Ayer, como escribí, limpié y limpié. Antes de que se levantaran los niños, barrí y fregué nuestro dormitorio. Después de llevarlos al cole, aproveché que estaban viendo a Bob Esponja para hacer lo propio con la cocina. Luego hice la compra de la semana, puse una lavadora, la tendí y la planché, barrí y fregué más, limpié los baños y, especialmente, dejé la cocina como los chorros del oro. Lo limpié todo y a fondo. De eso de vaciar los muebles, frotar las esquinas y rascar manchas en sitios imposibles.
No limpiaba una cocina de esa manera desde que mi madre nos ponía firmes y nos hacía limpiar antes de irnos de vacaciones de verano. Hasta hace poco no entendí la necesidad insalvable del ama de casa de dejar la casa limpia antes de irse de vacaciones. Es algo que no se puede explicar. Hay que vivirlo. Lo malo de todo esto es que se me ha activado el rollo Paulov y ahora estoy babeando por irme de vacaciones, aunque Gijón también se haya teñido de azul (¡maldición!).
Y felicidades al amigo Bob por sus setenta añazos (el vídeo empieza con un anuncio, en holandés, creo, pero merece la pena esperar):
(Para saberlo todo sobre Dylan, pinchad aquí.)
6 comentarios:
Y ya que tienes tanto ánimo.. no puedes venir a dejar como los chorros de oro mi casa que taanto lo necesita?
Me olvidaba de decirte que soy una nueva seguidora de tu genial blog...
Oyessss, que te paso mi dirección y sigues por alli, ¡que nos comen las pelusas!
Andrea, Lulu, no es que no quiera echaros una mano con la limpieza, es que todavía no he terminado por aquí. Hoy me tocan los cristales. Y me temo que cuando termine por una punta, tendré que empezar por la otra.
¡Eres una joyita!ten cuidado,como se enteren por ahí que también limpias te ciberacosan XD
doy fe. nunca tengo la casa más ordenada que cuando me voy fuera...bueno, tenía, creco que últimamente se me ha disparado un gen que me permite, por ejemplo, salir con la cocina como después de un concierto...saludos, que me ha traído rockrodriland
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