Cada miércoles un cuento en El Estafador

sábado, 27 de junio de 2009

El día en que fui padre de Hellboy

Hasta este sábado, Juan se daba los golpes en el lado derecho de la frente. Hace meses se dio uno tremendo y se le ha quedado un chichón (cucón en el idioma manchego-infantil) que si bien no es permanente sí le dura desde entonces. Según la pediatra se reabsorberá muy poco a poco, a no ser que antes se dé un golpe aún más fuerte y se le abra.

De mayor quiere dedicarse a la escalada profesional de edificios. Entrena a diario encaramándose a todo lo que pilla. El sábado se subió a la mesa del patio y saltó desde lo alto. Cayó bien pero con mucha fuerza. Puso las manos pero no fue suficiente y se dio un golpe de órdago en en lado izquierdo de la frente. El resultado es que ahora tengo por hijo a Hellboy:

Y como los padres debemos ser maestros del equilibrio, diré que gracias al patrón de salida de dientes de Darío (los incisivos y los molares pero no los colmillos) él se parece a Bill Rayos Beta:

3 comentarios:

JoSoWhat dijo...

Siempre que me imagino a Hellboy lo hago saltando desde lo alto para impactar contra algo, así que las similitudes no son solo fronto-craneales. Igual había un megademonio austrohungaro en vuestro patio y sólo lo vio Juan.
En cualquier caso, la primera vez que vi a Hellboy me extraño que fuera a poder ver algo con unas gafas de aviador con cristales rojos.

elhombreamadecasa dijo...

No descarto lo del megademonio austrohungaro aunque en nuestro patio hay demonios más cercanos:

http://www.elhombreamadecasa.com/2009/03/los-jordis-un-post-de-terror.html

Y sí, lo de saltar desde lo alto y caer sobre algo le va mucho a Juan.

JoSoWhat dijo...

buf, es que lo de los jordis fue mítico. Ahora soy incapaz de referirme a ellos por su antiguo nombre.