Cada miércoles un cuento en El Estafador

jueves, 30 de julio de 2009

Encuesta


Bueno, pues ya se ha cerrado el plazo para votar. Lo habéis hecho 27 personas. Si tenemos en cuenta que la población mundial actual es, más o menos, de 6.700.000.000 personas, nos sale que se han abstenido 6.699.999.973. Trasladando esto a porcentajes, nos encontramos con la sorprendenete cifra de un 100% de abstención. ¿Cómo es eso posible? ¿Será que las matemáticas no son exactas o es que los redondeos no son de fiar? Efectivamente: los redondeos no son de fiar. La cifra exacta de las abstenciones es: 99,999995%. Dicho lo cual, ya podemos pasar a los resultados.

La opción ganadora estaba clara desde el principio, así lo afirmaban las encuestas que, por una vez, acertaron. Vacaciones pop ha barrido con un 59% de los votos. Habrá, por tanto, vacaciones pop a partir del 1 de agosto. No sé a qué ritmo pero las habrá.

La segunda opción más votada, 25%, ha sido la de las entradas sesudas sobre filósofos alemanes. Quizás me equivoque pero he notado cierta intención de complicarme las vacaciones, amigos y amigas. ¿Queríais que me las pasara entre libros de Kant, Adorno, Heidegger, Benjamin, Bloch o Kierkegaard (ahí no, que este es danés)? Pues no va a ser así. La democracia ha decidido que haya clics, colores vivos y cultura popular. Qué se le va a hacer.

El resto de categorías ha recibido el 3% de los votos. Una entrañable y emocionada mención al nihilismo de quien ha votado "todas las anteriores son falsas". Cada vez que me encontraba con una respuesta así en un examen tipo test, la tachaba, sin pensármelo dos veces.

En fin. Mañana preguntará Juan y la sección se despedirá hasta septiembre. Y el sábado, nueva cabecera y aventuras de la familia Clic.

(Un par de notas de estilo. Hay quien escribe Click pero a mí me parece que la K al final sobra. "Clic" es más pop. También hay quien escribe Clicka. Vaya, para una vez que tenemos una palabra neutra, con el descanso que dan, la complicamos. Obviaré lo de Clicka.)

martes, 28 de julio de 2009

Churras con merinas


¿Conocéis a Nirvana y su canción "Smells Like Teen Spirit? ¿Y a Rick Astley y su único éxito "Never Gonna Give You Up"? ¿Queréis que un pasmo os recorra el espinazo arriba y abajo, arriba y abajo? Dadle al play (bajo vuestra responsabilidad, eso sí).



(Esta cosa la encontré en www.hipersonica.com y el perpetrador es DJ Morgoth.)

lunes, 27 de julio de 2009

¿Qué necesidad tengo yo de contar estas cosas?


Me desperté sobresaltado, empapado en sudor, como Ripley en Aliens, y grité "Pase el chiste del título de este blog, pase hacer de comer todos los días pero esto, ¡ESTO ES EL COLMO!". Había soñado que ovulaba.

Sí, en mi sueño, ovulé. Y allí que iba yo, tan feliz con mi ovocito en una caja a hablar con la pediatra de mis chiquillos para ver cómo podía hacer para fertilizarlo con un poco de semen, mío también, que llevaba en otra cajita. La pediatra no le tenía mucha confianza a los ginecólogos del hospital A. Mientras vagábamos por pasillos en busca de alguien que pudiera hacerlo de forma adecuada, me daba sus razones médicas que a mí se me antojaban ideológicas. De vez en cuando aparecía Mercedes y nos regodeábamos de haber ovulado a la vez, como dos compañeras de piso. Entonces fue cuando me desperté.

A la noche siguiente, Mercedes y yo nos fuimos de cena para celebrar su cumpleaños y le conté mi sueño. Cuando pudo parar de reír, afirmó que era lógico y que algo así debía acabar pasando. Después, repetimos por enésima vez una de nuestras conversaciones favoritas acerca de las diferencias entre óvulo y ovocito. Qué queréis, nos licenciamos en Veterinaria.

jueves, 23 de julio de 2009

Realidad


Hace unos años, cuando era todavía más deprimente de lo que soy ahora (en el blog leéis a un personaje), escribí un cuento que encabecé con una cita de Pessoa. Eran unos versos que venían a decir algo así como que todo es desierto, salvo error, naturalmente. Siguen reflejando bastante bien mi forma de sentir más habitual. Era la historia de una señora que iba en silla de ruedas y alguien dejaba a la sombra en un patio de vecinos. Y allí se quedaba. Cuando empezó a darle el sol nadie fue a recogerla ni a cambiarla de sitio. Pasaron varios días sin que nadie le hiciera ni caso hasta que el padre del chaval que cuenta la historia llama a los de Ingeniería Urbana para que se la lleven. Cosa que hacen rápidamente. La alegría de la huerta (murciana).

