Cada miércoles un cuento en El Estafador

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Siete años (y II)

Ayer fui un Día Twitter. Esto es: ayer fue un día en el que pasaron un montón de cosas interesantísimas, todas dignas de, al menos, un tuit. No lo hice, me hubiera faltado ponerme a tuitear. Pero hoy puedo entretenerme un poco simulando que esto es Twitter en vez de Blogger. Realidad virtual en la Realidad digital.



Le pido a la seño que, por un día, no mande deberes. Me mira mal. No me hace caso.

Finjo haber hecho lentejas en vez de macarrones. La muchachada casi me lincha ante la pasividad del profesorado y resto de madres.


Transportamos a ocho niños en dos coches. Algo irregular pero no hay incidentes.

No han acabado de entrar a casa y ya han explotado todos los globos. Creo que algunos han preferido suicidarse.

Ocho niñ@s comiendo macarrones son como una ronda de cafés: los míos sin tomate, los míos con poco atún y mucho queso, los míos con...

Si viniera una inspección, cerraría la casa por exceso de ruido.

Consigo comer. Y hasta me tomo un café.

Los ponemos a hacer deberes. Al mismo tiempo que los hacen, son capaces de gritar, reír, correr y no sé cuántas cosas más.

Recupero mis apuntes de educador y hacemos un montón de juegos.

Empiezan a llegar l@s invitad@s de las cinco de la tarde. Llegan a ser once (pero parecen ser mil).

Aparece la primera persona adulta, aparte de Mercedes y yo. Se agradece.

Mi madre llega con la ultramegatarta de galletas. Éxito asegurado. Gracias, mamá.


Una amiga de Juan habla de mí pero define lo que quiero que sea el blog. Dice: tú no eres mentiroso, eres gracioso.

Merendamos. Por una vez, acertamos con la cantidad de comida. No sobra para alimentar a un ejército.

Me tiemblan las piernas y empiezo a ver doble.

No queda un solo juguete sin sacar.

Hecatombe. Una pelotita se cuela debajo del sofá y la sacan envuelta en pelusas. Consigo reducirlas antes de que dañen a nadie.

Paso miedo durante la piñata. No hay heridos.

Empiezan a retirarse l@s invitad@s. Por una vez, las despedidas no me ponen triste.

Recogemos. Limpiamos. Ordenamos. Limpiamos. Recogemos. Ordenamos. Ordenamos. Recogemos. Limpiamos.

Todo ha acabado. Me pongo a jugar a escondidas a un juego de la Nintendo DS que le han regalado a Juan. Soy descubierto.

Como decían los muchachos de un barrio en el que trabajé muchos años: Cuando pille la cama, le voy a hacer sangre.

Empieza la cuenta atrás para el cumple de Darío.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

me hubiera encantado estar alli... ademas la del moño meha puesto los dientes largos esta mañana... "madrina lo pasamos genial"..... jajajaja que pilla....

Veronica

Anónimo dijo...

"las amas de casa necesitamos retos como estos para no caer en la rutina" Fede (Magister) dixit.

m dijo...

Por favor, la receta de la tarta, tiene una pinta...

Lulu dijo...

Agotada estoy sólo de leerlo, tienes una moral....
Y yo tambien voto por que des la receta de la tarta por antena, digooo, por el blogger

Andrea dijo...

Se nota que la pasaron muy bien (los chicos) porque supongo que para los padres fue muuuyyy diferente... la tarta se ve genial!!!

Mamá 2.0 dijo...

Esa tarta promete. No es una simple tarta de galletas...
Me alegra saber que se puede sobrevivir a un cumple así...
Me queda la duda... ¿se produjo alguna baja en el menaje o la decoración?...

elhombreamadecasa dijo...

Verónica, pues la del moño, nada más terminar de comer, se sentó ella sola (con otra amiga) a hacer los deberes.

Anónima, ¿cómo sabes que dije eso? En ese momento solo estábamos Mercedes y yo. Así que, o era Mercedes o tengo micrófonos en casa.

M, Lulu, lo de la receta va a ser complicado. Y no porque se trate de un secreto familiar. Es más bien que mi madre es una cocinera intuitiva. Si le preguntas cómo ha hecho algo, suele responder que no se acuerda, que vio lo que había en la cocina y juntó cosas por aquí y por allá. En todo caso, le preguntaré.

Andrea, pues ahora que ha pasado todo, debo decir que Mercedes y yo también nos divertimos mucho.

Mamá 2.0, no rompieron nada de nada. Y tuvieron acceso libre a toda la casa. Son un terremoto muy prudente.

Leia Organa dijo...

Uffff! qué estresss, creo que para leer el post del cumple de Darío voy a tomar vitaminas. Jaja!