Cada miércoles un cuento en El Estafador

viernes, 30 de marzo de 2012

La receta de los sábados: Cuscús con aguacate, salmón, anchoas y tomate

La cocina puede ser muy ingrata. Es insensible, ella va a lo suyo, sin tener en cuenta quién la está practicando. Cuanto más lo pienso, más me convenzo de que aquello fue terriblemente injusto. Estaba yo preparando unos filetes de merluza empanados. Como siempre, iba con prisa, así que no me puse el delantal. Cocinaba, eso sí, es escorzo, todo lo alejado que me era posible de la sartén. Cuando, sin previo aviso, algo explotó y salió aceite para todos lados. Adiós a mi jersey favorito. Vale, era de Zara comprado por menos de diez euros en las segundas rebajas, pero me gustaba mucho. Con su estupendo color rojo, sus puntos finos, su cuello redondo... No acabo de hacer el duelo. En venganza, la receta de hoy no lleva frito por ninguna parte.


INGREDIENTES (para cuatro personas o así (*))


Un paquete de cuscús de los de medio kilo.
Un aguacate de buen tamaño.
Un tomate con la misma indicación que para el aguacate.
Una lata de anchoas
Un paquetico de salmón ahumado (de unos 100g, que está carísimo)


PREPARACIÓN


El cuscús se puede preparar de muchas maneras. Una vez lo hice pasándolo por vapor de agua varias veces. Esto mola pero requiere tiempo y paciencia. ¿A alguien le queda de eso? Uso el cuscús de la marca Gallo y ese se prepara en un plis: se lleva a ebullición medio litro de agua con su chorrico de aceite y su puñadico de sal. Se apaga el fuego y se echa todo el cuscús. Se remueve un poco y se deja reposar tres minutos. Después, otro chorro de aceite y otros tres minutos a fuego (lento) removiendo para ir soltándolo.


Todo lo demás se corta en brunoise, es decir, en cuadraditos muy pequeños.


Al cuscús le pasa como a las migas, que parece acompañamiento pero es el plato principal porque solos están buenísimos. A mí no me gusta que todas las cucharadas de cuscús que me echo a la boca estén llenas de otros ingredientes. Me gusta tomarme alguna que solo lleve cuscús. Así que, lo mejor es optar por la presentación habitual: una gran fuente de cuscús y en el centro, agrupados, el resto de ingredientes. Cada uno se puede servir a su gusto.


(*) El "o así" se refiere a que el 4 no es una cifra estricta, que a lo mejor comen cinco personas o solo tres si son glotonas. Pero si alguien quiere darle otro sentido porque suele tener comensales extraterrestres, también vale.

Juan pregunta


miércoles, 28 de marzo de 2012


Qué pesadico estás con la huelga



Mañana, nada de nada, que hay huelga. El viernes todo volverá a su curso con una pregunta de Juan y el sábado, la receta. Que peleéis con dignidad.


PD: Y si no habéis tenido bastante, un cuentecillo sobre, sí, la huelga en El Estafador.

lunes, 26 de marzo de 2012

Huelga general, sí o sí.

Anoche, me preguntó un compañero cómo estaba el ambiente de huelga en mi centro de trabajo. Bueno, le dije, parece que los ánimos están caldeados. Yo ya he avisado que haré huelga y ni Mercedes ni los hijos me han puesto pegas. Ellos han dicho que no irán al cole pero que no reniegan de su derecho a ver la tele y jugar a la Wii. Me recortarán la paga, eso sí, pero no han amenazado con echarme a la calle. De momento, seguiré fregando los platos y haciendo de comer, pero no el 29M. Y es que este jueves es un día en el que los derechos de todos están en juego. No importa que estés parada, seas amo de casa, estudiante, científico de prestigio, conductor de autobuses, médica de familia, periodista o lo que sea. Hay que hacer huelga.




Soy de los que acumula argumentos a favor de la idea de que los sindicatos mayoritarios forman parte del sistema. Su acción, desde hace décadas, ha ido dirigida a contener los movimientos de protesta, a controlarlos, a suavizarlos. Han vigilado fielmente que nadie se salga del tiesto, que ninguna revuelta pase a mayores. Son, no cabe duda, la válvula de escape de la olla a presión en la que el sistema nos cuece hasta sacarnos la última gota de jugo. Pero, aunque ellos lo piensen y el sistema así lo haga creer, no tienen la exclusividad de la lucha por los derechos laborales. Ni mucho menos. La Asamblea 15M de Espinardo, por poner un ejemplo, ha puesto carteles animando a parar el 29M. La lucha de nuestros derechos nos corresponde a cada uno de nosotros. No hay delegación que valga. No hay excusa tras la que escudarse. Si no peleamos, nos merecemos todo lo que nos hagan. Y pelear no es echar pestes en el sofá o en la barra del bar. Pelear es lo que ha sido siempre: salir a la calle y exigir que nuestros derechos no se pisoteen.