Esta tarde me he encontrado por segunda vez en lo que va de semana al Tío A. tirado en el suelo. Por la tarde lo colocan en un sitio con sombra y listo. Llego a las cuatro, y ahí está. Me voy a casa a las nueve, y allí sigue.

He salido del local a fumarme un cigar y lo he visto caído al lado de su silla de ruedas. Cuarenta y cinco grados. Nadie por ninguna parte. Me he acercado a recogerlo y subirlo a su silla. A su lado había un perrete que al ver que me acercaba ha debido pensar que quería hacerle algo malo y ¡me ha atacado! Mientras me esforzaba en subir al Tío A. a la silla, he tenido que apartarme al chucho a patadas y explicarle que no quería hacerle nada malo. Esto último lo he hecho a gritos, no sé por qué.

Al final, he conseguido sentarlo bien sin recibir ningún mordisco. Le he preguntado si necesitaba algo, me ha respondido con un murmullo que no he entendido, me he despedido de él y me he ido a fumar el cigar a un sitio con sombra. Me hubiera ido a algún lugar lejos, muy lejos, de la realidad pero no he sabido cómo.

Pensamiento único


Calor. No puedo pensar en otra cosa. Será porque acabo de llegar al trabajo y he estado veinte minutos dentro de un coche sin aire acondicionado a las tres y media de la tarde. Llevo cinco veranos trabajando con este horario inmisericorde y apostaría a que hoy ha sido el día en que más me ha costado llegar al trabajo. Debo tener el tejido pulmonar lleno de quemaduras de primer grado de respirar este aire infernal. La pasta de mis gafas se ha calentado tanto que he temido que empezaran a deshacerse. No he hecho la prueba pero juraría que se me han quedado pegadas y ya nunca más me las podré quitar.

Cuando conduzco, llevo preparada una serie de planes de contingencia para saber cómo actuar ante posibles sucesos:

a) Me quedo ciego
b) No me quedo ciego pero se me caen las gafas
c) No me quedo ciego ni se me caen las gafas pero me entra una pestaña en el ojo
d) Una cucaracha empieza a corretearme por entre los pies con sandalias
e) Me rodean una banda de Ángeles del infierno
f) Me atrapa el rayo tractor de un platillo volante
g) La carretera empieza a empinarse porque resulta que estaba encima de un puente sobre un río navegable como en las películas

Pero hoy he sufrido un ataque de pánico al darme cuenta que había algo que no había contemplado. ¿Qué hacer si, cual grano de maíz al fuego, hago ¡pop! y me transformo de golpe en una palomita de maíz? ¿Podría seguir conduciendo? ¿Podría salir volando por la ventanilla y volver a casa para que Juan construyera alguna máquina con la que revertir el proceso? Afortunadamente, esto no ha sucedido, aunque tendré que tenerlo en cuenta para la siguiente vez.

(Esta tarde, los pinos de la calle Los pinos, de ahí su nombre, hacen un ruido muy raro. Como si cientos de ardillas estuvieran royendo sus piñas. Pero no es eso. No hay tantas ardillas. Me asusta pensar qué puede ser.)

miércoles, 22 de julio de 2009

Maratón de planchado


El vinilo es muy sacrificado. Me refiero al vinilo de los discos. Un CD o un archivo mp3 se puede escuchar prácticamente en cualquier sitio. Pero un vinilo no. En mi caso debo estar en el estudio para hacerlo. Cosa que no pasa muy a menudo. Me ha dado por comprar discos en este formato, soy romántico y fetichista a la par, y me agobio porque no los puedo escuchar.

Por fortuna, también soy un hombre intrépido y de solución fácil, así que he encontrado la manera de conciliar la vida musical con la vida familiar: una vez que he dormido a los niños, me pongo a planchar en el estudio mientras escucho música.

