Cada miércoles un cuento en El Estafador

jueves, 18 de diciembre de 2008

El reno Rodolfo es el mejor

Esta mañana mi casa parecía el escenario de un telefilm navideño. Juan, encantador con su disfraz de Rodolfo el reno, susurraba por los rincones: Quiero que mi mamá venga a verme. Y su mamá, profesional abnegada donde las haya, hacía cábalas para ver cómo escaparse de dos ineludibles reuniones para ver a su hijo en la actuación de Navidad.

Hace unas semanas, la seño de Juan me llamó después de clase y me pidió permiso para que Juan fuera el reno Rodolfo en el baile. Al principio no entendí por qué me lo preguntaba, cuando era evidente que me parecía algo fantástico. Pero luego me di cuenta de que la madre media no quiere que le compliquen mucho la vida con cosas de niños y colegio. El resto de compañeros iban a salir de papá Noel, como el año pasado, reusando el disfraz, y la seño temía que pusiéramos pegas por tener que hacer un nuevo disfraz. Todo lo contrario, hemos estado flipando todo este tiempo porque Juan sea el reno y el protagonista de la actuación.

El traje ha costado lo suyo, las cosas como son. El fieltro no es muy caro pero la fieltrina, que tuve que comprarla sin más remedio porque no había fieltro negro, vale a veintitantos euros el metro. Un dineral. Mi hermana Laura se encargó de hacer el traje. Es una portento en esas cuestiones y le hizo un disfraz super chulo.

Mercedes le dedicó como unas cuatro horas a los cuernos del reno. Los forró con fieltro marrón (dos horas) y le puso un forro a la diadema a la que iban enganchados los cuernos para que se sujetara mejor a la cabeza de Juan (una hora). Después, en un descuido, Juan se dedicó a hacerle cortes al forro (¿por qué? nadie lo sabe, quizás él aunque no lo hago seguro). Así que tuvo que remendar los cortes (una hora). El resultado no ha sido el deseado y Juan se ha pasado toda la actuación poniéndose los cuernos en su sitio porque se le caían.

Menos lo de los cuernos, todo ha salido perfecto. Su madre ha podido ir a verlo y él ha estado fantástico. Qué sentimiento, qué interpretación, qué porte. O mucho me equivoco o estamos ante el Marlon Brando español.

Después han venido los Reyes Magos al cole. La cara de las criaturas de infantil al ver a sus Majestados de Oriente son indescriptibles. Algunas estaban entre la emoción y el miedo. ¿Y quién ha sido uno de los pajes? ¡Yo! Lo que habrá pensado Juan al ver que su padre ha sido ni más ni menos que paje mago. ¡Y por segundo año consecutivo! Darío me ha ayudado en mis labores de auxiliar real como un campeón.

Por cierto que, como la ocasión lo merecía, he estrenado mi corbatín con motivos space inavers. Iba hecho un figurín
. Después de Juan y Darío, el más guapo del cole era yo. Montalbán rules.

No hay comentarios: