Cada miércoles un cuento en El Estafador

lunes, 29 de octubre de 2012

Los Sex Pistols y la Huelga General del 14N

Frente a las peticiones de mejora de los derechos laborales, del reparto del trabajo y cosas así, hay otro punto de vista. Johnny Rotten lo ruge en la canción "Pretty Vacant" (bastante desocupados):





Oh we're so pretty / oh so pretty / we're vacant / Oh we're so pretty

 / oh so pretty / a-vacant / Oh we're so pretty / oh so pretty / ah but 

now / and we don't care / We're pretty a-pretty vacant / we don't 

care

(Estamos bastante / bastante desocupados / estamos bastante  / bastante desocupados / estamos bastante / bastante desocupados
y no nos importa.)

viernes, 26 de octubre de 2012

La Internacional Letrista y la Huelga General del 14N

En el nº 4 de POTLACH (boletín de información de la Internacional Letrista) se puede leer, bajo el título de "El mínimo de la vida", lo siguiente:

Nunca se dirá bastante que las actuales reivindicaciones del sindicalismo están condenadas al fracaso, y no tanto por la división y la dependencia de sus organismos reconocidos como por la indigencia de sus programas.

Nunca se dirá bastante a los trabajadores explotados que se trata de sus insustituibles vidas con las que podrían hacer lo que quisiesen, de sus mejores años que transcurren sin ningún placer significativo, sin tomar las armas siquiera.

No hay que pedir que se afiance o que se eleve el "mínimo vital", sino que se deje de mantener al mínimo la vida de las masas. No hay que pedir sólo pan, sino también juegos.

(La Internacional Letrista volverá por aquí próximamente)

jueves, 25 de octubre de 2012

martes, 23 de octubre de 2012

Inés del Revés

Seguro que alguna vez le habéis dicho a alguien "tonto" o "feo" y cuando se ha enfadado con vosotros, habéis respondido que en realidad le estabais diciendo "listo" o "guapo" porque era el mundo al revés. Pues de eso va "Inés del Revés", sobre el juego del absurdo más universal que existe. Bueno, seguro que algún agonías, quizás yo mismo, salga corriendo a decir que más quisiéramos que eso fuera un absurdo porque lo que de verdad pasa es que el mundo está al revés, patas arriba y.... Pero ahora estamos a otra cosa.

Resulta que Inés se levanta una mañana y se siente del revés. La mayoría haríamos el esfuerzo por ponernos del derecho pero ella se deja llevar y cuando su madre le dice que está despierta, ella responde que no. Luego pide espagueti con tomate para desayunar, se monta en la bici mirando hacia atrás, se viste con todo cambiado de sitio, camina bajo la lluvia fuera del paragúas... y un divertido etcétera. Al final, su madre le pregunta si le quiere e Inés, lógicamente, responde que no. También está el incidente de la cometa pero, bueno, eso mejor lo leéis.




Inés del Revés está escrito y dibujado por Anita Jeram. Las ilustraciones son bonicas bonicas. Creo que este argumento lo he escrito otras veces: son de esos dibujos que te confirman que la autora respeta al público que los va a hacer.



El libro, tapa dura, a todo color, publicado por Kókinos cuesta unos 12 euros. Se lee en cinco minutos. Pero hay un argumento que anula todas las reticencias cuantitativistas (una forma elegante de referirse a esos roñosos que dicen que no se gastan 12 euros en un libro que se lee en cinco minutos). El argumento dice así: como se lee en cinco minutos y es chulo a más no poder, Inés del Revés puede ser releído una y otra vez. De esta manera, el coste por minuto de lectura tenderá a cero.

Ideal como regalo de cumpleaños.


sábado, 20 de octubre de 2012

A propósito de Wilco: Música versus Literatura


En su libro “31 canciones”, NickHornby cita a un tal Walter Pater: “Todo arte aspira constantemente a la condición de música”. Esta frase, endiabladamente acertada, implica una gradación de las artes. Puede resultar divertido entretenerse pensando si la Pintura es mejor que el Cine o la Escultura mejor que la Danza. Pero más allá del juego, se esconde un drama para los que no sabemos hacer música y nos dedicamos a otra cosa: no hay nada como la Música y es por ello que todo arte aspira a serlo.

Comparemos a continuación Música y Literatura, aunque solo sea para que el que suscribe acabe mal parado. Podría irme por el lado demagógico y poner a un lado de la balanza la presentación de un libro y en el otro un concierto. Ni siendo una realizada por el mejor de los escritores y otra por un grupo del montón se pueden comparar. Pero más vale que elabore un poco más la comparación.

Es verdad que las comparaciones son odiosas y que no son necesarias. Se puede disfrutar de una canción tanto como de un cuento. Pero, en mi condición de lector compulsivo no he sentido nunca la emoción desbocada que siento a menudo como oyente compulsivo. Hay canciones que me hacen llorar todas las veces que las escucho. Y otras que me ponen de buen humor incluso en el peor de mis momentos. Y eso no me pasa cuando leo. Me atrevería a decir que es algo habitual.