El único aire acondicionado que tenemos en la casa no llega al estudio y tengo que planchar con el ventilador a toda velocidad. Esto complica la faena porque se me levantan las mangas de las camisas y no hay forma de pillarlas bien con la plancha.

Como llevaba muuuuuucho tiempo sin planchar, entre el lunes y el martes me he pegado un atracón de cuidado. Si hasta me ha salido una ampolla en la mano derecha. Pero no pasa nada, he podido escuchar a placer el disco de The Pain Of Being Pure At Heart.





PD: Con este grupo me pasó una cosa que si no la cuento reviento. Estuve en Madrid hace un par de fines de semana. Durante todo el viaje de ida, ensayé el nombre del grupo para decirlo bien cuando lo pidiera en las chulísimas tienas de discos de Madrid. Pero encontrarlo iba a ser más difícl de lo que pensaba. Al final lo encontré en una tienda a la que entré ya desesperado. ¿Tenéis el disco de The Pain Of Being Pure At Heart? (pronunciación de Oxford). Sí, me dijo el dependiente con cierto tono de pesadumbre, pero solo en vinilo. Es que lo quiero en vinilo, respondí pavoneándome. Algunos somos muy tontos.

Alerta naranja


Hace tanto calor que dan ganas de echarse a llorar. Pero no te atreves por miedo a que las lágrimas se pongan a hervir y te abrasen las pupilas.

martes, 21 de julio de 2009

Crítica a algunos, muchos, muchísimos, periodistas


Cantan Los punsetes en "Matadero": "Tú eres de los que miras en los accidentes / Te gustan ver el cuerpo descompuesto de la gente". Yo no. No miro en los accidentes. No me gusta ver a la gente sufriendo y menos aún verla morir. Me da igual que sea Lady Di o el más anónimo de los mortales. No me gusta.

Me acuerdo cuando en el Telediario decían aquello de: "Les advertimos de que las imágenes que siguen a continuación pueden herir su sensibilidad..." La frase te daba tiempo a taparte los ojos, apagar la tele o cambiar de canal. Eso ya no se estila.

Ayer, debido a una conjunción extrañísima de los astros, pude cenar solo viendo los deportes en la tele. Primero vi los de Cuatro, donde ya se empeñaron en que viera cómo una rueda impactaba a gran velocidad sobre la cabeza de un piloto de coches y lo mataba. Pude cerrar los ojos a tiempo. No negaré que el morbo y la curiosidad están ahí. Pero me parece miserable poner imágenes de ese tipo y me niego a verlas. Después, pasé a los deportes de la Uno. El Barça ha vuelto a los entrenamientos y Guardiola, ay, a dar ruedas de prensa. Entonces dijo María Escario: "Presten mucho atención a las imágenes que van a ver a continuación" (o eso o "No se pierdan detalle de....", que es casi peor). De nuevo la rueda matando a un hombre por una fatalidad. Qué asco de prensa sensacionalista.

lunes, 20 de julio de 2009

Una pequeña reflexión sobre el Tiempo e Internet


El Tiempo irá siempre en un mismo sentido, no se detendrá, será lineal, de detrás hacia adelante, etcétera. Pero luego podemos moldearlo a nuestro gusto, más o menos. Especialmente en la red.

Cuando uno pone un hipervínculo en un post, se remite a algo que ya está en Internet, o sea, al pasado. En un post escrito el 5 de julio no se puede poner un hipervínculo a un post que será escrito el 16 de julio. O sí.

Precisamente el 5 de julio subí un post a este blog en el que, de pasada, hablada de la afición de Darío por los columpios. Si lo leéis ahora, podréis ver un hipervínculo a la entrada en la que escribía más en detalle sobre el tema... ¡escrita el 16 de julio!

Vale, la cosa no es muy misteriosa. Editas el post cuando quieras y ya está. Pero, pensadlo un poco más. No deja de tener su aquel.

jueves, 16 de julio de 2009

Darío y el columpio


En un momento de enajenación, si no no me lo explico, alguien en el Ayuntamiento de Murcia decidió poner columpios para bebés, de esos con forma de cesta, en los parques de la ciudad. ¡También en Espinardo! Lo nunca visto.
Darío estaba al tanto, ya los conocía de Gijón y Albacete, y en cuanto los vio supo qué es lo que quería: columpiarse. Además, para los parques tiene el mismo sexto sentido que yo tenía antes con los kioskos y ahora con los outlet. Si pasa a menos de trescientos metros de uno, lo detecta.

