Había quedado con la seño de Juan en que ayer lunes le llevaba una cosa. Se me olvido, faltaba más. Al salir del cole, le pedí a Juan que me lo recordara al día siguiente. Ojiplático, vi cómo se sacaba de la boca una cosa del tamaño y forma de una lenteja, la tiraba al suelo y se metía una similar. ¿Qué haces? le pregunté. Me cambio el disco de memoria, es que los minirobots que hay en mi cerebro los usan para acordarse de las cosas, me he sacado uno viejo y me he puesto uno nuevo para acordarme de lo de la seño. Ah, le respondí.
Seguimos caminando hacia el coche. Pensé que no podía dejar las cosas así y añadí algo más: Juan, ya sabes que los discos de memoria con forma de lenteja no se tiran al suelo, la próxima vez usa una papelera.
6 comentarios:
Así se hace, con lo que contaminan los componentes de los discos de memoria con forma de lenteja... Me consuela saber que no solo se atora el mío... ya sé... es un consuelo de tontos pero a estas alturas una ya asume sus taras con resignación y alevosía...
Pilar, a Juan le falló el sistema y al día siguiente ordenó a los minirobots volver a la memoria natural. Tal cual lo cuento.
¡vaya! yo que te iba a preguntar que donde te instalan uno de esos y resulta que no son eficaces
Lulu, es que están todavía en la versión beta. Cuando la mejoren, te aviso.
Mola mil millones. Hoy hice lentejas, a ver si me mejora la memoria, que lo sepas.
jejejejeje Muy bueno!.
Por cierto, espero que en tu familia estén todos bien tras el terremoto.
Muchos ánimos a Lorca y a Murcia.
Un besote
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