miércoles, 7 de octubre de 2009
El amor duradero
Al principio de ser novios, Mercedes y yo nos llamábamos mucho por teléfono. Ella estaba en Albacete y yo en Murcia. Eran tiempos de cabinas telefónicas y de sorprendentes trucos para poder llamar sin dinero (usábamos uno muy rocambolesco y que servía para los teléfonos verdes que había en algunos bares, qué pena que no me acuerde bien de cómo era). Una vez estuvieron a punto de lincharme en una cabina de la playa porque alargué la conversación mucho más allá de lo que la docena de personas que hacían cola estaban dispuestas a tolerar. Nos contábamos muchas cosas y hablábamos mucho de amor.
Ahora las llamadas son más breves y domésticas, del tipo: ¿Voy a poner una lavadora de color, te echo los pantalones blancos? (En realidad no son blancos del todo, son crema claro, de ahí mi duda.)
Puede parecer que el amor no está presente en la anterior pregunta. Pero sí. De hecho dentro de dicha interrogación se esconde el auténtico amor duradero. Al menos esa es mi teoría. Que ahora no tengo tiempo de exponer en detalle.
PD: Durante un tiempo fui microexperto en amor romántico, ver aquí. Lo del ensayo (que habréis visto reseñado a doble página en la edición murciana, albaceteña y alicantina del periódico La Verdad si habéis pinchando en el link) salió fatal, ver aquí. Por esa razón lo envío gratis y por correo electrónico a quien quiera (podéis darme la dirección a la que mandarlo escribiendo al correo del blog). A ver si aprendo cómo y lo subo a alguna de esas páginas de rapidshare y similares.
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elhombreamadecasa
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8 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo, el amor evoluciona hacia cosas más cotidianas, pero no deja de ser amor, ¿no?.
Lo cual me recuerda (no tiene que ver mucho con el amor, pero bueno) lo que les suelo decir a mis compañeras de trabajo. Cuando hablan de este tio macizo o similar les parece muy gracioso (y rarito aunque no lo digan)que diga que mis gustos han evolucionado, a mi lo que me pone ahora es ver un tio con guantes de goma fregando un water y dejándolo como los chorros del oro.
P.D.: a mi me mandaste el ensayo y verguenza me da reconocer que no me ha dado tiempo a leerlo, pero que sepas que lo tengo pendiente, ¡no se me ha olvidado!
Vergüenza me da escribir vergüenza sin diéresis, y comerme todos los acentos posibles, pero en mi defensa diré que empecé en "los interneses" antes de que existiese la web y antes de que los acentos y demás carácteres no anglosajones pudiesen circular por el mail.
Por cierto, la imagen de solos en casa sin Mercedes me ha hecho mucha gracia.
Claro que el amor evoluciona y va tomando distintas formas. La convivencia y la rutina hacen que te preocupes de la otra persona de manera diferente. Yo veo un acto de amor puro y duro que mi chico haya metido los cacharros en el lavavajillas aunque lo fuera a hacer yo porque me ha visto muy cansada, o que yo me levante a hacerle un sandwinch para cenar porque él no tiene ganas de comer y yo no voy a permitir que se malnutra...
Y lo de la lavadora, me parece uno de los mayores actos de amor, cuidar la ropita del otro, que no destiña, que no se mezcle...
De acuerdo con Lulu, a mí los macizos ya no me ponen (bueno, que a nadie le amarga un dulce, pero no tanto como antes), en cambio me pone como una moto ver a mi novio cocinar o tender...
Ya sabes Fede, el nuevo sex simbol es el hombre ama de casa, ahora entiendo el propósito oculto de este blog :-P
Qué suerte Mercedes y qué bien lo vais a pasar los 3 ¿he?
Yo no me voy de puente y por suerte mi medioajo tampoco, qué ganicas de que empiecen estos 3 días de asueto continuado...
PD: he resuelto (creo) tu Fill-in the Blacks de "artefactos literarios" y te he dejado allí una sugerencia (esta vez y sin que sirva de precedente, gratis)
Bss,
Cuando decían las chicas del insti que lo que les gustaba era la belleza interior, todos los chicos sabíamos que estaban mintiendo. Aunque quizás, pienso ahora, estaban expresando en voz alta algo que sabrían que acabaría por llegar y en vez de belleza interior querían decir lo que habéis dicho vosotras. Hay unos monos que se pasean delante de las monas llevando en la espalda algún monito para demostrar lo buenos padres que podrían ser. Quizás, Chelo, sea eso lo que estoy haciendo con este blog sin ser esa mi intención. Los caminos de la mente son inescrutable.
Me gusta esta re-promoción del ensayo. Voy a sonrojarme al decir que me quedé a 2 o 3 capítulos de terminar y algo terrible sucedería, porque se paralizó la lectura. Hasta ese punto, sublime.
Me he leido el post enterito, links incluidos, y que te puedo decir, que eres grande.
Es muy muy dificil crear algo, darlo a conocer y recibir las criticas, es increiblemente dificil, sobre todo porque el/la que hace las criticas es bastante posible que no sepa hacer la o con un canuto, y hay que aguantarse.
En fin, que abrevio, voy a buscar tus libros, los pedire en la libreria general, y estaré encantada de leerlos.
Por cierto, por supuesto que eres escritor. Un abrazo
Bilbotín, espero que lo que sucediera haya acabado bien.
Maite, muchas gracias por tus palabras. La novela puedes conseguirla con algo de paciencia, creo. El ensayo será más difícil porque la editorial también dejó de pagar a la distribuidora. Como no sea que quede algún libro olvidado por ahí. Y atención, que dentro de poco habrá novedades (dedos cruzados).
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