Desde que mi hermana Marina era pequeña que no pasaba tanto tiempo columpiando a alguien. Se mete allí dentro, en la barquita con forma de pañal, y el tiempo se para. No hay calor, ni sed, ni hambre, ni nada de nada. Solo el balanceo y él. Incluso da cabezadas, como sus padres viendo la tele.

Encima del columpio, se sabe todas las respuestas. Darío ¿tienes calor? Pues no. ¿Tienes hambre? Pues no. ¿Nos vamos a casa con mamá? No. Si nos vamos a casa, te pongo la peli de los nai-nais (Los Aristogatos). Pues no. Al final, cuando siento que la autocombustión espontánea se hace inminente, lo saco del columpio y, a rastras, lo llevo a casa.

La rabieta, al contrario de lo que dicta la lógica adulta, no es proporcional al tiempo que ha estado columpiándose. Da igual si ha estado cinco minutos o cuarenta y cinco (nuestro récord, de momento). La rabieta es la variable independiente, vale lo que vale por sí misma, sin depender de nada más.

miércoles, 15 de julio de 2009

¡Pillado!

Con espanto se hablaba de los muchos libros que leían.
El idiota, F.M. Dostoyevski

Ella: ¿Qué haces? Servidor: ¿Yo? Eeee... nada. ¿Nada? Estás leyendo. ¿Esto? Ah, sí, pero solo por encima. Ese libro es de Dostoyevski, y habíamos quedado en que no lo volverías a leer. Es que estaba en la biblioteca, lo vi y lo cogí para echarle un vistazo. Ya decía yo que últimamente suspirabas más de lo normal. Mañana mismo lo estás devolviendo. Pero si solo me faltan 600 páginas para terminarlo y resulta que el príncipe Liov Nikoláyevich Mischkin, que es príncipe pero pobre como una rata, le va a decir a Nastasia Filíppovna que no se case con Gania, que solo la quiere por su dinero, que así se lo ha confirmado Aglaya Yepánchina. Nastasia es huérfana y Afanasii Ivánovich estuvo aprovechándose de ella hasta que se cansó y decidió casarse con la hermana mayor de Aglaya, hija del general Iván Fiodórovich Yepanchin. Entonces Nastasia le montó un escándalo y prometió decir a todo el mundo lo que había estado con ella. Totskii y el general... ¿Quién? Totskii es Afanasii Ivánovich. Ah. Lo que te decía, entre los dos le proponen que se case con Gania, que es secretario del general, y le ponen una dote de miles de rublos. Y luego te metes conmigo si veo un rato de Dónde estás corazón. Mujer, no es lo mismo. Pues se parece mucho. Lo dicho: Mañana mismo lo estás devolviendo a la biblioteca, y nada de pasarte la noche en blanco hasta que te lo termines.

martes, 14 de julio de 2009

Esta vez sí (crónica deslabazada de un concierto)


Me pasé todo el jueves (el día D) con los dedos de manos y piés cruzados. No sabía que fuera capaz de hacer tantas cosas en esa incomodísima situación. Y es que no basta con tenerlo todo arreglado para ir a un concierto, la suerte debe estar de tu parte o no hay nada que hacer.

A la hora acordada, llegaron mi madre y mi hermana. Darío y Juan realizaron su ritual de bienvenida, algo así como la danza intimidatoria de los All Blacks. Duchaditos y vestidos para la ocasión, Mercedes y yo partimos rumbo a Cartagena a ver a Marianne Faithfull.

Como no se puede escuchar al artista que uno va a ver antes del concierto, nos pusimos un recopilatorio de los primeros Rolling Stones, amiguísimos de Faithfull por aquel entonces.

Cartagena está a unos 50 km de Murcia pero habré ido dos o tres veces en mi vida. Me conozco mucho mejor Albacete, Madrid o Gijón. Qué cosas. Por suerte, existe Google Maps y ya no hay quien se pierda como antes, a pesar de que en Cartagena no se han molestado en poner las placas con los nombres de las calles.

Al llegar al sitio, le dije a Mercedes que sacara las entradas. ¿Las entradas? Momento de desconcierto. Pero si las llevabas tú. ¿Yo? Te dije que las cogieras antes de salir. A mí no me has dicho nada. No me lo puedo creer, nos hemos dejado las entradas... ¿A que os lo habéis creído? Era mentira. Claro que teníamos las entradas. Ay, cómo nos íbamos a ir sin las entradas.

