La semana empezó como una más. Ninguna novedad en el horizonte (si exceptuamos el hecho de que Mercedes se va a ir de puente, tema sobre el que volveré). Nada hacía sospechar que a eso de las nueve de la noche estaríamos adentrándonos, algo asustados, en pleno Pozuelo de Alarcón, territorio comanche. Pero una llamada telefónica, una serie de contracciones regulares, intensas y dolorosas, y tres kilos cien gramos de vida reciente y encantadora nos alborotaron a todos (Mercedes, Darío, Juan, mi hermana pequeña y moi) y nos hicieron abalanzarnos al coche rumbo a la capital del reino (¿muchas y para una sola frase?).
Con este son tres o cuatro los arrebatos por los que me he dejado llevar (que recuerde bien, es el segundo pero quiero creer que alguna locura más habré hecho en mi vida). No teníamos pensado ir a Madrid hasta el fin de semana pero cuando el hecho fue inminente, cambiamos de planes y nos largamos dejando trabajos y colegios suspendidos por un par de días. (Si alguien piensa que esta es una locura menor, que haga un viaje repentino Murcia-Madrid con dos bárbaros en el asiento de atrás).
Como era de esperar, nos perdimos a la entrada de Madrid. Había tomado notas desde el Google maps en una hojilla medio usada, todo iba bien pero basta un segundo de duda para acabar al lado del Palacio Real, que no es donde queríamos estar. Media hora más tarde de lo que tocaba, aparcamos en Pozuelo. Bajamos del coche atemorizados por la Kale Burberry. Lo primero que vimos fue a un grupo de jóvenes pijos haciendo botellón (¡en lunes!) y, con las piernas temblorosas, quisimos meternos corriendo en el coche y volver a nuestro barrio lleno de lumpen conocido y menos agresivo que el de Pozuelo. Pero nos armamos de valor y llegamos a nuestro destino.
Lo que pasó allí forma parte de la intimidad de otras personas y no lo contaré. Lo que no puedo evitar escribir es que el viaje mereció la pena. Qué cosa tan bonica.
La noche la pasamos en una casa estupenda con unas vistas fabulosas (ver foto más arriba). Había un Mac y estuve varios minutos buscando la CPU para enchufarlo hasta que deduje que no había CPU, que todo estaba en el monitor. Cuando lo conté al día seguiente la gente se rio mucho, incluso alguno amenazó con retirarme la palabra, pero no es un chiste. Es un hecho verídico.
Algo me está pasando, lo noto. Por la mañana, mi madre y mi hermana se quedaron con los chiquillos y Mercedes y yo nos fuimos a dar un pequeño paseo. Y no me compré nada. Ni un vinilo, ni una camisa, nada. Me siento desganado.
Suspiramos aliviados al volver al coche y ver que no nos lo habían quemado ni reventado. No estaba dispuesto a perderme saliendo de Madrid. Así que, cual Luke Skywalker frente a la Estrella de la muerte, apagué el GPS (que no tenemos) y me dejé guiar por la fuerza. Ni que decir tiene que llegamos a la A3 a la primera.
Y ya estamos de vuelta en Espinardo empeñados en sacar parecidos, que si los ojos los ha sacado a su madre, que si el color del pelo es del padre, que si esto, que si lo otro.
PD: Me he quejado (y me quejaré) mucho del calor de Murcia pero vaya un calor que hizo el lunes en Madrid. Menuda noche pasamos.
9 comentarios:
¡Deduzco que habemus sobri!. Mi enhorabuena a todas.
Y seguro que es preciosa... así ha sido siempre cuando han participado Montalbanes ( aunque hasta ahora en asociación con Molinas).
A disfrutarla.
Ayyyy Diossss, pero que exagerados todos con Pozuelo, que soy de alli de "to' la vida"! de hecho, mis padres siguen viviendo alli y nunca ha pasado nada hasta estas últimas fiestas. Reconozco que se montó fina y lo del intento de asalto a la comisaria, de traca, que la comisaria es para verla, como un fortín, hay que ser tonto para intentar entrar por las bravas.
Lo de los pijos de botellón un lunes, pásate cualquier día entre semana por la zona donde vivo, en un extremo de Alcorcón, muy tranquila, pero justo en frente de mi ventana se sienta una panda de niñatos a echarse unas risas y otras cosas sobre la 1 de la noche mientras el BMW aparcado en doble fila pega acelerones, cierto es que el look de los subsodichos no es tan "divino" pero el BMW ¡si!
