El sábado por la noche, Mercedes y yo dimos por terminada una semana especialmente intensa. Para celebrarlo, nos vimos los dos primeros capítulos de la segunda temporada de "A dos metros bajo tierra". Me atrevo a decir que se trata de una serie algo sobrevalorada.
Después, nos fuimos a la cama y yo me puse a leer. Mercedes me dijo que no entendía cómo me podía poner a leer con lo tarde que era. Entonces, para chincharla, leí en voz alta:
En el socialismo francés de la primera mitad del siglo XIX coexistían diversas actitudes ante el sufragio. Algunos destacaban la necesidad de extenderlo y servirse de él. Tal es el caso...(*)
Me arrancó el libro y me lo tiró a la cabeza. Le iba a decir que si le daba rabia que yo tuviera inquietudes y ella no, que no la cargara con el libro pero como esa misma mañana Darío me había tirado uno de sus zapatos a la cara y no quería que me arrojaran más cosas, me callé, me di la vuelta y me dormí.
Antes de conciliar el sueño, le di vueltas a lo del zapato. Pensé en otros zapatos lanzados contra Bush hijo, contra ministros turcos, indios, etcétera. El gesto de Darío fue impulsivo, digamos que más genético que cultural. Los zapatos voladores nos hablan de una base común a toda la humanidad. Serán muchas cosas las que nos separan, pero siempre estamos dispuestos a lanzarle un zapato a quien nos toque mucho la moral.
PD: El sábado participe en una mesa redonda sobre el 15M dentro de la escuela sindical de las amigas del STERM-La Intersindical. Mercedes siguió con su serie de fotos: Mi novio es un tarado al que le gusta sentarse sin que se lo digan y como si fuera a hablar de algo importante.
(*) "Poder político y participación popular", Eugenio del Río. (Talasa: 2003)
4 comentarios:
Piensa una cosa Fede ....si los tiraras tú serían tus desert boot blancas de garrafa (jajaja) y sería un gesto demasiado mod, demasiado The Who, demasiado elegante. Los mods no nos inmutamos antes nuestra elegancia e inquietudes modernistas...jajaja...Hazte un seguro frente a lanzamientos aunque igual lo cubre la póliza hogar! Keep the faith!
Precisamente, en la mesa redonda llevaba las susodichas botas, pero no se ven. ¡La revolución será elegante o no será!
¿Te has preguntado si tu familia realmente te quiere y te valora como te lo mereces?
Gracias por tu blog,me alegras el día, eres genial.
Guiomar
Guiomar, es evidente que no pero son mi familia y los quiero con todos sus defectos.
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