Estaba seguro de que había poderosas razones para que estas dos cosas fueran así pero hasta hoy no he sabido con certeza a qué se debía. La revelación iba en la portada del periódico murciano La Opinión:
PD: Eso sí, de la higiene de los hijos sí me ocupo. Los piojos sobre las cabezas y los puntos sobre las íes.
6 comentarios:
...y para prevenir "Repelice", palabrita de educadora ;)...
Querido amigo ama de casa (cáunto me identifico contigo y que poco reconocidos estamos, lo que me acuerdo de mi madre ahora y que razón tenía), pero te comento que la longitud del cabello no tiene nada que ver, se contagian igualmente.
Y si se te contagian los enanos, no vale lo de raparlos al cero. Te costaría un divorcio (a estas alturas), broncas varias, alusiones a algún campo de concentración y tal, unos buenos resfriados, y no serviría. Si los pillan, a la farmacia y a seguir a rajatabla el tratamiento. Y aviso al colegio, para que se controlen los demás niños y no haya recaídas. Saludos.
Ah, y no se pueden prevenir, no hagáis el burro con un tratamiento quimico preventivo, un timo, que no sirve de nada. Aquí solo vale curar, y avisar al cole para que se controlen a todos los niños y evitar que se extienda más.
Siguiendo con mi tendencia a sospechar de las industrias farmacéuticas... sigo pensando que los piojos los fumigan desde avionetas todos los años cuando empieza el cole para vender más guarrerías.... sí... a veces ma doy miedo....
PD.- Coincido con Anónimo, lo de la prevención es absolutamente ficción... lo siento...
...pues será que es un efecto placebo, pero en el currele teníamos una infección que daba miedo y funcionó...
Pepitilla, yo cuando volvía del trabajo me echaba chorros incontrolados de vinagre en el pelo.
Anónimo, nuestra importancia es inversamente proporcional al sueldo que cobramos. Entonces, ¿lo del vinagre no servía para anda? Jo, con la de ensaladas que podría haber aliñado.
Pilar, he estado pensando en tu teoría y me parece de lo más plausible. Me sumo a ella.
Pepitilla, en el picor también hay efecto placebo. Es decir piojos y me pongo a rascarme como un loco.
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