Cuando uno pega carteles por las calles, quisiera encontrar un muro amplio y despejado en una acera por la que pasara mucho gente. Pero las cosas buenas escasean, así que hay que ponerlos donde se pueda. Al lado del cole de mis chiquillos, hay una pared de ladrillo, de esas que tapa un bajo comercial abandonado, en la que ponen carteles de conciertos, supongo que porque hay espacio porque pasar lo que se dice pasar, pasa poca gente por allí. Yo sí paso y antes de las vacaciones vi esto:
Eh, me dije, un concierto de Los Marañones en el Auditorio Víctor Villegas el 8 de enero, es perfecto. Hacía mucho que no los veía y un concierto en un sitio de categoría y con asiento numerado es lo que me pide el cuerpo. Sí, sí, antes reventábamos los conciertos y obligábamos a suspenderlos por poner en riesgo la integridad de los músicos y del resto del público y todo eso, pero uno se hace mayor y más que bailar como un poseso, quiere disfrutar de los matices de la música, ver cómo tocan los músicos y cosas así.
El sábado por la noche, un poquito antes de que empezara el concierto, nos sentamos en nuestras cómodas sillas y nos dispusimos a disfrutar. En mi opinión no hay espectáculo comparable al de la música en vivo. En concreto al de la música en vivo de calidad. Vale, música de calidad es un concepto tan subjetivo que es como si no existiera. Recuerdo una vez que estaba mirando discos en El corte inglés, cuando un tipo le dijo a otro: Vamos a mirar aquí que es donde están la música buena de verdad. Eché un ojo, picado por la curiosidad, y lo que ese tipo llamaba música buena de verdad era una basura horrible. Resumiendo, que si es el concierto de un grupo que me gusta, nada me gusta más.
Las canciones del disco nuevo, "Tipos raros", molan mucho. De hecho, me compré el CD y ya lo llevo en el coche para que amenice las idas y venidas al cole. Me gusta la de Mr. G que tiene ese aroma espacial de otras canciones del grupo y Conozco la canción, con la que cerraron el concierto después de dos bises. El cierre fue tan espectacualr que no hubo valor a pedir otro bis.
Evidentemente, las canciones del segundo disco siguen siendo las que más me emocionan, más que nada porque las escuché sin para durante una época de mi vida muy intensa y creo que han llegado a alterar alguno de los giros de mis dobles hélices de ADN.
Acabamos todos de pie, aplaudiendo a rabiar. Un conciertazo.
PD: En estos tiempos de descargas y leyes con nombre de ministra, he comprado el disco "Tipos raros" dos veces. Una para regalar y otra para mí. Me gusta gastar bien mi dinero.
PDII: Quiero a los tres como si fueran mis hijos pero debo decirlo: ¡Balón de oro para Iniesta! (unas horas antes de que se sepa el ganador).
3 comentarios:
Esta es la que más me gusta de todicas:
http://www.youtube.com/watch?v=_IyDYeOO-tI
A.
PD: y son mios los comentarios del video ;)
Soy el privilegiado de la segunda copia del cd original...qué bonito ver música bonita en directo Fede, qué bonito...pasa por mi casa que ahora voy a ser el el segundo hombreamadecasa, el del Norte.Un abrazo para toda la family.
P.D. Quiero vivir en los mundos de Pippi o de Eels.¿Cómo se hace?
Vecino, por esa época, o un poco más tarde, empezamos a ir a sus conciertos. Ah, qué tiempos...
Joserra. no puedo responderte. Darío guarda el secreto a cal y canto y no hay quien le haga soltar prenda.
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