Cada miércoles un cuento en El Estafador

martes, 13 de septiembre de 2011

Paleofuturo (sexo y amor en el año 2000)

Es muy divertido descubrir cómo se veía el futuro (ahora presente) hace cincuenta o cien años. Hay varios blogs (uno, otro) dedicados al tema, que muchos llaman Pelofuturo. En algunas cosas vamos muy por delante de lo que se imaginó (internet, por ejemplo). En otras, lamentablemente, no hemos llegado y no hay noticias de robots que limpien la casa por nosotros.






Ramón J. Sender también tuvo su visión sobre al año 2000. Está en la novela "Las tres sorores (Siete domingos rojos)". Así imaginó el sexo y el amor en el siglo XXI:


Pero con electrodos especiales se pueden conseguir placeres más refinados y duraderos. Orgasmos electromagnéticos que duren media hora o más, sin pérdida de fósforo ni de calcio. Antes del año dos mil habrá cinturones con pequeños resortes ligados a los centros cerebrales del placer que andan por el lado occipital y entonces eso que llamáis amor se habrá acabado.


Después viene un momento sublime en el que se ponen nombres a los nuevos placeres provocados por los electrodos y la ciencia: Sofrosine cervical, euforia edénica, omega trigeminal, deliquio glandulatorio... Nombres entre griegos y acantopterigios.




1 comentario:

Andrea dijo...

Con sólo oir esos nombres agradezco enormemente a la ciencia que el amor no haya desaparecido...