El concierto era en un lugar que se llama Parque de artillería y, claro, al entrar te encuentras con varios tanques y cañones que dan muy mal rollo. Mal sitio para un concierto.

Con puntualidad británica, al fin y al cabo lo eran, salieron los músicos al escenario. Así debería ser siempre.

Un momento antes, una elegante voz en off presentó a Marianne Faithfull. Me había hartado de escuchar esa mañana a varios locutores de radio hablar de esa actuación diciendo que la cantante tenía la voz rota. Es una expresión muy socorrida que se usa en exceso y que creo que no venía al caso. La presentadora en off habló de una voz tatuada por el tiempo. Más bonito pero no mucho más acertado. Yo voy a arriesgar: La voz de Marianne Faithfull es una voz bellamente nasal.

Con los músicos ya en marcha, salió Faithfull al escenario. Fue un momento emocionantísimo. De ella brotaban una serie de ondas músico-magnéticas que invadieron todo el recinto y que nos hicieron estremecer. Se notaba que ante nosotros se presentaba toda una diva. Y a mí me encantan las divas.

Cuando las emociones desbocadas del principio me dejaron pensar algo, pensé que unas gafas por muy de pasta que sean y por muy molonas no te aseguran ver bien. Y aunque sea en las distancias cortas donde un hombre se la juega, no está de más ver bien en las largas. Después de un rato de intentarlo, conseguí enfocar y verla bien. Entonces pensé que se parecía lo justo a la que salía fotografiada en el disco que me compré. Y tuve un tercer pensamiento: El Photoshop ha hecho mucho daño a la belleza femenina.

Cantó una canción que no conocía que me pareció tremenda:





(La versión en directo que hicieron era mucho mejor, con un bajo que se te iba la cabeza.)

El concierto fue realmente bueno. La banda eran siete músicos que hicieron un despliegue de instrumentos apabullante. Creo que solo les faltó por tocar un sitar. Uno de ellos estaba especializado en mini instrumentos: tocaba el violín (que de suyo es pequeño), una mini guitarra acústica y una mini guitarra eléctrica con su mini ampli y todo.

No pienso volver a ir a un concierto con Mercedes: comparó A Faithfull con Tita Cervera.

Cada vez me incomoda más mi inglés torpe de COU. De vez en cuando, Faithfull hablaba con el público. Yo no me enteraba de nada y odiaba a muerte a los listillos que sí la entendían y le respondían alguna gracia en voz alta.

Al final acabamos todos de pie sabiendo que habíamos visto a una gran artista.

Y, sí, cantó As Tears Go By:



lunes, 13 de julio de 2009

Bestiario del hombre ama de casa: El gato (y III)



Ejemplo del humor fino e inteligente que hace que elhombreamadecasa se parta de risa:


Un hombre entra a un banco con un gatito en brazos, se acerca hasta la cajera y grita: Dadme todo el dinero o aprieto el gatillo.

(Fin de temporada. El Bestiario seguirá en septiembre.)

jueves, 9 de julio de 2009

Los problemas de Juan con la telepatía



Juan odia la telepatía. La odia porque la considera una forma de comunicación inferior y despreciable. Donde esté la comunicación oral que se quite el poder de la mente. Hablar, hablar, hablar, hablar... así hasta el infinito (y más allá).

Los lunes y los miércoles quedan en un parque de Espinardo varias madres del cole. Juan vuelve cuando yo ya estoy en casa, rojo como un tomate y con el pelo chorreando de sudor. Voy corriendo a recibirle y le digo: No hables, no me cuentes nada, que te voy a leer la mente. Entonces pongo mi mano derecha bien abierta sobre su cabeza (mi telepatía es muy rudimentaria y necesita todavía del contacto físico). Lo veo, lo veo, gritó sobreactuando, has estado en el parque con R. y con M. Entonces Juan se enfada mucho, me insulta terriblemente y se aleja calle arriba amenazando con irse de casa. La última vez me gritó: No me hagas eso... que si no no te lo puedo contar yo.