http://www.accionenredmadrid.org/spip.php?article651 
La sensación que tengo es que en esta convocatoria de huelga hay menos ambiente que nunca. En la anterior, aún hubo cierto debate sobre el papel de los sindicatos mayoritarios y cosas por el estilo. Ahora, ni eso. La gente parece no saber lo que pasa el 29M. El jueves no llevaré a los niños al cole, le he dicho a una maestra. ¿Y eso? me ha preguntado ella. "¿Y eso?". La pregunta explica muchas cosas. El tema es chungo. Los sindicatos mayoritarios han conseguido ir más allá de ganarse el desprecio de las clases trabajadoras. No solo se les desprecia, se les ignora, que es todavía peor. Pero, atención, la culpa de no es solo de las clases dirigentes. ¿Qué hacen las bases que no los echan a patadas? ¿Cuántas personas se han afiliado hasta conseguir un puesto fijo de funcionario y después hasta luego Lucas? ¿Cómo es posible que los delgados sindicales no participen en los piquetes? ¿Cuántos trabajadores se han desentendido de la lucha por sus derechos? 


El proceso de desprestigio de los sindicatos y de anulación de la capacidad de respuesta de la sociedad está yendo paralelo a la supresión de derechos. Y es nuestra responsabilidad pararlo de una vez por todas. Porque, si después de los sindicatos, se anulan las herramientas de lucha, estaremos más cerca del fin que nunca. Y tenemos pocas herramientas más poderosas que la huelga general.




He llenado entradas y entradas alabando a la escuela pública y a las maestras. Digo esto porque voy a poner a otra seño de ejemplo y no quiero que se entienda que tengo nada contra ellas, porque no es así. Otra maestra me dijo, ya hace tiempo, que no hacía huelga porque le quitaban el día de sueldo. Y me dijo la cantidad. Ojalá le quitaran cinco veces más porque tendría un sueldo mucho más alto del que tienen. Quien algo quiere, algo le cuesta. Seguro que se lo hemos dicho a nuestros hijos un millón de veces. Habrá que aplicarse el cuento.


En mi opinión, alegar que se pierde el día de sueldo, es ridículo. Incluso puede ser ofensivo según a quién tengas delante. Hombre, tú estás en paro, es una suerte para ti porque puedes hacer huelga y no te quitan nada de la nómina.


Otra cosa es el miedo al despido. Estuvimos un tiempo en Guatemala. Un sindicalista nos contó que allí era habitual esta frase: Yo tengo conciencia pero mis hijos tienen hambre. Respeto mucho el miedo así que no me salen muchos argumentos contra él. Solo diré que hay alternativas. ¿Te puedes creer que he ido a trabajar y no hemos podido entrar porque la puerta estaba sellada con silicona? Tía, toda la mañana en el taller de brazos cruzados porque alguien ha estropeado las máquinas y no hemos podido pegar un palo al agua.


Una última cosa. La huelga no consiste solo en no trabajar. Se puede participar en los piquetes (antes de decir lo malos que son, os animo a leer esto, que no es mío), no llevar a los hijos al cole, no comprar, no usar el transporte público...


Y no pensemos que el 29M es el final de nada. Tiene que ser, sin más remedio, el principio.


PD: Mercedes y yo no tenemos nuestra canción, nos gustan muchas. Pero las huelgas y yo sí que la tenemos. Es esta:

domingo, 25 de marzo de 2012

Cabecica

El otro día, estaba limpiando la cocina. Una de esas limpiezas intensas. Desde que había empezado a limpiar la campana extractora de humos, escuchaba un ruido extraño que no sabía de dónde procedía. Cuando me puse a limpiar el horno (por fuera), el ruido se hizo más intenso y me alarmé. Entonces, descubrí lo que era: estaba saliendo gas de uno de los quemadores, lo descubrí al ver el mando girado a la derecha. Orgulloso de mi descubrimiento y de haber salvado la casa de una explosión devastadora, cerré el gas y seguí limpiando.


