Una tarde de agosto, salía yo tan tranquilo de la librería Paradiso de Gijón (nunca un nombre fue tan acertado) cuando vi en el escaparate la caja ABC Of The BLUES, con 52 CDs llenos de los primeros bluesmen y blueswomen. Con las mismas, me volví y pregunté el precio. ¡Sesenta euros! Me pareció un regalo. Mi cerebro hizo el proceso habitual es estos casos: primero pensó que no había que derrochar y después atacó ese primer argumento con cientos de razones a favor de comprar la caja. A los dos días, volví y la compré.
La caja tiene música para disfrutar durante horas.Qué digo horas, meses. Hay que tomárselo con calma, cosas así no son para devorarlas, lo suyo es una digestión lenta, de años si hace falta, rollo sarlacc. De vez en cuando, se saca un CD y se le saca bien la pringue.
El último artista que he descubierto y que me tiene embelesado, aunque solo haya cuatro canciones suyas en la caja, es Earl Hooker.
Me mola tanto que voy a hacer una traducción libre de lo que el libreto de la caja cuenta sobre él:
"Earl Hooker es, para mí, uno de los mejores guitarristas modernos. Es el mejor con la Slide. No hay nadie como él. Es un espécimen único." Estas alabanzas llegan por cortesía de, ni más ni menos, un rey, el honorable B.B. King. Colegas desde Albert Collins a Albert King, pasando por Wayne Bennett o Otis Rush solían darle la razón. El guitarrista con un curioso segundo nombre de resonancias bíblicas (Zebedee) nació en Mississippi en 1929 y cogió su primera ¿hacha? a la tierna edad de diez años. Resulta que era primo de John Lee Hooker y aunque creció en Chicago, no hicieron nada juntos hasta la década de los Sesenta, cuando ya estaba más que fogueado con artistas locales como Bo Diddley, Robert Nighthawk y Junior Wells. Una de sus principales influencias fue T-Bone Walker y apenas cantaba porque tenía problemas de tartamudez. Era habitual escucharlo acompañando a artistas que luego fueron legendarios, y no solo de Blues. Fue admirado por Muddy Waters o Buddy Guy, sus canciones fueron grabadas por Led Zeppelin y algunas de sus técnicas estrambóticas (como tocar la guitarra con los dientes o pasársela por detrás de la cabeza) fueron adoptadas por estrellas del rock and roll como Chuck Berry o Jimmy Hendrix. Quizás por sus reticencias a cantar, fue siempre un músico de músicos, adorado por unos pocos y desconocido para la mayoría. Murió en 1970, con solo 41 años, a causa de una tuberculosis.
He puesto "¿hacha?" porque tengo la sensación de que "axe" (que es lo que pone en el texto original) tiene que referirse a "guitarra" pero no lo he podido confirmar.
Es curioso que afirmen que no quería cantar por la tartamudez cuando lo habitual es que no se tartamudee cantando. De hecho, se dice que el cantante de Guns N´ Roses también tartamudea. Lo que me parecería más razonable es que no quisiera destacar mucho para ahorrarse entrevistas, discursos públicos y rollos por el estilo.
Escuchándolo, me da que Chuck Berry le copió más que las extravagancias guitarreras. Y es que es muy difícil en esto del arte lo de ir de original y decir que este o aquel fue el inventor de tal cosa o el padre de tal otra.
En todo caso, si Earl Hooker era un desconocido para el gran público, ya está solucionado. Después de esta entrada, Hooker se dará a conocer a las masas planetarias y su música sonará más guay que nunca.
3 comentarios:
Efectivamente, "axe" es la forma coloquial de llamar los gringos a las guitarras.
Yo cuando escucho a estos pedazo de guitarristas me imagino el currazo que tienen sus baterías.Es como el batería que llevaba Jimmy Hendrix que se las veía y se las deseaba para seguirlo con tantos ritmos
Uff, la librería Paradiso!! Creo que toda mi base musical salió de allí. Claro que entonces eran vinilos (salí de Gijón en el 89). Era el ritual de los sábados, pasear el muro hasta la c/ de la Merced y pasar un ratín repasando carátulas.
Grande Earl Hooker, digno de compartir espacio en mis listas con Collins, Rush, Allison...
Gracias por el descubrimiento
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