Este blog solo quiere entretener. Cuando en algún comentario se habla de lo graciosa que ha sido tal o cual entrada, me deshago en agradecimientos. Vale. Todo eso es cierto. Pero como alguien se ría de lo que voy a contar a continuación, perdemos la amistad. Luego no me digáis que no lo advertí.
El dios de las peluquerías es malo. Malo y vengativo. Como los miembros masculinos de esta familia vamos a la pelu a que nos pasen la máquina, básicamente, decidimos comprarnos una. Económicamente, parecía una buena decisión. Bastaba con una sola ronda de uso para ahorrar dinero. Pero la codicia es pecado.
Resulta que cuando una peluquera te pregunta si te pasa el 3 o el 4, no está hablando de nada que tenga que ver con el sistema métrico decimal. Ni siquiera con ninguna de esas medidas absurdas anglosajonas. Se trata, más bien, del lenguaje secreto de una secta milenaria. Esto lo descubrí al pasarme la cuchilla del mismo número que me pasan en la pelu desde hace años. Está bien. No importa. Tengo muy trabajada la confianza en mí mismo. Puedo salir a la calle con el pelo algo más normal que de costumbre. Que no cunda el pánico. Ya no hay solución. Sigamos adelante.
Pero bien es sabido que no hay situación que no pueda empeorarse. Puede, por ejemplo, caerse el peine guía y hacerte un trasquilón por detrás de los que no hay forma de disimluar. Esto no sé si podré aceptarlo. Tal vez deba pasar varias semanas sin salir de casa.
Estoy profundamente arrepentido de mis pecados. Esta noche voy a sacrificar cuatro o cinco corderos lechales en el altar de El dios de las peluquerias para mostrarle lo contrito que estoy y pedir su perdón.
PD: ¿He oído risas? Ah, me había parecido.
9 comentarios:
Estoooooooooo.... juaaaaaaaaaajuaaaaaaaaajuaaaaaaaaaa... jajajajajajajajajaja Pero chiquillooooooooo!!!!!!. No te enfades conmigo, vale?. Te acompaño en el sentimiento... No se puede uno burlar del dios de las peluquerías.
Mira, te voy a contar un secreto...Hace unos 8 años, mi marido y yo decidimos comprar una de esas maquinitas, básicamente para lo mismo que tú: ahorrar pasta y, total, no debe ser tan difícil. Mi peloncete tenía poco pelo y se pasaba la maquinita a no me acuerdo qué número; pero yo no estaba satisfecha. Yo quería más. Un día que él me pidió que le repasase por detrás de la cabeza, decidí ponerla en el número más chico. Para qué fue aquello... Estuvo casi una semana sin hablarme... jajajajajaja. Se tuvo que rapar. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga y, a partir de entonces, no quiere ni la maquinita. Se afeita completamente la cabeza. Ni un pelo... Ni un pelo de tonto tienen mi peloncete que ha descubierto que tiene mucha seguridad en sí mismo y que el pelo ni le da, ni le quita... Sólo le transforma.
Un besoteeeeee
si es que.... nosotros caímos en esa trampa hace años, mi medioajo sólo me dejo cortarle el pelo dos veces y demasiado me apreció en vistas del resultado de la primera... pero ya se sabe, el amor el ciego ;-)
jejjeej como te entiendo! yo era la q cortaba el pelo a mi padre y a mi hermano en mi casa con la maquinita. pero un dia se lo fui a cortar a mi madre (con el peine guia mas largo q tiene la maquina q es suficiente) y cuando ya habia terminado me dice q le habia qedado un mechon mas largo detras de la oreja. alla fui yo q le pase la maquina sin ningun peine guia y le hice una calva de tres pares de narices! ajajajajaj ahora nos reimos pero se pillo un mosqeo!!!
No me voy a reir ... no me voy a reir... UF! Como me esta costando... no me voy a reir..
Supongo que en el Espinardo haya llegado el verano también ¿no?, así que lo tienes fácil. Sigue cortando. Déjalo al cero, además Bruce Willis lo ha puesto de moda. O sino, nadie te va a preguntar por qué llevas gorro.
Yo soy de la opinión de Papalobo, eso sí, si sigues el consejo y te rapas al cero, no te olvides de ponerte filtro solar en el cocoliso al salir de casa!
Es lo que mi tia llama una "jaimitada", te juro que no me estoy riendo, bueno, casi... ;)
Laube, menos mal que lo de perder la amistad no lo decía en serio. Yo voy camino de no necesitar afeitarme la cabeza. Ya se está encargando la naturaleza de ello.
Chelo, el amor será ciego pero yo tuve la mala suerte de meterme este fin de semana en uno de esos probadores con espejos por todos lados y pude ver el trasquilón. Qué horror.
MissManjolita, estoy deseando que pase el tiempo y yo pueda reirme también de lo que me pasó.
Leia, muy bien, sigue así, sin reirte, que esto es muy serio.
Papalobo, todavía no me atrevo a dar ese paso, es que todo el mundo dice que tengo unas dimensiones craneales poco propicias para afeitarme la cabeza. ¿A qué se referirán?
Cosas de cocina, con el sol que está cayendo estos días, ni filtro ni nada. Lo mejor es quedarse en casa debajo del aire acondicionado.
Lulu, madre mía, lo de "jaimitadas" me ha transportado a la niñez y esos ridículos chistes de Jaimito.
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