Fue después cuando me di cuenta de que el gas salía porque yo lo había abierto con conocimiento de causa porque si no hay gas no puede haber fuego en mi cocina. También descubrí que si se interrumpe la cocción de algunos alimentos, ya no hay forma de recuperarlos.



jueves, 22 de marzo de 2012

Entrada abortada

Estoy de enfermero. Nada grave. He negociado cinco minutos con Darío para que me deje escribir una entrada. Pero los he empleado en responder comentarios. Haciéndome el sueco, me he puesto a escribir cuando me ha dicho: ¡Serás tonto, tú, has dicho cinco minutos y ya han pasado! Así que nada, os dejo, que la paternidad responsable me reclama.



lunes, 19 de marzo de 2012

Día del padre

Hoy, lunes, hemos celebrado el día del padre porque el hecho de que mis hijos me quieran matar de forma habitual no es óbice para celebrar lo que diga el calendario. Cuando cuento por ahí que mis hijos me quieren matar la gente o (1) no me creen o (2) se lo toman muy en serio e incluso hablan de pedir consejo a profesionales. Sea como sea, mis hijos tienen muy claro eso de matar al padre. Una actitud, dicho sea de paso, muy razonable, al menos en el plano metafórico. Pero tienen dudas sobre la forma de hacerlo. De vez en cuando, me amenazan con matarme a golpes de barra de pan, ay, la inocencia de la infancia. Eso no es serio, así que, harto de tanta negligencia, les puse un vídeo para que tomen ideas y, de paso, motivarles con la música:






Yo, mientras tanto, contraataco con este clásico de los Doctor Explosion:






PD: El otro día estábamos haciendo planes para Sant Jordi. Y les dije: ¿Mola o no mola que estemos en Barcelona y vuestro padre, ahí, firmando libros como todo un escritor? Tú te crees guay, me dijo uno de ellos, pero lo que eres es calvo.

sábado, 17 de marzo de 2012

La receta de los sábados: Quiche (de bacon y cebolla o de alcaparras y anchoas)



Esta entrada está dedicada a mi amiga Clara porque hoy es sábado y no hay cuentacuentos en la Biblioteca Regional, maldita sea.


Yo antes era de Círculo. Pero me quité. Estaba harto de tanta literatura romántica, industrial y de temporada. Si alguien está leyendo "Diario de un amargado" se dará cuenta de que el personaje también se da de baja de Círculo después de años de ser socio. Y dirá, ves, es autobiográfico. Pero no lo es. Lo que pasa es que el prota es escritor y lo aproveché para dejar salir mis manías y odios literarios.


Hace muchos años, me suscribí a una de las colecciones de Círculo y, de regalo, me dieron un folletito con recetas de quiches. Por aquel entonces, empezaba a cocinar por gusto, no como ahora que tengo que hacerlo a diario, me apetezca más o menos. La receta de la quiche era fácil, especialmente porque obviaba (yo) la parte en la que explicaban cómo hacer la masa y recurría al hojaldre que ya venden hecho. También se puede hacer con masa quebrada pero soy fan fatal del hojaldre.


Más o menos por esas fechas, estaba haciendo un curso de voluntariado con inmigración en Murcia Acoge. Era los sábados, todo el día y la comida la hacíamos rollo compartir. Se me ocurrió llevar una chique Lorraine (la de bacon y cebolla) y fue un éxito total. Desde entonces, siempre que tenía que llevar algo de comer a algún sitio, llevaba una quiche. A veces me la pedían. Siempre triunfaba pero, como los cantantes one hit wonder, acabé odiando la quiche porque daba la impresión de que no supiera hacer otra cosa.


Hace mucho que no la hago pero me acuerdo de la receta.


INGREDIENTES


Masa de hojaldre de la que venden ya lista para cocinar
200 ml de nata líquida
1 huevo
1 cucharada sopera de harina
sal y pimienta


OPCIÓN A


150-200 g de bacon
1 cebolla
Queso rallado 


OPCIÓN B


Una lata de atún
Una lata de anchoas
Un puñado de alcaparras (en Murcia se dice tápenas)


PREPARACIÓN


El hojaldre se puede comprar congelado y refrigerado. El segundo se puede usar directamente pero el primero hay que sacarlo por lo menos dos horas antes para que se descongele. Esta tarea es sencilla pero hay que acordarse de hacerla, de lo contrario no habrá nada que hacer.


Se calienta en horno a unos 180ºC. Se extiende la masa de hojaldre en la fuente que tengáis. Ahora, el hojaldre va con papel vegetal que se pone en la fuente para que no se pegue. Si no hay papel de ese, se puede espolvorear la fuente con un poco de harina.


Cuando el horno esté caliente, se mete el hojaldre y se calienta unos cinco minutos.


Mientras, se hace el relleno que da coherencia a la quiche. Se echan juntos la nata, el huevo, la cucharada de harina, un poquito de sal y otro de pimienta. Y se bate bien batido. Hasta la fecha no he visto ninguna receta que diga lo contrario: se bate mal batido.


Si se opta por la opción A: se corta la cebolla en trocitos pequeños y se sofríe, cuando esté lista se echa el bacon, también en trocitos pequeños y se fríe un poco. Se saca el hojaldre del horno, se rellena con el bacon y la cebolla y después se echa lo que hemos batido. Se echa por encima un poco de queso rallado. Se vuelve a meter al horno y se termina de hacer. Según como sea el horno tardará más o menos, 15 minutos es una buena referencia.


