Cada miércoles un cuento en El Estafador

martes, 21 de abril de 2009

Una reflexión incómoda



Esta noche se me ha aparecido en sueños el Equilibrio cósmico. Por lo visto no tiene nada mejor que hacer. Vaya un post más insustancial que escribiste ayer, me dijo. Eso ya lo escribí yo, respondí. Sí, sí, el típico truco de reconocer tus propios fallos para permitirte seguir cometiéndolos. Su comentario no me pareció muy equilibrado. El caso es que, continuó, para evitar una ruptura en el continuo Espacio Tiempo y reestablecer el orden del Universo, es preciso que escribas un post con algo más de enjundia. Venga ya, le respondí. Que te lo digo en serio, joder, la vida de todo lo que conocemos está en riesgo y solo tú puedas salvarla. Y dicho eso desapareció.

Sé que fue un sueño y que un post insustancial no puede ser tan peligroso. Pero, por si acaso, curaré en salud "a todo lo conocido" escribiendo algo más enjundioso, como me recomendó el Equilibrio cósmico.

Me dio cierta pena descubrir qué era el muro de sonido por culpa de un asesinato. (¡Eh! me ha quedado una frase molona.) Phil Spector tuvo que ser declarado culpable de matar a una mujer para que escuchara a Juan de Pablos contar en el programa Asuntos Propios (RNE) qué era el Wall Sound. Me llamaba la atención el concepto cada vez que lo oía nombrar pero no me había molestado en investigarlo.

El asesinato siempre causa extrañeza y puede que un poco más si es cometido por alguien capaz de crear canciones tan hermosas como Phil Spector. Es una mierda que alguien así haya cometido esa barbaridad y tenga que acabar sus días en la cárcel. Quizás haya algo de egoísmo en la anterior lamentación: un productor de discos puede producir pocos discos si está entre rejas.

¿Modifica la obra de Spector su condena por asesinato? A todas luces, ahora es peor persona pero ¿es también peor músico? ¿Cómo influyen los posicionamientos políticos y éticos de un artista a la hora de valorar su obra? ¿Y sus actos? (Como las preguntas en sí ya van bien cargaditas de enjundia, no me complicaré con las respustas).

La cosa puede llegar al colapso neuronal si damos un salto cualitativo de un tamaño desconocido (esta frase no me ha quedado tan bien). Estos días se han subastado unas pinturas de Hitler, quizás el ser humano más despreciable de la Historia. Ojalá las cosas fueran tan simples como parecen serlo para cierto locutor de radio (y no me refiero a mi tocayo) para el que todo es blanco o negro, bueno o malo. Me gustó el cuadro de las rosas que mostraron las televisiones (y que no he encontrado en Internet). Es molesto que un monstruo así sea capaz de crear belleza. Y es que el ser humano es poligonal y capaz de albergar todas las maldades al tiempo que reserva uno de sus ángulos para el amor, la poesía o la música. Qué le vamos a hacer.

Bueno, pues ya he vuelto a salvar el Universo, una vez más. Una cancionzaca para celebrarlo:





PD: ¿Cuántas veces vi Dirty Dancing? ¿Cuántas veces deseé que Silvia M. fuera my baby en aquellos melancólicos tiempos de BUP?

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