Las coordenadas del punto de llegada fueron comprobadas una y otra vez. Se introdujeron con precisión en la máquina teletransportadora y Abuelo Paterno Clic despejó el terreno para evitar que alguno de ellos se materializara dentro del cuerpo de un campista o, peor todavía, dentro de la piscina de agua helada del camping.
Padre Clic se ofreció a viajar el primero haciendo de conejillo de indias de su invención. Pero Madre Clic dijo que no, que eran una familia y que lo probarían todos a la vez. Posiblemente, Madre Clic temía alguna estratagema de Padre Clic y no se fiaba de que viajara solo.
- No está preparada para cuatro viajeros a la vez -advirtió Padre Clic.
- Claro, claro... Y una vez que llegues tú primero a Gijón me vendrás con que la cosa no ha funcionado y que tenemos que hacer el viaje de otra manera -desconfió Madre Clic-. Viajamos todos a la vez.
Y así fue. La máquina chisporroteo, el ambiente se llenó de las inevitables manchas psicodélicas y en un visto y no visto aparecieron en el camping Deva. Sin apenas problemas:
¿Quiénes son estos? ¿Qué ha sido de la Familia Clic? ¿No es tan buen inventor Padre Clic como él se creía? Pronto, todas las respuestas.
1 comentario:
¡No puedo creerlo! ¿que ha sucedido?¿acaso una recombinación genética que ha dado como resultado un hombre elefante, un niño chimpacé vikingo, otro con una capa almidonada y una princesa?¿para todo eso da el adn de la familia click?
Los misterios de la genética son inescrutables...
Miguel-On
Publicar un comentario