Si se opta por la opción B, se hace lo mismo solo que en vez de el bacon y la cebolla, se rellena el hojaldre con el atún desmigado, las anchoas y las alcaparras. Luego se añade lo batido y al horno.


La quiche se puede comer fría, no pasa nada. Pero si se puede poner en la mesa recién hecha, mucho mejor, porque sale del horno con un aspecto espectacular.

viernes, 16 de marzo de 2012

jueves, 15 de marzo de 2012

Earl Hooker

Una tarde de agosto, salía yo tan tranquilo de la librería Paradiso de Gijón (nunca un nombre fue tan acertado) cuando vi en el escaparate la caja ABC Of The BLUES, con 52 CDs llenos de los primeros bluesmen y blueswomen. Con las mismas, me volví y pregunté el precio. ¡Sesenta euros! Me pareció un regalo. Mi cerebro hizo el proceso habitual es estos casos: primero pensó que no había que derrochar y después atacó ese primer argumento con cientos de razones a favor de comprar la caja. A los dos días, volví y la compré.


La caja tiene música para disfrutar durante horas.Qué digo horas, meses. Hay que tomárselo con calma, cosas así no son para devorarlas, lo suyo es una digestión lenta, de años si hace falta, rollo sarlacc. De vez en cuando, se saca un CD y se le saca bien la pringue.




El último artista que he descubierto y que me tiene embelesado, aunque solo haya cuatro canciones suyas en la caja, es Earl Hooker. 




Me mola tanto que voy a hacer una traducción libre de lo que el libreto de la caja cuenta sobre él:


"Earl Hooker es, para mí, uno de los mejores guitarristas modernos. Es el mejor con la Slide. No hay nadie como él. Es un espécimen único." Estas alabanzas llegan por cortesía de, ni más ni menos, un rey, el honorable B.B. King. Colegas desde Albert Collins a Albert King, pasando por Wayne Bennett o Otis Rush solían darle la razón. El guitarrista con un curioso segundo nombre de resonancias bíblicas (Zebedee) nació en Mississippi en 1929 y cogió su primera ¿hacha? a la tierna edad de diez años. Resulta que era primo de John Lee Hooker y aunque creció en Chicago, no hicieron nada juntos hasta la década de los Sesenta, cuando ya estaba más que fogueado con artistas locales como Bo Diddley, Robert Nighthawk y Junior Wells. Una de sus principales influencias fue T-Bone Walker y apenas cantaba porque tenía problemas de tartamudez. Era habitual escucharlo acompañando a artistas que luego fueron legendarios, y no solo de Blues. Fue admirado por Muddy Waters o Buddy Guy, sus canciones fueron grabadas por Led Zeppelin y algunas de sus técnicas estrambóticas (como tocar la guitarra con los dientes o pasársela por detrás de la cabeza) fueron adoptadas por estrellas del rock and roll como Chuck Berry o Jimmy Hendrix. Quizás por sus reticencias a cantar, fue siempre un músico de músicos, adorado por unos pocos y desconocido para la mayoría. Murió en 1970, con solo 41 años, a causa de una tuberculosis.




He puesto "¿hacha?" porque tengo la sensación de que "axe" (que es lo que pone en el texto original) tiene que referirse a "guitarra" pero no lo he podido confirmar.


Es curioso que afirmen que no quería cantar por la tartamudez cuando lo habitual es que no se tartamudee cantando. De hecho, se dice que el cantante de Guns N´ Roses también tartamudea. Lo que me parecería más razonable es que no quisiera destacar mucho para ahorrarse entrevistas, discursos públicos y rollos por el estilo.


Escuchándolo, me da que Chuck Berry le copió más que las extravagancias guitarreras. Y es que es muy difícil en esto del arte lo de ir de original y decir que este o aquel fue el inventor de tal cosa o el padre de tal otra.


En todo caso, si Earl Hooker era un desconocido para el gran público, ya está solucionado. Después de esta entrada, Hooker se dará a conocer a las masas planetarias y su música sonará más guay que nunca.



lunes, 12 de marzo de 2012

Bolsas reutilizables

Suelo decir que a mí la fama y la riqueza sí me cambiarán. Nada de seguir siendo el mismo chico amable y modesto de siempre (si a modesto le cambias la "d" por una "l" queda "molesto"). Pienso volverme ególatra y altivo. De la misma forma, conforme me haga mayor, seré (más) cascarrabias, huraño, roñoso y etcétera.


