Hoy el día no quería amanecer, le pasaba los mismo que a mí. Anoche me quedé hasta tarde viendo en la tele "Las crónicas de Narnia". No la había visto, ni leído el libro, y me gustó. Estoy empezando a entrar, de nuevo, en uno de esos círculos viciosos del insomnio. No duermes bien un par de noches, empiezas a irte a la cama agobiado por si no te duermes, el agobio no te deja dormir y etcétera. Para colmo estamos teniendo un extraño problema con las tuberías, a las que les da por hacer unos ruidos insoportables por la noche. En el mundo de la ficción, algo así podría acabar convertido en un cuento de Cortázar o en el remake de "Esta casa es una ruina". Pero en el mundo real se trata de una putada que acabará con un fontanero que se llevará una pasta y que probablemente acabe saneando como el manitas de "El milagro de P. Tinto".
Está haciendo uno de esos días que parecen especialmente pensados para el 7 de Enero: llueve sin cesar y hace mucho frío. ¿Qué les habría costado alargar las vacaciones, escolares, hasta el 11? Total, por dos días lectivos no se acaba el mundo.
Ayer, como todos los días de Reyes, fue increíble. Reconozco que los últimos años me había desenganchado mucho de esa fiesta pero desde que están Juan y Darío vuelvo a disfrutar como un chiquillo. Si hasta me emocioné con la cabalgata de los Reyes.
Ha sido el primer año que Juan no podía dormirse de los nervios. Y el primer año que no ha hecho falta despertarlo. De hecho, ya se despertó él solito a las tres de la mañana. ¿Ya es de día, papá? A veces, este hijo mío pregunta por preguntar. A las cuatro volvió a preguntar si era de día. ¿Pero es que no ves que no, duérmete? A las cinco de la mañana le respondí lo mismo pero con otro tono y acabé la frase con un recórcholis que en realidad era otra palabra que no diré para no perder la fama de padre que me estoy labrando a fuerza de posts. Poco antes de las ocho ya no hubo forma de contenerle y se desató el frenesí de regalos.
Frenesí que llegó al paroxismo (qué palabras más raras estoy usando) en casa de mi madre. Por lo visto, los Reyes han nombrado como cuarta mosquetera, digo, Reina a mi hermana la de en medio.
No me quiero extender enumerando los regalos. Solo algunas cosas:
- Necesitamos una casa nueva para que vivan las manadas de clicks, que ya no caben en la habitación de los niños.
- Nos hemos deshecho por fin de la cámara de fotos vieja y ya podremos tomar fotos sin ese brillo blanquecino que parecía siempre que estuviéramos reencarnándonos.
-Mi nivel de exquisitez está llegando a límites insospechados. Algunos regalos: Un libro sobre comics y portadas de vinilos, el tebeo "Catálogo de novedades Acme" de Chris Ware (que me va a costar un par de dioptrías) y un documental sobre Chet Baker titulado "Let´s Get Lost".
PD: Volvíamos del cole cuando ha tenido lugar un pequeño sucedido que voy a contar porque puede dar mucho juego en los comentarios, supongo que especialmente entre las lectoras. Juan llevaba en la mano un pterodáctilo de los clicks y Darío una clicka pelirroja a la que llama, cómo no, Pippi. Juan me ha pedido que fuera más despacio porque le dolía la cabeza. Darío, que ha decidido ser como su hermano mayor en todo, me ha dicho que a él también le dolía. ¿Y a Pippi le duele? le he preguntado. No, ha respondido. ¿Y al pterodáctilo, Juan, le duele la cabeza? No, papá, ha dicho, es que el pterodáctilo no tiene sexo. Luego ha seguido dándome explicaciones sobre el tema pero ya decía "cerebro" y no "sexo".
2 comentarios:
Aquí en Madrid la vuelta al cole es el lunes 11, una pena que los padres no tengamos tantas vacacione para jugar con los regalos de los reyes, es injusto de todas todas... (qué no me voy a poner a dar aquí la chapa sobre la conciliación laboral y los maravillosos y merecidos miles de días que tiene los niños...)
Sobre lo del pterodáctilo (esta si es una palabreja), qué terrible relación entre dolor de cabeza y sexo...
Cuando entras en una rueda de insomnio es difícil salir. Un método que funciona es no hacer siesta e intentar cansarse físicamente. Cómo hacer lo último ya es cuestión de cada uno.
Creo que con tu adquisiciones pasas a "half and a quarter freak"? Qué envidia sana.
A saber cómo ha llegado Juan a esa asociación de ideas... con tan sólo un lustro.
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