Por cierto, ¡enhorabuena por el cachito de carne! Las sobrinas molan un montón, son tan marujillas ya desde pequeñas, se les compra todos los caprichos ¡la mia va a ser mi ruina!
Felicidades para todos. Enhorabuena 'tito'!
P.D. Te iba a decir que felicitaras a C., pero como tampoco va a saber quién soy... :)
Enhorabuena! Otro bichito del que contar historias!
Y yo no sé qué os pasa a los de fuera con las entradas a Madrid. Si está clarísimo! Tú siempre donde ponga "Todas direcciones". Es que es un caos. Estoy convencida de que hay muchas partes de la M-30 por las que todavía no he conseguido pasar ni queriendo hacerlo.
Si un día pasas por aquí y te encuentras con fuerzas te coges el ramal del aeropuerto y a ver si eres capaz de salir!
enhorabuena por lo que toca!
Es curioso, porque eso que cuentas del mac me pasó a mi igualico en casa de mis suegros, también hubo risas, claro... y yo trabajo en el sector "nuevas tecnologías" así que imaginate el cachondeito...
Enhorabuena por tu nueva sobri!!! Yo voy a ser tía primeriza y estoy como loca...
En cuanto a Madrid, la verdad es que las carreteras y las indicaciones son un caos, pero es que esta es una ciudad muy grande, en todos los sentidos, a veces merece la pena perderse para acabar en un buen sitio, como la zona del Palacio Real...
De Pozuelo también podría decir muchas cosas, pero como creo que le tengo un poco de manía porque es el lugar donde acudo a trabajar, me las guardaré, creo que no soy objetiva. Eso sí, comprobado, es un poco triste, poca gente por la calle y mucho chalet tipo nuevo ricos...
Y sí, en Madrid estos días ha hecho un calor infernal, por favor, qué llegue ya el otoño de una vez...
Ayy que ilusión hace los sobrinitos! el mio nació la semana pasada, y encima primerizo! Felicidades!!!
Hola!
Como ya te he dicho hoy por correo he llegado hoy a tu blog y he pasado un rato muy agradable. De hecho, me he hecho seguidor, grupie, fan o como se diga.
En cuanto a Madrid (pedazo de la España en que nací, por cierto) dos cosas ¿Mal señalizado? ¿Madrid fácil para perderse? En fin. Aquí (en Viena) tuve yo una conversación con unos alumnos míos que han estado en Madrid y me enseñaron fotos de señales contradictorias separadas por cien metros que te partías el pecho.
En cuanto al calor, es que en Murcia tenéis cerca la mar que, quieras que no, alivia.
Un abrazo y hasta pronto,
P.
PS: Y enhorabuena por la nueva sobrina.
Pues sí, I.sana, los montalbanes seguimos siendo infalibles, la criatura es una preciosidad.
Lulu, en realidad los jóvenes no estaban haciendo un botellón (en Murcia decimos botelleo) sino que se estaban fumando unos porros, algo que, por cierto, ha perdido toda cualidad identitaria y ya no asusta ni a la ancianita más temerosa.
JoSoWhat, qué gusto ver un comentario tuyo, hacía tiempo. Felicitaré a C. igualmente.
Inverosímil, pues fíjate que a mí los carteles de "Todas direcciones" me relajan mucho porque me dan seguridad, si pone todas direcciones es que voy bien. También son muy esperanzadoras, como si una vez en ese carril uno pudiera llegar a donde quiera.
Chelo, unos suegros con Mac, eso es nivel.
Ana, el Palacio Real es muy bonito pero mejor paseando a pie que en coche perdido. Yo, en realidad, de Pozuelo no sé nada más que lo que salió en las noticias. El taxista que nos recogió para llevarnos a Madrid nos dijo que Pozuelo era un desierto que no se veía "ni una rata". Parecía una pregunta trampa y respondimos con evasivas.
Laura, la pena es que la tengo muy lejos. Espero que el tuyo lo tengas cerquita.
Paco, bienvenido. Sí, lo de las señales da para todo un post. Recuerdo una vez cruzando Madrid con la M30 en obras y un cartelito minúsculo que ponía A3. Por supuesto nos pasamos la salida porque nuestro cerebro tardó varios segundos en procesar un cartel con letras tan pequeñas. Por no hablar de las terribles salidas a la izquierda, cuando tú vas colocado en tu carril de la derecha listo para salir.
Y gracias en general por las felicitaciones.
Publicar un comentario