El fin de semana pasado teníamos pensado ir a Albacete. Pero nos faltó valor. A ver, no es que haya que ser muy atrevido para ir a Albacete pero sí para hacer 150 kilómetros con Caín y Abel en el asiento de atrás.
Habíamos dicho ya que íbamos a ir y cuando yo me rajé, a Mercedes le faltó tiempo para llamar a su madre y decirle que no íbamos porque me había entrado el pánico. Digamos que Mercedes nunca se ha preocupado en cultivar una buena imagen mía delante de mi suegra. Y encima le hice un favor, porque a ella también se le ponen los pelos como escarpias al pensar en el trinomio Juan-Darío-coche.
Hacía ya mucho que no íbamos a Albacete así que, este fin de semana, no nos quedó más remedio que armarnos de valor y hacer el viaje. Para evitar males mayores, me senté detrás, entre los eternos contendientes. Esto les emocionó mucho y con la excitación fueron hablándome sin parar. Tenía que responderle a uno con la comisura izquierda de la boca y al otro, al mismo tiempo, con la comusira derecha de la boca. Esto puede parecer difícil pero con un poco de práctica se consigue hacer sin mucho esfuerzo.
Llevábamos poco más de la mitad del viaje hecho cuando a Juan le cambió la cara y empezó a hacer pucheros sin consuelo. Pero, Juan, ¿qué te pasa? ¿Por qué lloras? Es que, respondió, he visto El camino del infinito.
Conozco a Juan desde que nació, minuto arriba o abajo, y todavía hay veces que me deja sin palabras.
¿Que has visto qué? El camino del inifinito, papá. ¿Y eso dan ganas de llorar? Sí, muchas. Buff, la verdad, reconocí, es que si yo viera el camino del infinito también me pondría a llorar.
Seguimos hablando y averigüé varias cosas interesantes: El camino del infinito es un camino muy largo muy largo que no tiene fin y que acaba en la Atlántida. Al parecer, comienza en un punto indeterminado entre Tobarra y Albacete.
8 comentarios:
¿Cain y Abel...no eran el niño Catódico y el niño Sónico? Mis superheroes favoritos!
Lo del camino infinito... uf! da bastante grima la verdad, ¿Y dices que esta cerca de Albacete?.
mdre mia! eso si q lo temo yo, cuando nazca el mini espero q no sea tan hablador como su hermana pq si me habaln cada uno por un lado me va a dar un mal!!!! por lo menos seguro q no te aburriste por el camino
Ayyyyyyyyy, mi niño, pobrecito!. Si es que el camino infinito es eso... infinito y da pavor. Yo recuerdo, de niña, que veía constantemente ese camino cuando iba con mis padres en el coche.
Un besote
Me ha dado un poco de grima y de lástima la experiencia de Juan. Creo que vas a tener que llevarlo a que le hagan alguna prueba de CI, y que no tarden tanto como conmigo, que hasta los 15 no descubrieron que no es que fuera subnormal o estuviera medio chalado (aunque todavía hay mucha gente que lo sospecha, calladamente...)
Recuerdo que desde los 5 hasta los 10 años pensar en el infinito me agobiaba enormemente. Me alivia que Juan vea un principio en ese camino al infinito. A mí me atosigaba el "concepto" de infinito (sólo de estar escribiendo sobre ello ya me están dando naúseas). Finalmente, como con tantas otras cosas, dejé de pensar en ello para seguir "sobreviviendo"...
Ya te lo he comentado en alguna ocasión: o exageras lo que Juan dice y/o hace (al fin y al cabo esto es un Blog y se admiten la licencias literarias) o si es cierto creo que debes ir a ver a un especialista para que la inteligencia de tu hijo no termine destruyéndolo...
Leia, es que tienen varios nombres. Por cierto, esta semana toca nueva entrega de Niño Catódico y Niño Sónico. Sí, El camino del infinito nace cerca de Albacete pero al ser infinito pasa por todas partes.
MissManjolita, no quiero ser alarmista pero debes prepararte para varios males. Tendrás que besar a los dos a la vez, reñirles a la vez, darles de comer a la vez... Todo a la vez y siempre te echarán enc ara que al otro le das más besos, le riñes menos...
Laube, yo me imaginaba que aparecía de repente en mitad del horizonte que se veía desde la ventanilla y debía buscarme la vida.
Hermano, qué cosas que un exceso de inteligencia sea perjudicial. En todo caso, ya sabes que yo todo esto me lo invento y que, como dicen en las películas, cualquier parecido con la realidad es simple coincidencia.
Bueno, bueno. Llevo mucho tiempo leyendo el blog y nunca me he atrevido a escribir, pero es que al ver que El camino del infinito está cerca de Tobarra pues no me he podido resistir.
Toda la familia de mi madre es de allí, así que la próxima vez que vaya me fijaré a ver si veo ese camino. Eso sí, me llevaré un paquete de pañuelos por si acaso.
Hermano, no me voy a poner demasiado pedante, pero muchas de las personas con un CI superior a 140 acaban suicidándose y/o fracasando vitalmente, y dicen los expertos que si hubieran sido tratados a tiempo la cosa hubiera sido diferente.
No comento lo de Murcia, el PP y el presidente que anda por allí porque se me reabre la úlcera... Y a fin de cuentas: ¡¡es el presidente más votado (en %) de toda España!!
Anónimo, es que no todo lo bueno iba a pasar en Nueva York. La Mancha también merece lo suyo.
Hermano, sabes que te tengo en cuenta. Estaremos vigilantes.
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