Y resulta que, hombre, famosos famoso no soy pero tampoco un don nadie. Y para ser viejo me faltan unos años pero los 37 ya no los cumplo. Así que, el otro día monté un escándalo absurdo por culpa de una bolsa reutilizable del Mercadona.


Todo comenzó con un malentendido. Me dijeron que fuera a recoger una naranjas y, como no me dieron más explicaciones, pensé que (1) eran regaladas y (2) eran para mí. Para llevar las naranjas usé dos bolsas reutilizables, una del Mercadona y otra del Carrefour.


A los dos días, mi madre vino a casa y descubrí que (1) las naranjas las había pagado ella y (2) eran suyas. Se las tenía que dar, claro, pero quiso llevárselas en mi bolsa reutilizable del Mercadona. Por dios, valen solo 60 céntimos y yo me enfadé como si me hubieran ultrajado en lo más profundo de mi orgullo. Podía haberme dado por cualquier cosa pero me ha dado por las bolsas reutilizables. Todo se vuelve más grave si se tiene en cuenta que la otra bolsa llena de naranjas me las regaló.

sábado, 10 de marzo de 2012

La receta de los sábados: ensalada de endibias, yogur griego y avellanas.

Desde pequeñito me quedaron claras tres cosas:


1. Al camarero se le pide que traiga la bebida al mismo tiempo que la comida (están aleccionados para traerte la bebida enseguida, así te la bebes y luego tienes que pedir otra).


2. Pedir ensalada en un despilfarro, te cobran una barbaridad por dos trozos de tomate y un montón de lechuga.


3. A la hora del postre, hay que decir que te has quedado lleno y que no puedes comer nada más.


Estas tres consignas son muy útiles para ahorrar cuando comes fuera de casa pero, claro, te impiden disfrutar del momento. Las tengo tan interiorizadas que ni ahora, que salgo una vez al trimestre, con suerte, me las puedo quitar de la cabeza. Por eso me parece tan liberador ir a los sitios con menú.


Por suerte, cuando la ensalada se hace en casa, no hay que preocuparse, en exceso, por el precio. Ahí va una que me enseñó mi hermana mayor pero más pequeña que yo.


INGREDIENTES


Una bandeja de endibias (suelen ir tres o cuatro)
Un yogur griego
Una manzana, royal gala o golden (no penséis ahora que soy un experto en manzanas, he dicho esas variedades porque son las únicas que conozco)
Un buen puñado de avellanas (peladas, se entiende)


PREPARACIÓN


Se separan las hojas de las endibias y se lavan. Se van a usar como barquitos en los que poner la mezcla de la ensalada. Lo digo porque las hojas grandes, si se llenan mucho, se hace difícil llevárselas a la boca sin que se caiga todo.


Se pela la manzana y se corta en cuadraditos pequeños. Se machacan las avellanas (yo las pongo en una bolsa de plástico, la cierro bien, y las aporreo con un mortero o con el culo plano de una taza). Se mezcla todo con el yogur griego. Se echa un poquito de pimienta, de la que más os guste. 


La mezcla se va colocando sobre las endibias. Así se pueden ir cogiendo con la mano, como si fueran una tapa.


No hace falta echarle aceite y sal, pero esto va al gusto. 


PLAN B


Si no os gustan las endibias o se os ha olvidado comprarlas porque tenéis la cabeza llena de cosas y os despistáis, se puede usar lechuga. En ese caso, lo suyo es cortar la lechuga en juliana y mezclarlo todo en una fuente. Ya no se puede comer como si fuera una tapa pero está igual de rico.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Bibliotecas cerradas, bibliotecas ocupadas.

Quienes leáis este blog de forma más o menos habitual, ya sabréis que varias bibliotecas municipales de Murcia han sido cerradas por la Concejalía de Educación, usando excusas no válidas. También sabréis que se han llevado a cabo distintas acciones para protestar por eso y para pedir la reapertura inmediata de las bibliotecas cerradas. Ayer, se hizo una nueva acción.




Distintas asambleas locales y sindicatos (*) convocaron para el martes 6 de marzo una concentración en La Glorieta para "salvar las bibliotecas". Al mismo tiempo, diez personas decidimos encerrarnos en la Biblioteca Río Segura, una de las que no han cerrado. La gente que estaba en La Glorieta se dirigió al lugar del encierro para mostrar su apoyo.


Antes de relatar lo sucedido, me gustaría aclarar algunas cosillas. La gente que decidimos encerrarnos lo hicimos a título personal, cada cual formará parte o no de un colectivo u otro, pero no los representábamos. Éramos ciudadanxs y usuarixs de las bibliotecas municipales, solo eso. Entramos con pleno conocimiento de causa, en un doble sentido: (1) sabemos perfectamente la versión oficial de los hechos y los trámites burocráticos que usan como excusa, también sabemos que la palabra de los representantes del Ayuntamiento de Murcia, sean concejalas o jefes de bibliotecas, no es de fiar (**) y (2) conocíamos que estábamos realizando una acción con riesgos, digamos, legales; por eso, teníamos a un abogado pendiente de lo que pudiera pasar y su teléfono apuntado con boli en el antebrazo.


Y ahora, voy a contar cómo fue el asunto. Voy a contarlo en el tono habitual de este blog. Hay gente que necesita que todas estas cosas sean dramáticas y con crepitar de dientes. Un poco hubo, es verdad. Pero si alguien quiere tomarse el humor y la ironía como pasteleo y falta de rigor revolucionario, es su problema.


A las 18:00, con puntualidad británica, las personas que nos íbamos a encerrar nos encontramos en el sitio acordado. Cubrimos todo el espectro de equipamiento: desde el que iba sin nada hasta el que llevaba un colchón hinchable. Yo llevaba cartas, dominó y una bolsaza de pipas (con sal, evidentemente). Nos pusimos nuestras chapas (ver foto de entrada anterior). Y esperamos a que fueron las 19:00 horas.


En ese momento, entramos en la Biblioteca Río Segura, colocamos nuestros bártulos en un rincón que no molestaran, extendimos la pancarta, hablamos con los bibliotecarias y les explicamos a los usuarios lo que estaba pasando (***). También nos informamos de dónde estaban los baños. Lo más probable era que nos desalojaran pero, si no lo hacían, necesitábamos saber la localización exacta de la infraestructura necesaria. Imprescindible, diría.






La actitud de los bibliotecarios fue correcta. Resoplaron un poco e hicieron lo previsible: llamar a su jefe. Tuvo que ser divertido porque fijo que el tipo estaba ahí, tan tranquilo, a lo suyo y tuvo que salir corriendo. Posiblemente, y sí, esto es un juicio de valor, haya sido lo más urgente que hayan hecho desde que cerraron las bibliotecas, por mucho que nos quisieran vender la moto de todo lo que están trabajando para reabrirlas.


El jefe de las bibliotecas municipales, se presentó así, literalmente, llamó a la policía y decidió que nos desalojaran desde el primer momento.


Mientras tanto, un grupo numeroso de gente (habrá quien diga que podían haber sido más pero para lxs que estábamos encerradxs su presencia nos alegraba y daba ánimos) se reunió en la puerta de la biblioteca. Allí se leyeron textos, se tocó el tambor, se contaron cuentos y se clamó por unas bibliotecas abiertas, con gestión pública, bien dotadas y con cuentacuentos.


Una chica se nos acercó y, con media voz, nos preguntó si era verdad que teníamos decidido pasar allí toda la noche. Le dijimos que sí. Entonces, siguió, ¿la biblioteca no la cierran? Resulta que tenía un examen de historia al día siguiente y había pensado que no sería mala idea pasar la noche estudiando. Tuvimos que decirle que esa decisión no dependía de nosotrxs, que pintaba que nos iban a echar.




Hubo otros dos momentos reseñables (jerga de biblioteca). Uno emocionante. Cada vez que la policía venía a hablarnos, dos muchachicas, muy jóvenes, dejaban de estudiar y se acercaban. Es que queremos que sepáis que os apoyamos, dijeron. El otro momento fue surrealista: a la hora de cerrar, un chico se cruzó toda la biblioteca con un gorro de natación y unas google (¿sabíais que google quiere decir gafas de natación? yo me enteré hace poco). ¿Seso derretido de tanto estudiar o rollo a que no te atreves a hacer esto o lo otro? Nunca lo sabremos.


A eso de las nueve, la policía que estaba en la puerta cerró el paso y no dejaron que nadie entrara a la biblioteca. Cuando llegó la hora de cerrar, la policía volvió a decirnos que nos teníamos que ir, que si nos quedábamos nos podían acusar de un delito de allanamiento de morada, que iban a dar parte al juzgado de guardia, que si nos llevaban al calabozo y etcétera. Repetimos una y otra vez lo mismo: antes de entrar, la decisión era quedarnos hasta las nueve de la mañana del día siguiente y esa era la decisión que manteníamos.


Cinco minutos antes de las diez, cuando cerraba la biblioteca, empezó a sonar una música horrible para avisar del cierre. Coincidió con que el "jefe de las bibliotecas" nos estaba soltando un rollo infumable de cuánto se estaban esforzando por resolver las cuestiones administrativos, los pobres. Le dije que queríamos incluir una reivindicación más: que cambiaran esa música infame rollo "lo peor de Cadena Dial". Se lo tomó mal. Para mí que había sido él el que había elegido esa canción del demonio.


