El día empezaba mal:
Bastante mal:
(Ampolla, dice "ampolla")
Así que salí corriendo. Correr tiene un poco de huir, creo que ya lo escribí. Pero más que huir en el espacio (al fin y al cabo se vuelve siempre al punto de inicio) se huye en el tiempo: el rato que uno está corriendo, está lejos de los problemas de las complicaciones, basta con pensar en dar una zancada más.
Como explica Murakami en "De qué hablo cuando hablo de correr", se corre contra uno mismo. Yo empecé a correr hace algo más de dos años para perder peso, básicamente. No sabía que acabaría aficionándome, disfrutando del esfuerzo y la fatiga, mirando de reojo el reloj para ver el tiempo hecho y cosas por el estilo. Hasta la lectura del libro citado, he estado corriendo sin mucho orden ni concierto, la verdad. Pero después de leerlo, me dije que ya iba siendo hora de tomárselo en serio. Había llegado el momento de correr contra mí mismo. Y ya que estaba, dejé de fumar.
Desde entonces, bueno desde el 7 de enero, cuando me recuperé de un constipado por correr mientras llovía, he corrido casi todos los días. Alrededor de 35-40 minutos.
Pero hoy, cabreado como estaba y con lo que yo llamo el síndrome de la estrella de rock o síndrome Led Zeppelin (me dan ganas de romper cosas), me he puesto a correr sin ganas de parar. ¡Y he corrido una hora y media! Récord personal.
Hay gente que corre muuucho más, por supuesto pero, me repito, corro contra mí y me he metido una paliza de campeonato. Hasta ahora mi récord estaba en una hora y diez minutos. Así que me he superado con creces. Y, madre mía, lo bien que siente la autosuperación. Mola un montón comprobar que se pueden conseguir cosas que parecían inalcanzables.
Cuando llevaba una hora corriendo y no sabía si seguir o volver a casa, ha sonado esta canción que me ha dado los ánimos que me faltaban. El mejor DJ, mi ipod:
Ahora voy a recrearme en algunos detalles que pueden resultar... desagradables. Lo digo por si alguien quiere dejar de leer. He corrido tanto que me han sangrado los pezones. Literal. Al principio de correr se me irritaban con el roce de la camiseta pero hacía tiempo que no me pasaba. Pero hoy, al aumentar tanto el tiempo, me ha vuelto a pasar y a lo bruto. Me he dado cuenta al ver las dos manchas de sangre al llegar a casa. También me han salido media docena de ampollas y los labios se me han hinchado como cuando se comen muchas pipas. Ahora, eso sí, ya no estoy enfadado ni quiero romper nada. Me encuentro la mar de relajado.
Y pensar que en el instituto siempre suspendía el Test de Cooper.
PD: La canción de Bob Dylan se titula Man of Constant Sorrow.
7 comentarios:
Ves como el deporte no es bueno!!!
Ains!!!
contándole a mi compañera de curro tu epopeya le he soltado: "a mi colega el del blog..." ya ves lo que une esto del internete.
La proxima vez escucha un disco de led zeppeling o ponte esparadrapo en los pezones, preferentemente haciendo una X...
Para los pezones vaselina, en las sobremesas de taper en el curro, uno de mis compis es corredor medio profesional y nos contaba lo de la vaselina, ya ves tu que conversaciones para tener en la sobremesa....
Mola esto de correr y más en nuestro vecindario.
Papalobo, para las rodillas y los pezones fatal pero para calmar los nervios... mano de santo.
Miguel-On, es verdad, a algunos si pasáis mucho tiempo sin hacer comentarios empiezo a echaros en falta. Respecto a lo otro, antes me ponía Hypafix que es como esparadrapo pero no duele al quitarlo.
Lulu, hay que hablar de todo. Lo probaré.
Andreseitor, lo mejor son los perrazos sueltos que hay por todas partes en Espinardo.
Apuntate a una media maratón, la sensación al cruzar la meta es indescriptible!!
Clavina, no me creerás, o sí, pero cuando escribí esta entrada me acordé de que al comienzo de este blog, contaste en un comentario que ibas a correr tu primera media maratón. No sé, todavía no me veo haciendo algo así.
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