Y no es solo una cuestión emocional. Desde el punto de vista técnico, con la Música se pueden hacer cosas que son imposibles en Literatura. 

La cuestión no es cuantitativa. Si en Música se cuentan con varios instrumentos y acordes, en Literatura contamos con un buen arsenal de figuras retóricas y hace mucho que nos liberamos de los géneros o de ciertas trabas formales. Escribiendo se pueden conseguir algunos efectos similares a los que se encuentra en las canciones más molonas. Por ejemplo, el ruido. Ahí está el comienzo de “Art of Almost”. La segunda canción que Wilco tocó en el que concierto que dio en Murcia el pasado 19 de octubre. La canción que abre “The Whole Love”. La canción que no puedo dejar de escuchar una y otra vez. 




El ruido inicial es fácil de trasladar técnicamente a un texto. Se puede ir a lo bruto, dando, por ejemplo, un puñetazo en el teclado y dejar sin más el ruido que surja. Allá voy: 23354hgjhj hr665dctfgvybunhjtfr gyvbhunj. Se puede meter un monólogo interior de forma imprevista, tirar a tope de hipérbaton o ser Faulkner y escribir “El ruido y la furia” o David Foster Wallace y conseguir que el ruido sea más interesante que la música. El efecto puede ser mejor o peor pero se puede hacer.

Los coros también se pueden trasladar a un texto. Basta con contar una historia con algún personaje secundario que remarque lo que le pasa al protagonista. Ese momento en que la canción desaparece, uno piensa que ha acabado y luego sigue, también se puede poner por escrito. Sin ir más lejos, una de mis dos novelas inéditas (¿cómo es posible?) tira de este recurso. Frank Miller también lo usó al final de “Ese bastardo amarillo” (título en español de una de sus historias de Sin City, que, vale, es un tebeo, pero para el caso creo que sirve igual).

Pero hay algo imposible de conseguir cuando se escribe. Yo no lo he conseguido nunca, ni remotamente. Tampoco he leído nada parecido. Atención a lo que empieza a pasar en el minuto 4:20, te agarra bien fuerte en el 4:42 y te destroza en el 6:13. Rendición incondicional.  Id al vídeo de arriba y presenciarlo.

Ese clímax, propio de los desastres naturales, riadas, terremotos, huracanes, no se puede conseguir en Literatura. Es por ello que los escritores odiamos a los músicos.

martes, 16 de octubre de 2012

Sobre el Premio Planeta

Otro año más, se ha vuelto a fallar el Premio Planeta. Procedo a copiar y pegar unos párrafos del capítulo "El año en que también hicimos promoción" de Pep Campadaball y Colectivo Todoazen (incluido en el libro colectivo "CT o la Cultura de la Transición"). En una nota inicial al capítulo, explican que las citas a las que recurren "están extraídas de la prensa española y de medios públicos". Ahí va:

Me remito a lo que dijo Lara en una rueda de prensa, tras la proclamación de la obra ganadora el 15 de octubre de 1989. Un periodista le preguntó que cómo era posible que Soledad Puértolas, que había concursado con pseudónimo, hubiera sido invitada al acto antes de conocer el fallo. Lara Hernández respondió: "Creo que usted todavía cree que los niños vienen de París".

¿Qué opinó el patriarca Lara de estos premiados? "Al hacerlos millonarios, se borran de comunistas", dijo.

La última cita ha quedado algo anticuada: ya no queda de eso, comunistas, quiero decir.

lunes, 15 de octubre de 2012

El Comando Chuche se suma a la semana de lucha por la Educación Pública

No nos importa hablar sobre nuestras debilidades y contradicciones. Es más, como diría una querida amiga, nos da marcha. En el comando hay varios anarquistas. No son Ravachol pero tampoco son anarquistas de salón. Han leído a Iván Ilich y a Ferrer i Guardia. Saben que la escuela pública está al servicio del Estado, que anula el espíritu crítico y las ansias de libertad e igualdad. Quisieran escuelas libres y autogestionadas. Sí, eso quisieran. Pero saben, como el resto del comando, que se trata del aquí y del ahora. Así que, mientras se atiborraban de forma compulsiva de cacahuetes con cobertura de chocolate o garrapiñados, dieron su visto bueno a este comunicado.

*  *  *

Con motivo de la semana de lucha por la educación pública convocada por asociaciones y sindicatos de estudiantes y respaldada por la CEAPA, el Comando Chuche quiere dirigirse a alguno de los protagonistas de todo este asunto. Queremos decir:

A Rajoy. Osaste masculinizar las chuches cuando todo el mundo sabe que los únicos chuches, así en masculino, son los habitantes de Chuchelandia. Prometiste no subir el IVA de las chuches. Rajoy, ni olvido ni perdón.

