Cada miércoles un cuento en El Estafador

martes, 16 de junio de 2009

Fallando


Creo que fue en el tercer o cuarto concurso de cuentos al que me presenté y no gané cuando comprendí por qué se llamaba fallar a lo que hacía el jurado.

La semana pasada me tocó fallar a mí... y no fue fácil. Hemos organizado en mi trabajo el I Concurso de cuentos Barrio de Los Rosales y se presentaron un buen puñado de textos. No fue fácil elegir al ganador porque había varios muy interesantes, todos de 5º y 6º de Primaria.

Mi preferido era uno titulado "El conductor fantasma". Un piloto de carreras se mataba en su bólido y durante días se dedicaba a aterrorizar a familiares y amigos. Estaba contado en capítulos cortos muy sugerentes. La imagen final era completamente impactante: el piloto fantasma entraba en el cementerio a todo gas y se metía, coche incluido, en su tumba.

Pero como éramos varios de jurado y había otros cuentos igualmente buenos, el premio se lo llevaron otros. Al final elegimos dos pero me quedé con la sensación de fallar, más que nada porque había cuentos muy divertidos que se han quedado sin ningún reconocimiento.

Uno de los ganadores es la historia de un pez al que sus padres cambian de barrio cuando va a nacer su hermanito. Tenía una presentación que era toda una virguería.

El otro ganador juega con los cuentos clásicos en un ejercicio más o menos original. Resulta que los siete cabritillos se dejan de tonterías y se zampan al lobo, tal cual. Lo malo es que Caperucita se queda sin cuento, al faltarle el malo, y eso hay que solucionarlo.

Mi conclusión de esta experiencia me consuela un poco porque me he dado cuenta de que hay muchos cuentos de calidad que se han quedado sin premio. Como me pasa a mí.

No hay comentarios: