Cada miércoles un cuento en El Estafador

jueves, 28 de julio de 2011

Amy

Pues sí, voy a dedicarle una entrada a Amy Winehouse, me sale del alma (y de algún otro sitio que no consigo situar).

Tenía pensado un post sobre política para la semana pasada pero no lo escribí. Pereza. Iba a ser de esos que van dando tumbos de un tema a otro sin mucha complicación. Iba a empezar, más o menos, así:

En una entrevista aparecida en 2008 en la revista Rockdelux, Amy Winehouse daba su visión del amor romántico: Cocinaré y limpiaré para él, le plancharé las camisas. Pero eso significa que cuando quiera que se porte como un hombre deberá hacerlo. Si alguien se pasa conmigo, será él quien se presente en su casa con un bate de béisbol. Pues bien, algo así es lo que yo espero de nuestros gobernantes. Nosotros les damos los votos, pagamos impuestos para que puedan ganar sus sueldos y si las agencias de rating o los bancos se pasan con nosotros, queremos que vayan con un bate de béisbol y les partan las piernas (metafóricamente hablando).

Pero Amy ha muerto. No sé dónde, leí que se hacía el moño más o menos grande en función de lo insegura que se sintiera. En otro sitio leí que debía ser insoportable cantar tan a menudo las canciones de "Back to Black", tan llenas de fantasmas y dolor. He puesto el disco en el coche, a los niños les gusta pero la parte protectora del padre que soy siente que no hace bien poniéndoles esas canciones. Se parecen un poco a esos pellizcos de abuela que por un lado te gustaban pero por otro te dolían.

Hay algo perverso en la admiración que sentimos algunos fans por las biografías dramáticas de nuestros artistas favoritos. Billie Holiday. Brian Jones. Amy Winehouse. Es injusto. Ellos sufren y nosotros disfrutamos de lo que crean.

Como el apartamento en el que estuvimos en Londres estaba en Candem, mi hermana, Mercedes y yo llamábamos a Amy, "la vecina". Y a mí, tan insoportablemente snob, me daba igual que te pudieras bajar Rehab, enviando No, No, No al teléfono que fuera. 




PD: Joserra ha puesto en su Land una playlist del verdadero club de Amy. Nada que ver con la muerte y sí con la vida.

3 comentarios:

mona dijo...

Sentimos fascinación,por los artistas que viven al limite,cuando se cumple su destino fatal,todos los queremos mas.
No te preocupes por tus hijos,el mio, creció con Michael Jackson,cuando me hacia preguntas sobre su vida,le respondía con naturalidad;los niños entienden mas,de lo que los adultos pensamos.

Anónimo dijo...

A mí también me dio palillo cuando supe de su muerte. Durante esta semana he estado escuchando "Frank", que me encanta.
Creo que el dar salida a su dolor, creando música y sentimientos, les sienta bien aunque nosotros lo disfrutemos.
Genial el vídeo con Paul Weller, gracias!

Andrea dijo...

Me parece triste que la presión a la que están sometidos estos pequeños artistas, en muchas ocasiones acaben con su vida...