A Wert. Nos aburres, a veces, nos complicas la úlcera, otras veces. Estamos barajando la posibilidad de amargar todo aquello que te eches a la boca, que olvides lo que es algo dulce y apetitoso. Más te vale que no demos con la forma de conseguirlo.

A los padres y madres. Es verdad, quien más quien menos todos damos un suspiro de alivio cuando vemos a nuestros hijos atravesar la puerta del cole. Podemos ir a tomar un café mañanero, o hacer las compras del día, o a hacer las tareas del hogar o a qué-sabemos-nosotros. Pero la jornada de "vacía las aulas" convocada por la CEAPA para el día 18 de octubre podría ser un buen momento para ayudar a nuestros hijos a pasarse esa pantalla del vídeojuego que tanto se lesresiste, para ir a la biblioteca a sacar algún libro molón, para hacer galletas de jengibre en familia, para gastarse los ahorros del mes en una tienda de chuches... Un día de huelga puede estar lleno de sorpresas positivas.

A los padres y madres que tienen la suerte/desgracia de trabajar. Llevaos a los hijos al trabajo. Si contar lo de la huelga es un follón, decir que están malos y que os ha fallado la niñera o la excusa que mejor os convenga. Con vuestros hijos al lado, trabajaréis menos y el día se pasará más rápido. Sabemos de lo que estamos hablando.

A los maestros y maestras. Una obviedad: podéis ser buenos, malos y regulares. Nos queremos dirigir a los malos y a los regulares. Tiraos al rollo, venga, y ese día, el 18, no pongáis exámenes o no planifiquéis algo súper divertido para que los niños se nieguen a hacer huelga. Eso no está bien, entre otras cosas porque se están defendiendo vuestros derechos laborales y la importancia de vuestra labor. Echad una mano no os va a costar nada (y si faltan muchos críos pues una mañana tranquila que os ganáis).

A la chiquillada. Es verdad, un día de huelga es un día para levantarse tarde, ver algo más de tele y vaguear sin ton ni son. Todo esto es importante y el Comando Chuche lo valora. Pero no olvidéis que un día de huelga es también un día de lucha. Si vuestros padres os proponen ir a la manifestación de turno, no os opongáis mucho. Vale, hay que andar y son un poco rollo pero seguro que os encontráis a algún colega y si os lo montáis bien, fijo que les sacáis a vuestros padres un Lolli Pop o alguna bolsa de gusanitos.


¡¡EL DÍA 18 VACIEMOS LAS AULAS!!
¡¡POR UNA ESCUELA PÚBLICA DIVERTIDA!! 
¡¡CHUCHES Y HUELGA!!

DULCE Y ESPONJOSA COMANDANCIA GENERAL DEL COMANDO CHUCHE

jueves, 4 de octubre de 2012

Palabras atinadas

A veces, alguien acierta con las palabras. Uno las lee o las escucha y siente un cosquilleo en su interior. Es un "eureka" por intermediación. 

Hace unos días, The Guardian publicaba un artículo sobre España, ese país. Los ingleses flipaban con la carga de los antidisturbios en Atocha (*) y hablaban de "the civilised but ineffectual indignados". Nos estamos llevando las hostias a espuertas pero seguimos siendo eso: civilizados e ineficaces. The Guardian dio en el clavo.


Por otra parte, Miguel Amorós incluye un artículo en su último libro ("Salida de emergencia") titulado "Luchas urbanas y luchas de clase". Los escritos de Amorós son muy interesantes en general pero este en concreto es de los que dan ganas de fotocopiar y repartir. También podéis comprar el libro, of course (**). Reflexiona sobre la necesidad de llevar la batalla al territorio y pelear por el antidesarrollismo. Acaba escribiendo que el sujeto revolucionario que necesitamos debe ser un "furioso proletario desertor". Es precisamente el final del artículo, con esas palabras tan evocadoras, las que te llevan a saber que Amorós tiene razón.


(*) Lo de Atocha es otra barbaridad más de la Dominación. Ahora han empezado el paripé de la investigación interna. Mi apuesta es que acabará de alguna de estas tres maneras (en orden creciente de probabilidad):


1. Todo estuvo bien hecho, empezaron los perroflautas y la policía se limitó a hacer su trabajo.

2. Los únicos que actuaron mal fueron dos policías que perdieron el control (y que al parecer ya tienen localizados).
3. La culpa (como ya se ha dejado caer esta mañana en la SER) fue de los seguratas.

(**) El libro está publicado por Pepitas de calabaza. Su eslogan es "una editorial con menos proyección que un cinexín". Además, se llaman así por el monólogo a la calabaza de "Amanece que no es poco". No sé a qué esperáis para haceros con todo el catálogo.