Cada miércoles un cuento en El Estafador

jueves, 4 de septiembre de 2008

Ni se os ocurra hacerlo

Esta mañana estaba preparando el baño de Darío. Con una mano he montado la bañera y la he llenado de agua mientras que con la otra lo tenía tomado. Cuando estaba todo listo, tomado como lo tenía, le he quitado el pañal felizmente, sin comprobar antes si estaba limpio o no. Un consejo, amiguitos y amiguitas, no hagáis nunca algo así. Antes de quitarle un pañal a un bebé que tengáis en brazos, comprobar su estado. De no hacerlo, las consecuencias podrían ser asquerosas. Muy asquerosas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajajaja, te entiendo perfectamente ¡¡¡ A mí me ha estado a punto de ocurrir en alguna ocasión con mis peques. También hay que tener cuidado cuando ya van siendo mayorcitos e insisten en quitarse ellos solos el pañal... Si lo consiguen, estás perdido. Ánimo. Merche.

elhombreamadecasa dijo...

Con todo y con eso, lo de Darío no fue tan terrible como lo que Juan hizo una vez. A Juan, aparte de quitarse el pañal cuando se hizo algo mayor, también le gustaba cogerlo cuando yo se lo quitaba. Debía estar listo y quitarlo rápido para que no pudiera ponerle la mano encima. Pero en una ocasión no fui lo suficientemente rápido y Juan echó mano al pañal y lo ondeó a los cuatro vientos como si fuera un trofeo. Eso sí que fue el colmo de lo asqueroso.

Me parece muy bien que se le den ánimos a Mercedes pero me veo en la obligación de decir que el esguince no le ha sentado del todo mal. Le dolió un par de días pero lleva ya casi diez trabajando tranquilamente y después se queda toda la tarde en casa, sola, descansando. Mientras que yo estoy viviendo una muerte lenta acarreando niños de un sitio a otro. En cuanto se recuepre ella pienso tocerme algún tobillo. El derecho que lo tengo ya algo cascado.