Cada miércoles un cuento en El Estafador

martes, 27 de mayo de 2008

Lo que tiene uno que aguantar

Con más frecuencia de la que me gustaría, después de dejar a Juan en el cole me voy a Mercadona a hacer la compra. Llego antes de que abran y me toca esperar un poco. La ventaja es que no hay mucha gente y me entretengo lo justo. Pero hoy había cola en la pescadería. Mientras la muchacha atendía a un hombre, una señora mayor se ha puesto a preguntarle cosas. Muchas señoras mayores exhiben una curiosa y sorprendente mezcla de prisa y relajación. La mujer no podía esperar a que fuera su turno para hacer las preguntas pero no tenía ninguna prisa en resolver la cuestión. Una cuestión, el verdadero motivo de este post, de lo más estúpida.

La señora tenía mucho empeño en saber si los boquerones eran españoles o no. ¿Esos de 2,95 no son españoles, verdad? No señora, no lo son. Ya lo decía yo, son muy baratos para ser españoles, los españoles cuando los tenéis son más caros. Casi nunca tenemos españoles, señora. ¿Y esos caros de ahí, nena, son españoles? Esos tampoco son españoles. Así un buen rato, llevando hasta lo absurdo el tema del DNI de los pescados con preguntas reiterativas, impidiendo que la muchacha terminara de atender al hombre al que le tocaba y crispando mis nervios tanto que estuve a punto de decirle un par de cosas bien dichas. Pero lo peor estaba todavía por llegar.

Cuando ya le tocó su turno, sin acabar de decidir si compraba o no, preguntó de dónde eran los boquerones a 2,95. De Marruecos, señora. ¿De Marruecos? agh, no los quiero. Y ahora me pregunto yo: ¿qué más dará de dónde sean los boquerones? ¿Es que los boquerones navegan siempre sin salirse de las aguas jurisdiccionales del país que los vio nacer? Igual habían nacido en España y el fatídico día en el que fueron pescados estaban dando un paseo por aguas marroquíes, quién sabe si visitando a unos parientes o en viaje de negocios. Después preguntó de dónde eran los que costaban a 6,95 el kilo. De Italia. ¿De Italia? Tampoco los quiero. ¿Es que no tenéis boquerones españoles, nena?

Al final no sé lo que compró la buena mujer porque a mí su nacionalismo pececil me dejó un rato fuera de juego. Yo, por cierto, compré truchas. Tres, de esas que vienen ya limpias y que salen mucho más caras que las que van enteras pero, bueno, luego son más cómodas para cocinar y además eran del tamaño que me interesaban y...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja, lo mismito lo mismito que Jose Luís Carod Rovira pero él lo piensa de los que no son como él,las mismas miras estrechas, si te ve la entrada un monologuista, te la copia, fijo.

elhombreamadecasa dijo...

Permiso para copiar, sólo se pide que se cite la fuente.

lapatachunga dijo...

"nacionalismo pececil" jaja