Cada miércoles un cuento en El Estafador

jueves, 23 de julio de 2009

Realidad


Hace unos años, cuando era todavía más deprimente de lo que soy ahora (en el blog leéis a un personaje), escribí un cuento que encabecé con una cita de Pessoa. Eran unos versos que venían a decir algo así como que todo es desierto, salvo error, naturalmente. Siguen reflejando bastante bien mi forma de sentir más habitual. Era la historia de una señora que iba en silla de ruedas y alguien dejaba a la sombra en un patio de vecinos. Y allí se quedaba. Cuando empezó a darle el sol nadie fue a recogerla ni a cambiarla de sitio. Pasaron varios días sin que nadie le hiciera ni caso hasta que el padre del chaval que cuenta la historia llama a los de Ingeniería Urbana para que se la lleven. Cosa que hacen rápidamente. La alegría de la huerta (murciana).

Esta tarde me he encontrado por segunda vez en lo que va de semana al Tío A. tirado en el suelo. Por la tarde lo colocan en un sitio con sombra y listo. Llego a las cuatro, y ahí está. Me voy a casa a las nueve, y allí sigue.

He salido del local a fumarme un cigar y lo he visto caído al lado de su silla de ruedas. Cuarenta y cinco grados. Nadie por ninguna parte. Me he acercado a recogerlo y subirlo a su silla. A su lado había un perrete que al ver que me acercaba ha debido pensar que quería hacerle algo malo y ¡me ha atacado! Mientras me esforzaba en subir al Tío A. a la silla, he tenido que apartarme al chucho a patadas y explicarle que no quería hacerle nada malo. Esto último lo he hecho a gritos, no sé por qué.

Al final, he conseguido sentarlo bien sin recibir ningún mordisco. Le he preguntado si necesitaba algo, me ha respondido con un murmullo que no he entendido, me he despedido de él y me he ido a fumar el cigar a un sitio con sombra. Me hubiera ido a algún lugar lejos, muy lejos, de la realidad pero no he sabido cómo.

2 comentarios:

owachy dijo...

La realidad más oscura nos acecha (afortunadamente) en cada esquina. Muchos se empeñan en negarla... Y lo peor es que la oscura realidad que nos rodea no es la más negra, en África, muy cerquita a fin de cuentas, el Mundo es horrible, tenebroso, espantoso... Y en ese Mundo increíblemente emerge lo mejor der ser humano.

Anónimo dijo...

sinceramente creo que la realidad es tan oscura como nosotros queramos y con esto no entro en la frase de "todo depende del cristal con que se mira" sino de los famosos círculos de in fluencia y preocupación... ¿qué tal si miramos lo que tenemos cerca y empezamos por ahí?... de nada vale lamentarse y lo digo yo que he pasado mucho tiempo haciendolo

Me encanta tu blog! Gracias