A este paso podría crear una nueva sección titulada: "Mis conciertos en solitario". Hace ya más de un año fui a mi primer concierto yo solo (aquí). Hace ya unos meses fui a mi segundo concierto yo solo (aquí). Y este viernes pasado fui a mi tercer concierto yo solo. Cuánta soledad. Actuaba Francisco Nixon y no me lo podía perder.
Me tocaba dormir a los chiquillos y eso siempre implica el terrible riesgo de ser uno el que se duerma a traición, con la rabia que da. Mercedes se ofreció a dormirlos ella, pero soy inflexible con los turnos, a saber por qué. Les conté el cuento de Los tres cerditos poniendo voces y sobreactuando y después me puse a leer "Acción de gracias" mientras ellos se dormían. Por suerte, Richard Ford me tiene fascinado y no me dormí. La emoción del concierto también hizo lo suyo.Según Internet, el concierto era a las ocho, a las diez y media y a las once. Ante la variedad de opiniones, decidí que fuera a las once porque me venía mejor.
Me puse unos vaqueros comprados en las ultimísimas rebajas de Zara y una camisa Merc. Delante del espejo repetí el clásico debate último botón abotonado o no. En este caso, el último botón está adornado con el target mod y mola un montón, lo que inclina la balanza a favor de abotonarlo para que se vea mejor. Pero, lo reconozco, fui débil y ya en el coche me lo desabotoné porque iba algo incómodo.
Desde el mismo momento en que me bajé del coche empecé a sentir esa dasagradable sensación que suelo tener cuando voy solo a los conciertos de que todo el mundo me mira y dicen señalándome con el dedo: Mira, ese va solo. Cualquier día de estos soy capaz de empezar a gritar: Sí voy solo, ¿qué pasa? ¿es que vosotros no vais solos a ningún sitio?
Compré mi entrada, me lié un cigarrillo, me pedí una cerveza y me acomodé en un rincón. Por suerte, el concierto empezó casi puntual.
Francisco Nixon tienen unos discos con el siguiente superpoder: cuanto más los escuchas, más te gustan. Yo estuve muy enganchado a "El perro es mío", del que ya conté algo. Empezaron con una de mis canciones favoritas, "Brackets". Es de esas canciones que te recuerdan cosas muy personales. Al llegar a casa, escribí un cuento basado en esa canción. Lo podéis leer en el blog de cuentos pop. Lo he subido sin corregir, lo digo por si veis fallos que no os alarméis mucho.
Una curiosidad. Había varias mujeres con grandes cámaras fotografiando a los músicos. Por el contrario, los hombres que echaban fotos lo hacían con los móviles o con alguna pequeña cámara compacta.
A mitad de concierto, anunciaron que habían traído singles en vinilos de "Erasmus borrachas" para vender. Me eché mano al bolsillo maldiciendo mi costumbre de ir siempre con el dinero justo. Por suerte, llevaba los cinco euros (ni uno más) que costaba el disco. Al acabar el concierto, me acerqué a Fran Fernández, compré un single, me lo firmó y hasta hablé un poco con él y todo.
PDII: Otra casualidad. El radiocasette que aparece en el minuto 1 y 57 segundos es el mismo que tenemos en el Centro de Acción Comunitaria en el que trabajo. Interesante conexión entre el mundo artístico y el mundo excluido.
PDIII (escrita al día siguiente): Dice Mercedes que el cuento basado en la canción "Brackets" está muy escondido. Para leerlo hay que pinchar aquí. También dice que la PDI tiene un tonillo que no le ha gustado mucho. Bueno, por una vez, no pasa nada por hacerse el interesante.
5 comentarios:
Tres conciertos solo? y te extrañas de que te miren? lo raro es que no te aplaudan...
muy buen post!
Lleva la jefa dandome la brasa para que te lea unos cuantos días y yo tratando de evitarlo porque para el poco tiempo que tengo de acceso a intenet prefiero dedicarlo a lo que realmente importa: el marca. Pero como suele pasar me la cuela bien por despìste mio o por imposición sibilina suya, el caso es que no paraba de repetir: lee este blog que se parece mucho a ti; educador social, con dos hijos prequeños , gustos medioguays similiares....aunque yo creo que tu le gustas más. Tras leerlo un poco pense, JA, iguales, ya quisiera yo, tu eres un padre periferico porque un verdadero hombre ama de casa no tiene tiempo para escribir, leer, internet en casa y mucho menos ir a conciertos, ya quisiera yo. Y me voy a saltar el repaso a tiendas que por lo visto también te gusta hacer siguiendo los dictamenes de no sé que moda. En fin que cuando me la vuelva a colar lo mismo te leo otro poquito y me sigo muriendo de la envidia.
Isa, en realidad creo que no me miran, que solo es manía persecutoria... o quizás sí, me miran y no atienden al concierto, solo hablan de mí a mis espaldas, malditos...
Anónimo, no descartaría que todo esto fuera mentira y que en realidad yo sea un soltero rentista y vividor. La respuesta a que lo que cuento pueda ser minimamente cierto la da Lynette en uno de los primeros capítulos de la 2ª temporada de "Mujeres desesperadas", cuando le dice al jefe de la empresa en la que quiere trabajar: "No hay problema, soy multitarea". Y en cuanto a lo de ser padre periférico, es cierto: vivo en Espinardo.
Primero, comparto tu respeto sobre los turnos, para mi son un "must" total, si se saltan los turnos toso se viene abajo
Segundo, nunca he ido a un corcierto sola, pero es que voy poco a conciertos, aún así, creo que es bastante normal, no me parece raro para nada...
Terncero, qué bueno ver a otra im-perecta por aquí, me alegro mucho de que dejen de pensar que solo leo blogs de madres (!!!)
Cuarto, a mi medioajo también le convencí para que entrara a tu blog y le gustó, pero no espero que deje ningún comentario, ni anónimo, es así de discreto... desde aquí te lo digo medioajo, está muy feo ir a casa de alguien y no decir ni buenos días!!!
Bss,
Chelo, es muy bonito eso de que tu blog sea como tu casa. Dan mucho gusto los comentarios, a mí me gustaría poder dejar más en los blogs, la verdad. Y lo de medioajo, ¿es uno de esos motes cariñosos de enamorados o uno de esos sobrenombres que se acaban poniendo con el paso de los años?
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