miércoles, 8 de julio de 2009

La lista de la no-compra


La compra en Mercadona la hago siempre siguiendo un itinerario riguroso e inmodificable. Empiezo por el pasillo de las bebibas alcohólicas (donde compro cerveza sin alcohol, no os creáis), sigo por los productos de baño e higiene, luego la zona de pañales y comidas para niños, después limpieza del hogar, etcétera. Esta sistematización me permite hacer la compra sin lista alguna. ¿Qué necesito de esta sección? ¿Y de esta otra? Sólo tiene un pequeño inconveniente y es que hay productos que, siempre que los veo, los compro, porque los gastamos mucho, claro. Lo que pasa es que hay veces que no los hemos gastado tanto como yo pensaba y nos juntamos en casa con tres paquetes de queso fresco 0% materia grasa Hacendado o con una montaña de salchichas Oscar Mayer tamaño bocadillo (que mis criaturas engullen que da gusto).

La cosa no es muy grave pero Mercedes ha decidido tomar cartas en el asunto. Los lunes me deja en la mesa de la cocina una nota con las cosas que quiere que compre y, lo nunca visto, lo que NO quiere que compre. En la última lista se podía leer: "No compres queso fresco".

El post hubiera quedado mejor con la lista en cuestión. Ha estado una semana dando tumbos por la casa hasta que esta mañana he ido a cogerla para escanearla y ya no estaba. Era de esperar.

PD: Últimamente, mi memoria prodigiosa ha estado en entredicho. Mi memoria y mi contacto con la realidad. Lo último fue el cumpleaños de una amiga. Ella asegura que me dijo que era con cena fría y que yo le respondí. Pero yo no lo recuerdo y antes de ir al cumple nos fuimos Mercedes y yo a cenar algo por ahí. El hecho le ha servido para decirme cosas como: ¿Ves? Crees que me has dicho esto o lo otro pero en realidad no me lo has dicho, estás que no te enteras de nada (yo, por mi parte, sostengo que sí le digo las cosas y que es ella la que no me escucha). La lista de la compra y de la no-compra me la dejé en casa. Se me olvidó. Pero antes le había echado un vistazo, muy por encima, que conste. Ahora viene lo bueno. De los 23 productos que contenía (de sí comprar), recordé 18, lo que supone un 78% de aciertos (que fue del 100% en los productos a no comprar). Si además tenemos en cuenta que de esos cinco olvidos, tres fueron irrelevantes, el porcentaje de acierto asciende al 91%. Para que luego digan que estoy perdiendo facultades.

martes, 7 de julio de 2009

Supersticiones


Somos poco supersticiosos en casa, para qué decir lo contrario. He estado repasando y solo me salen dos manías tontas basadas en alguna creencia absurda. La primera es que cuando vamos viajando y entramos en alguna provincia, los que han nacido allí pueden pedir un deseo (no valen provincias de adopción). La segunda es que basta con que Mercedes o yo digamos lo bien que estamos y cuánto nos queremos para que, al instante, tengamos una discusión de las gordas. Esto último está ultramegacomprobado.

Ahora voy a añadir una tercera tontería a la lista. Es algo así como la versión 2.0 del refrán ese que dice que no se debe vender la piel del oso antes de cazarlo. En este caso: No tomes notas mentales para un post antes de que pase lo que tiene que pasar porque si no no pasará. Algo enrevesado, lo reconozco.

Ya conté que tenía planes para ir a algunos conciertos de La mar de músicas. Uno de ellos fue ayer: Alondra Bentley, Laura More y Lidia Damunt. Teníamos las entradas y mi hermana se quedaba con los gremlins. Todo parecía en orden. Camino del trabajo a casa, pensé algunas ideas para un post victorioso en el que narraría nuestra asistencia a todos los conciertos planeados del festival cartagenero. Hasta había pensado un título: "Pa chulas, nosotras".

Pues no fuimos.

lunes, 6 de julio de 2009

En la piscina



Ayer domingo estuvimos en la piscina y hay una serie de cosas que urge poner en común con la Humanidad.

1. No queremos extraños en este lugar. Se trata de una piscina comunitaria de un dúplex que se compró mi madre hace unos pocos años. Pueden entrar solo los propietarios y los familiares directísimos, hijos e hijas, vamos. Mercedes y la prole pueden pasar si van conmigo o con alguna de mis hermanas. Si no, no. Para que nadie se les cuele han puesto un sistema de reconocimiento de la huella digital. Antes de entrar debes poner el índice de la mano derecha en un lector de índices de la mano derecha. Se rumorea que ya circulan por ahí índices de pega con las huellas falsificadas de algunos propietarios. Para el año que viene pondrán en marcha un sistema de identificación de la retina.