Abajo la cosa se tensó mucho. Aparecieron hasta quince coches de policía local. Lxs compañerxs decidieron hacer piquete en la puerta para impedir el paso de la policía. Hubo un momento chungo en que algunos desenfundaron las porras y las usaron. Al acabar con todo, comentábamos que la policía debería estar preparada para aguantar el tipo y no ponerse a pegar a la gente a las primeras de cambio (ni a las segundas). Va en el sueldo que te griten cosas feas cuando vas a desalojar a alguien que está pidiendo algo tan simple como que se abran las bibliotecas cerradas. Pero esa es nuestra lógica, la de ellos es otra, más de porra que otra cosa.


Esperando el desalojo


Pero si abajo pasaba eso, no tengo más remedio que decir que arriba el desalojo fue correcto. Es más, hubo algún momento absurdo, como cuando uno de los policías propuso ir poniéndonos encima de la pancarta para que fuera más fácil arrastrarnos. Le dije que no nos parecía serio que usaran nuestra pancarta para arrastrarnos. ¿Qué somos, lavadoras, muebles pesados?


En ese punto voy a insistir: NO se negoció en ningún momento el irnos por nuestro propio pie y se ofreció la resistencia que estaba decidida en asamblea: nos sentamos y les obligamos a que nos sacaran a la fuerza y contra nuestra voluntad.


Gracias a las decenas de personas que estaban concentradas en la puerta de la biblioteca, no fuimos conducidos al calabozo. Me atrevo a decir que esto no es un juicio de valor, que es un hecho. Así que, por la parte pequeña que me toca, gracias y gracias.






La policía nos identificó (fue casi lo primero que hizo) y habrá que esperar a ver si llega multa o algo.


Mi opinión es que la acción dio el resultado esperado. Se demostró a los (ir)responsables de las bibliotecas que hay gente que no se va a callar ante la destrucción de este servicio público, que sabemos que lo hacen mal y que les exigimos que lo hagan mejor. También se difundió el tema. Todavía hay mucha gente que no sabe lo que está pasando y algunas personas se enteraron ayer.


No nos conformamos con parar aquí. Queremos, ya lo he escrito, bibliotecas abiertas, bien dotadas, con cuentacuentos y con gestión pública (que no se le dé a ninguna empresa privada la gestión de buena parte del servicio). Lo pedimos ayer y lo seguiremos pidiendo todo el tiempo que haga falta.


(*) Asambleas locales del 15M de Espinardo, Pazfamavistabella, Murcia Centro, Murcia Sur y Cabezo de Torres-Churra y El puntal; CGT, Intersindical y Movimiento de Renovación Pedagógica Antonia Maymón.


(**) Copio del manifiesto que preparamos para esta acción: A comienzos del mes de enero, solo cuando el tema fue denunciado por los usuarios, la Concejala de Educación, María Dolores Sánchez Alarcón, aseguró que estaba trabajando para la reapertura inmediata de las bibliotecas y afirmó que en el plazo de un mes estaría solucionado. Estamos en marzo y no hay noticias de cuándo se recuperará el funcionamiento habitual de las mismas.


(***) Si esto pudiera tener algo parecido a un director cut, las escenas nunca editadas, saldríamos entrando a la biblioteca y gritando: ¡Esta biblioteca queda bajo control popular! ¡Desde este mismo momento pertenece al pueblo!


PD: Fotos de la acción, aquí.


PDII: Un compañerx... no, es broma, un compañero (decidimos que fuera el portavoz) ha intervenido hoy en Onda Regional. Después han entrevistado a la concejala que se ha visto obligada a dar la cara, o la voz. Ha salido malamente del tema. Ha argumentado que uf, madre mía, que los plazos son los que son, que ya se sabe que la administración es así... Claaaaro, la administración como ente autónomo que no puede ser controlada ni por las concejalas. Pues si no controlas lo tuyo, vete.



martes, 6 de marzo de 2012

Declaración de amor a la Asamblea 15M de Espinardo

La semana pasada, tuvimos una asamblea en el 15M de Espinardo de las que crea afición. Teníamos que resolver una cuestión espinosa y, evidentemente, somos de hacerlo por consenso. Así que, venga, horas por delante de intercambio de razones. Fue realmente emocionante ver cómo todxs participamos dando nuestras opiniones, a veces contradictorias consigo mismas. Varias fuimos cambiando de opinión sobre la marcha, demostrando que estábamos escuchando al resto. En ocasiones, alguien subió el tono de voz, es inevitable, pero no se tuvo en cuenta y mantuvimos, como media, un tono moderado. De vez en cuando, rompimos la seriedad del debate con chorradas de campeonato y nos pegamos unas risas. Aguantamos las ganas de perder los nervios por el cansancio y entendimos que la cuestión necesitaba esfuerzo y paciencia. Inclumplimos alguna pequeña norma del lugar para rebajar tensiones. Cedimos para llegar al consenso. Y lo conseguimos. Quien no haya vivido algo así, no sabe lo que se pierde. La sensación que se tiene al alcanzar el consenso tras una asamblea larga puede llegar a ser física. Como si el consenso fuese un resultado material. Una bella escultura, un ritmo que te hace menear el esqueleto o la escena más trepidante de tu peli favorita.


