pintorería dijo...

mmmmmmmm, y al final que haces te quedas o no?, yo tampoco tengo mi dia hoy :S

MissManjolita dijo...

yo tengo q releer y editar mis entradas mil veces pq siempre me dejo algo... y mejor no te hablo de la ortografia pq si no fuera por el corrector... quiero escribir tan rapido q se me amontonan las letras, unas me las como, otras las cambio de orden... y escribo fatal!!!
me ha hecho gracia lo de la embarazada! la pobre vomitando y las otras echandole cosas en cara.. en fin

Srta. Aristas dijo...

Psss, un fallo lo tiene cualquiera, y si te paseras por muchos blogs, entre ellos el mío, podrás ver, que escritura si lo tuyo es escritura de guerrilla, lo nuestro es como cuando ves un piano y quieres hacer que lo tocas, vamos que cerramos los ojos y aporreamos el teclado sin piedad.

Chelo dijo...

las decisiones difíciles son jodidas de tomar, siempre viene bien que alguien que te quiere y te conozce te de un empujón, te acabarás alegrando, ya verás, luego nos lo contarás :-)

elhombreamadecasa dijo...

Anónima, perdona mi actitud pero no me pensaba que fuérais todas personas desocupadas sin nada que hacer que os sentarais a leer este blog después de ponernos cómodas y preparaos un Dry Martini. No me cuesta mucho suponer que vamos todas a tope.

Owachy, qué efusividad. Gracias por tu amor. ¿Hace ya seis años que no nos vemos?

Maite, ya sabía yo que la metáfora-sueño del pan era un churro. Hemos decidido dejarlo. Aunque, en realidad, no ha sido una decisión sino una imposición velada porque lo que nos pedían era imposible.

MissManjolita, cuidado con los correctores que los cambia el diablo. Yo escribo tecleando las teclas de dos en dos (no sé por qué) y eso hace que muchas veces cambia de orden algunas letras.

Srta. Aristas, discrepo un poco de tu opinión: a mí tu blog me gusta.

Chelo, pues eso, que ya lo he escrito antes, que nos marchamos. Me va a ser difícil contar algo sobre el asunto porque este blog lo leen (al menos eso dicen) algunas de las personas implicadas y es complicado dejar por escrito ciertas opiniones y sentimientos.

Lulu dijo...

Siento que lo hayas tenido que dejar, estan las cosas "malamente".
Ánimo!