2. Temas de conversación. No sé la razón pero el tema principal de conversación en la piscina es el dinero. Que si la hipoteca tanto o cuanto, que si me deben esto y lo otro, que el del banco tal y cual...

3. Moda. Se lleva mucho, entre ellos, el corte de pelo a lo Jorge Moragas.



(¿Por qué sé el pelazo que se gasta este pájaro?)

4. Diseño. El clásico flotador de toda la vida no pierde vigencia pero va dejando paso a cosas más sofisticadas. Una niña flotaba gracias a unos manguitos que parecían ideados a medias entre la NASA y Ágata Ruiz de la Prada.

5. Cada vez que voy a esa piscina me acuerdo de esta conversación. Brrrrr. (Ha habido suerte. Pensaba poner un link a una entrada que creía haber escrito hace un año relatando dicha conversación, pero no la encuentro. Menos mal.)

6. Confirmado: Juan no se calla ni debajo del agua.

domingo, 5 de julio de 2009

Bestiario del hombre ama de casa: El cuervo


En Espinardo, lugar donde habita elhombreamadecasa, no hay cuervos. Palomas, gorriones, alguna que otra golondrina pero cuervos no. A pesar de ello, elhombreamadecasa tiene, últimamente, una continua relación con ellos. Más en concreto, con los de Tokio.

Todo empezó con la novela Out, de la escritora Natsuo Kirino. En esta novela, una especie de Mujeres desesperadas a lo bestia, los cuervos juegan un papel muy interesante. Por lo visto, en la capital japonesa los hay a millares y se dedican a picotear la basura. Razón por la cual, no es aconsejable tirar a la papelera los restos de un cadáver descuartizado. Los cuervos picotearán la bolsa negra en busca de carne fresca, un vecino curioso verá algo sospechoso, avisará a la policía y la cosa se liará hasta extremos inimaginables. Una buena novela, aunque con un final algo desquiciado.

Después vino After Dark, de Haruki Murakami, un autor que tiene subyugado al hombreamadecasa. Después de leer la reseña en Rockdelux de Kafka en la orilla, al hombreamadecasa le entraron unas ganas locas de leer Tokio Blues, cosas que pasan. Y se desató el romance. Murakami es un autor calificado muy a menudo como Pop. Para esto es necesario, al menos, (1) que salgan canciones en tus novelas, no necesariamente pop; (2) decir las marcas de las cosas que usan o visten los protagonistas y (3) escribir sobre la adolescencia, en un sentido laxo del término (lo que permite que un tipo de más de treinta años lo sea). El caso en que en After Dark también se habla de los cuervos de Tokio.

Por último, también salen muchos cuervos en Tekkon Kinkreet, un cómic de Matsumoto Taiyou (ver dibujo arriba del todo). La historia transcurre, también, en Tokio. Aparentemente, es la época actual pero todo es extrañamente futurista. La gente es normal pero los dos niños protagonistas pueden volar, de vez en cuando. Al hombreamadecasa le encantan las historias que son futuristas y no, con personajes con superpoderes y no, realistas y no. En este caso, los cuervos no son protagonistas, no intervienen en la historia, pero Taiyou los dibujo continuamente.

Y ahora un final que contradice el principio. El sábado por la tarde, a pesar de que a las ocho todavía rondaba el termómetro los cuarenta grados centígrados, elhombreamadecasa tuvo que llevar a su hijo pequeño al columpio del parque (en post posteriores se volverá sobre este asunto). Estando allí, un graznido les llamó la atención. Entonces vieron a un chaval que miraba a un árbol. Hizo un gesto y un cuervo, sí un cuervo, salió volando desde una rama y se posó en su brazo extendido. El chico y el pájaro se marcharon mientras bailaban una curiosa danza de lanzamientos, revoloteos y braceos. Elhombreamadecasa quedó tan desconcertado que se despistó y su hijo y el columpio se estamparon contra él.

Minutos musicales para la despedida (me encanta este grupo):

Próxima entrega: El gato (y III). Fin de temporada.

jueves, 2 de julio de 2009

miércoles, 1 de julio de 2009

mSFU&R II: Estilo


Natural Born Dandy

(Atención a la combinación batín, tapicería sillón, papel pintado... ya no se hacen estampados como los de antes)