Cada día quiero y admiro más a mis compis del 15M de Espinardo. Se me llevan los demonios cada vez que escucho a alguien decir que ya no hay 15M. Tal vez mi punto de vista está algo desvirtuado por las muchas horas a la semana que le dedico.


En otra asamblea, un compañero habló de Mercedes y definió la situación muy bien: Mercedes también forma parte de la Asamblea 15M de Espinardo pero su función es quedarse con los hijos para que Fede pueda venir. Efectivamente, ese es nuestro acuerdo tomado en libertad.


Y hablando de Mercedes, ayer trajo a casa una máquina de hacer chapas y nos hizo felices a más no poder. Ya tenemos chapas de Annie, Pippi, Ana Anguita, Patricio Estrella, Darth Vader, Calvin... Además, se enrolló a tope y nos preparó material para la concentración por la apertura inmediata de las bibliotecas de esta tarde:


Mecachis, alguien le ha dado al botoncico de que salga la hora y la fecha y no sé quitarlo. Qué rabia.


domingo, 4 de marzo de 2012

Mañana de domingo

Anticlímax. Mientras desayunaba, Juan me ha contado uno de los sueños que ha tenido esta noche. Era Anakin Skywalker pero en muñeco de Lego. Resulta que estaba flotando en mitad de un río de lava... Ahí le he interrumpido y le he preguntado ¿Lava a mano o lava a máquina? Me ha retirado la palabra.




Estaba saturado de lecturas políticas. Así que, antes de entregarme a Daniel Guerin, me he dado el lujo de leer cuentos infalibles: Melville, Pushkin, Chesterton, Conan Doyle y Twain. Qué gente, siempre ahí, dispuesta a echarte una mano cuando tu cabeza necesita escapar. Los quiero tanto. El cuento de Twain, El vendedor de ecos, es de esos que te hacen sentir una envidia considerable. ¡Yo quiero escribir un cuento así!


Tenemos la película perfecta para esta tarde:






Las bibliotecas municipales de Murcia siguen cerradas o con reducción de horario. Hoy habrá un considerable intercambio de correos para ultimar una convocatoria para este martes. Un amigo ha hecho este soberbio cartel:




Hemos estado (los hijos y yo) recreándonos con los dibujos que Frederic Amat hizo para "Las mil y una noches". Hemos visto éste, una versión muy elaborada del clásico dibujo hecho en la pizarra o en las paredes del baño de chicos:




En su honor, hemos bailado nuestra danza de celebración de la testosterona y la virilidad.


Confiamos en que hoy, por fin, una de mis hermanas nos deje un mando de la Wii para poder jugar dos jugadores. Las probabilidades de que nos fracturemos la mano contra una de las paredes de la salita o de que hundamos el pómulo de nuestro competidor al agitar el mando para darle a la pelota virtual son de una entre dos. Tal vez una entre una. Pero ¿qué es la vida sin riesgo?

sábado, 3 de marzo de 2012

La receta de los sábados: Cuello de botella a las sustancias inertes

Cojan dos cuellos de botella. Tiren uno enseguida, y el otro métanlo al baño penal durante tres días, añadiéndole cada tres horas 50 gramos de serrín bien asado, cuernos de babosa, tenedores hervidos, un biscote, un triscote y un cuatricote. Según los gustos, se puede aliñar todo ello con polvo de tiza, gravilla de montaña y clavos de tres puntas. Sírvase con guarnición de goma de triciclo picada en trocitos muy pequeños. El plato resulta extraordinario si se presenta convenientemente regado con tinta verde de pluma estilográfica.


Texto sacado de El Planeta de los Árboles de Navidad, de Gianni Rodari.

viernes, 2 de marzo de 2012

Presentación de "Diario de un amargado" en la Fnac (álbum de fotos)

El ratón no quiso venir pero vigiló desde la pantalla que Jam y yo nos portáramos bien. (Jam, ¡mil gracias!)

El protagonista del diario será un amargado pero el público se lo pasó pipa.

Herbert Read, Juan Carlos Onetti, Oscar Wilde, ¡presentes!

La cola de gente esperando a que les firmara el libro daba la vuelta a la Fnac.

La fotógrafa, bien aleccionada, dejó mi cocorota sin pelo fuera de cuadro.

Algunos fans acabaron por perder el control ante la presencia magnética del autor.